lunes, 31 de diciembre de 2007

Feliz año 2008

Un nuevo año ha comenzado. Se crean ilusiones, miedos, planes de futuro, y promesas para los días venideros.
Espero que este año alcancen la felicidad y puedan librarse del sufrimiento que les atenaza.
Todos los seres sintientes estan siempre en mis oraciones y bendiciones.
Gracias por estar ahí fuera.

jueves, 27 de diciembre de 2007

El nuevo año

Hola a todos:
Muchos de mis amigos me han contado que, cuando empieza un nuevo año, hacen una lista de cosas que se proponer realizar el año que va a comenzar.
Yo no suelo hacer nada parecido, tal vez porque me paso la vida prometiéndome cambiar determinadas cosas de la mía, que no me gustan, y una vez tras otra, cometo los mismos errores.
Cuando acaba el año, lo que suelo hacer es un balance, ya os lo comenté hace unos días, y el de este año es muy, muy bueno.
Tal vez por eso, sí me gustaría pensar que el que dentro de unos días entrará lo tiene difícil siquiera para intentar igualarlo. Muchas cosas sucedieron en el último... puso muy alto el listón.
Pero también pienso en algo que me lleva a creer que tal vez no haya sido tan diferente. Es posible que yo ahora sea capaz de percibir más cosas que antes? Será que en este momento de mi vida me permito el lujo de valorar cuanto ocurre cerca de mí? Puede que de una vez por todas haya perdido los miedos? Puede ser que ahora me permita mas que nunca antes ser feliz?
La respuesta es que sí. Sé que en el último año sucedieron cosas extraordinarias, pero esos momentos extraordinarios, no fueron momentos mas felices que otros muy cotidianos.
Creo que ahora, mas que nunca, he sido consciente de la diferencia que existe entre lo que ocurre a mi alrededor y lo que yo percibo, lo que siento y lo que vivo. Ahora sé que me relaciono con mi entorno, pero no soy el entorno ni formo parte de él. Ahora sé que mis circunstancias no forman mas parte de mi vida, que la que yo quiera que formen. Ahora sé que mi felicidad depende más que de otra cosa de mi actitud y ha sido muy liberador.
Y claro, partiendo de estas premisas, mi nuevo año seguro será bueno, muy bueno...
Deseo que el vuestro lo sea también, y el siguiente y el otro.
Deseo que todo el mundo empiece a tener claro que puede y debe elegir ser feliz, que está a nuestro alcance y nos lo merecemos.
Feliz Año Nuevo a todos y muchíiiiisimos besos, amigos.

martes, 25 de diciembre de 2007

Feliz Navidad


Creo que la felicidad es una decisión muy personal, ajena a los factores externos. Es por ello que decidir celebrar o no unas fiestas como éstas no deja de ser un pre-juicio. En mi caso os diré que elijo celebrarlas. Busque cada uno su propio por qué, ya que, en un sentido o en otro, la decisión, como digo, es muy libre.

Elijo disfrutar con la familia y dejarme llevar un poco por el entorno. Ojalá esta energía de muchos se pudiese mantener todo el año.

Feliz Navidad a todos, hoy y todos los días de sus vidas.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hacerlo fácil.

A veces oímos que el caer en el alcohol, la droga, la prostitución, y tantos y tantos problemas bien diferentes, ocurre porque las personas se dan a la vida fácil. Como si no fuese complicado, y de las diferentes opciones que se dan, aquella fuese la menos costosa y difícil.
Pero, ¿no será justo al contrario?
Estas últimas semanas he estado retirado de mi vida habitual. He podido observar con detenimiento a las personas de mi entorno, y como siempre allá donde hay más de un ser humano, he podido participar de algunas rencillas familiares, eso sí, conteniendo la sonrisa, por aquello de no ofender.
Parece que después de todo, hay ciertas cosas que desmitificar, y una de ellas es la que dice que las personas cuando abordamos los problemas escogemos siempre el camino más fácil.
De eso nada.
Lo fácil, es la línea que une dos puntos. Ir de A a B, y nada más. Pero eso no es lo que hacemos. Quizá nos asuste ir tan directo, tan rápido, tan simple. Quizá el orgullo, el yo, el egoísmo, tenga la voz cantante, pero hay que ver lo que nos gusta dar rodeos, buscar complicaciones, quizá aderezar un poco nuestra vida con desgracias y desastres que se pudieran haber evitado con muy poco esfuerzo.
Cuando estábamos en la escuela, lo simple, lo más fácil, era hacer las tareas, prestar un poco de atención, estudiar un poco cada día... Pero lo que nos gustaba era escaquearnos, desafiar, suspender, enfrentarnos a maestros, a nuestros padres. Quizá probar la droga, venderla, ser pillados por la ley. Sufrir el castigo físico y legal. Sólo por poner un ejemplo de lo que pasa ahí fuera.
¿Y éste es el camino fácil?
Así hacemos con todo, desde lo más tonto a lo más serio.
¡Qué cruz!
Hace poco, cuando entre sonrisas le comentaba a mi hermano una situación diciéndole "pero si lo único que menganita tiene que hacer es esto..." Me respondió: "Sí, pero eso sería lo fácil"
Un momento absolutamente revelador que me demostró que el otorgar la razón, dar una sonrisa, el complacer, el unir, el ayudar, suelen ser mucho más fáciles de realizar que dar paso a toda la desgracia que sucede habitualmente.
Gracias a todos por estar ahí fuera, los dificultosos y los que lo hacen fácil.
Sobretodo a los que lo hacen fácil.

martes, 18 de diciembre de 2007

Una nueva cita.

Para evaluar el grado de libertad que deberíamos tener al morir, podemos observar el grado de libertad que tenemos en este momento. En términos de tu vida diaria, ¿cuánta libertad tienes? De noche, cuando sueñas, ¿cuánta libertad o control tienes en tu estado de sueño?
Padmasambhava
¿Qué os sugieren estas frases?
Si me lo permitís, ampliaría la pregunta un poco más. ¿Qué consideráis por "libertad"?
Gracias a todos por estar ahí fuera.
Estáis siempre en mis bendiciones y oraciones.

jueves, 13 de diciembre de 2007

El final del otro lado

Hola a todos:
Hace ya algún tiempo que en mí se produjeron determinados cambios. No ocurrió un día en concreto, no fue por nada en particular. Supongo que todo fue un largo proceso en el que, en algunos momentos, ese cambio constante que es nuestro andar por la vida, produjo mejores resultados, o mas rápidos de lo que hasta ese momento yo estaba acostumbrada.
Ese cambio al que me refiero hoy es positivo, o al menos, me aporta paz y por tanto, felicidad y alegría.
El cambio tiene que ver con mi forma de afrontar las cosas, cómo ahora me afecta todo mucho menos que hace algún tiempo. Ahora las vivo con intensidad, no creais que me volví una pasota, sólo es que ahora tengo claro que lo que ocurre a mi alrededor ocurre fuera, no ocurre en mí. Ahora no confundo, ahora no me encuentro a merced del mundo, mas bien el mundo está ahí para mí, y para los demás, y sólo participo en lo que quiero, sin dejar que sea el mundo el que me haga participar en lo que me rodea en cada momento.
Hace tiempo, os conté que había tenido la oportunidad de estar al otro lado en mi profesión y eso me había permitido acercarme a lo que mis clientes pueden sentir. Os dije que, pese a estar al otro lado, me había mantenido fuera, observando y había resultado enriquecedor. Fué un simple juego, y desde fuera comprendí muchas más cosas que cuando entro en uno u otro papel, porque no participaba, sólo observaba el juego.
Hoy esa historia ha tenido un final. Ese final hace que quien lo dispuso, ajeno a las partes, me coloque en el otro lado definitivamente. Pero no importa.
No importa porque yo no me siento en ningún lado. Yo no cambio mi criterio por lo que opine alguien ajeno a mí, que ni me conoce ni lo intenta. Yo sé cual es mi verdad, con independencia de que me sea reconocida o no. Yo sé cómo actúo, yo sé como me siento en cada momento y en nada cambia que me den o no la razón.
Si esto mismo me hubiera ocurrido hace algún tiempo, mis sentimientos hubieran sido la tristeza y la decepción, por no ver en los demás reconocida mi verdad. Hubiera pensado que el mundo es injusto y que yo no merecía eso.
Hoy pienso que, tengo mi conciencia tranquila sabiendo que hice lo correcto. El resto no me importa. Hoy creo mas firmemente que nunca que soy dueña de mi vida, de mis emociones y sentimientos... ya no estoy a merced de las opiniones de nadie. Ahora, con mayor conciencia que nunca antes, sobre la dificultad de conocerme a mí misma y la imposibilidad de que nunca nadie pueda saber lo que siento, lo que me mueve o me conmueve, comprendo que las opiniones de quienes me rodean son sólo eso, sus opiniones.

martes, 11 de diciembre de 2007

El balance

Hola a todos:
Sé que es un poco pronto, pero casi todos los años, cuando se acerca el final, hago un balance de lo que me ha ocurrido durante ese año, lo que he vivido, la gente que he conocido, los nuevos lugares, las nuevas experiencias...
Confieso que este año ha sido increíble, trepidante, me han ocurrido mil cosas y a una velocidad de vértigo. He conocido gente maravillosa, gente por la que hoy siento una profunda amistad, como si les conociera de toda una vida. He visitado lugares hermosos, que se encuentran relativamente cerca de mi habitual lugar de residencia, y que me transportaron a otro mundo...
Este año encontré una rosa de jericó en medio de una concurrida calle... también tuve el privilegio de asistir a la fiesta de Puente la Reina...
Este año me atreví mas que nunca y me lancé sin miedo a conocer nuevas gentes y nuevos lugares. Este año me atreví a conocer y disfrutar nuevas experiencias... y vaya si les saqué partido.
Durante los últimos meses me enamoré de nuevo y en más de una ocasión. Conocí a alguien que, por algún tiempo, se convirtió en mi mundo. Fue un mundo de una intensidad hasta entonces desconocida, y fui capaz de participar sin miedos ni reservas. Ese alguien, a quien hoy considero un gran AMIGO, fue capaz de hacerme salir del todo de un castillo en el que viví durante años y del que ya empezaba a salir.
Este alguien, me enseñó muchas cosas, y tal vez la principal, fué que me enseñó que yo soy yo con independencia de mis circunstancias, y que de ellas podría extraer sólo aquéllo que yo quisiera en cada momento. Este alguien, me enseñó a tener más confianza y a no desandar nunca mis pasos, a mirar hacia adelante y a vivir el presente... también me enseñó que mis cambios harían variar mi entorno, y cuanta razón tenía.
Después volví a enamorarme de otra persona, de otra forma, distinta, tranquila y que actualmente me hace muy feliz.
Creo que ahora soy mucho más responsable de mi vida, más dueña que nunca de mis emociones y mis sentimientos. Ya no huyo del dolor ni le tengo tanto miedo al riesgo. Ya no tengo tantas dudas, ya no me siento culpable.
Este último año me enseñó muchas cosas... tantas como yo quise aprender, y solo espero que de ahora en adelante, siga teniendo claro que yo recibo de la vida todo aquéllo que se me brinda y quiero aceptar, que la única responsable de cómo enfrente las cosas soy yo y que lo único importante es vivir.
Y ahora muchísimos besos a todos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Responsabilidad

"Del mismo modo que si alguien te quiere entregar algo y no lo recoges,él se queda con ello,si alguien te insulta y tú no recoges el insulto,él se queda con el mismo"

Después de leer estas palabras del Buda Gautama creo que es muy importante recalcar el papel de nuestra responsabilidad en la relación con los demás. Cuando una persona te insulta (o te halaga) hay un pequeño paso que hoy por hoy nos pasa completamente desapercibido. Y es que nosotros, y nadie más que nosotros, tenemos la decisión de decidir, en último momento, qué hacer con aquello que se nos ofrece.
Como digo apenas nos damos cuenta de ello, muchos ni sabíamos que existía este paso, y a la ligera aceptamos inmediatamente todo lo que el mundo nos ofrece, o nos tira a la cara, según se mire.
Cuando alguien te insulte o te ofenda párate un momento. Intenta detectar esa brecha en la que puedes decidir qué hacer, y experimenta a no quedarte con el problema. Suelo pensar: "si me ofendes, el problema es tuyo. Es tu punto de vista, y nada más, y carece de otra importancia".
Al igual que si alguien te ofreciese un saco lleno de heces, ¿te lo quedarías?. ¿Lo llevarías sobre tu espalda todo el día, abriéndole y aspirando su contenido varias veces durante la jornada? ¿Colocarías el saco abierto al lado de la cabecera de tu cama en las horas de sueño?
Al final, resulta que mi estado emocional, mi alegría, mi depresión o mi ansiedad, dependen absolutamente de mí, y no de los factores externos. Estos factores siguen existiendo, pero es mi responsabilidad, y solo mía, el decidir cómo voy a actuar al respecto.
Dicen que don Juan se mantenía joven y lozano a sus noventa años de edad. "Eso es porque no me permito discutir nunca con nadie", dijo al tendero cuando le preguntó por su secreto.
"¡Por eso no será!", gritó el tendero algo sorprendido.
"Pues no será por eso", respondió calmamente don Juan con una sonrisa.

viernes, 30 de noviembre de 2007

La piel

Hola a todos:
Ayer pensaba en algo que quería compartir con vosotros, pensaba en la importancia de la piel, a lo largo de mi vida.
La piel es lo que me separa del entorno, es lo que existe entre mi persona y el resto. Lo que me une al mundo y lo que me separa de él.
Las mejores sensaciones me llegan a través de la piel... el calor del sol, el cariño y ternura de un abrazo, sumergirme en el mar... mi piel me transporta a través de estas sensaciones... con los ojos cerrados, un mundo de infinitos sentidos me hace estar viva, sentir escalofríos, placer e incluso dolor.
La piel nos da esa identidad individual, porque nos separa del entorno. Dentro de esa piel, soy yo quien crece, quien siente, quien sufre, quien enferma y quien se cura.
Pero esa misma piel me hace contactar con el mundo y perder esa falsa sensación de individualidad, porque siento el frío de las piedras y la humedad del campo, el calor de los demás. A través de la piel percibo el amor y el odio, lo suave y lo áspero, lo que pincha y lo que acaricia... toda la química que nos mueve en el mundo está en la piel.
Los besos también están en la piel, y de esos, os envío todos los que os quepan.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Una nueva sección...

Un saludo a todos de todo corazón.
Hoy quisiera dar una aire de frescura a este blog. Es por ello que vamos a hacer un experimento. Voy a poner una cita del Buda Gautama, y os voy a pedir, si no es mucha molestia, que la comentemos. Me gustaría que cada uno diera su propia interpretación, y en pocos días daré la mía propia. Así podremos examinar algunas cuestiones búdicas desde varios puntos de vista.
¿Qué os parece?
Hay varios lectores asíduos que no les gusta escribir.
No pasa nada. Mismo que nadie responda, daré posteriormente mi limitada interpretación. El hecho de leer la cita, y pensar en ella, ya será inmensamente beneficioso para todos.
Dijo el Buda:
Del mismo modo que si alguien te quiere entregar algo y no lo recoges,él se queda con ello,si alguien te insulta y tú no recoges el insulto,él se queda con el mismo.
Gracias a todos por estar ahí fuera. Estáis siempre en mis oraciones y bendiciones.

sábado, 24 de noviembre de 2007

El final del camino

Hola a todos:
Un amigo mío me dijo una vez que si conociera el final de mi camino sería porque estaría muerta. Lo pienso, lo razono y tengo que reconocer que es una gran verdad.
Pero por mucho que mi cabeza pensante reconozca que es cierto, no dejo de tener mil y una dudas en el recorrido, nunca sé si he tomado la dirección correcta.
Claro que nadie tendrá esa certeza, porque andar es rectificar el sentido una y otra vez, intentando no perder la dirección... pero y cuando no tienes clara ni siquiera la dirección? porque a veces ocurre, por lo menos a mí.
Nadie me dijo nunca que el camino fuera una línea recta, ni llana, tal vez fue mi imaginación la que me hizo verlo así. Cuando el camino se corta y debes salvar un abismo... a quién no le asaltarían las dudas? Cuando te enfrentas a una gran pendiente con un suelo resbaladizo... quien no teme la caida?
Cuando llegas a las bifurcaciones? Voy por la derecha, la izquierda? mejor por el centro? busco las señales, pero alguien debió quitarlas porque no están...
Cómo superar esas dudas? No creo que exista una fórmula universal, volvemos a lo de siempre. Lo que tu experimentaste a mí no me sirve, lo que yo experimento no te servirá a tí.
Creo que en la mayoría de los casos, ante los abismos, las seguras caídas, las bifurcaciones, algo dentro de tí te dice cual es la mejor opción, o me paro a pensar, a esperar que ese algo dentro de mí me hable y me oriente.
Esa voz interior a veces me hace saltar al vacío, no para llegar a mi destino, sino para que aprenda a saltar, a caerme y volver a levantarme, a saber orientarme mejor.
Pero como ya dije alguna vez, mientras me alegre la vida andar, saltar y seguir adelante... mientras no tenga una excesiva prisa por alcanzar, que me impida ver los pasos que doy... no hay camino, ni dudas en él, que me vayan a detener mas tiempo del necesario para llenar de aire mis pulmones... y seguir adelante.
Las veces que salté y caí al vacío, las veces que me equivoqué y elegí la opción errónea, todas mis caídas me enseñaron que, de una forma o de otra, por el camino más largo o el más corto, al final siempre llegamos a donde nos hemos propuesto, si no detenemos el paso.
Y ahora... muchísimos besos a todos los que no se cansan de andar.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Los amigos contagiados

Hola a todos:
Hace ya algunos meses, en el blog de Paulo Coelho, estuvimos hablando sobre la envidia. Casi todos coincidíamos en que es un mal común y parte de la errónea concepción de la vida como una comparación con las de los demás. Envidiamos lo que tienen los que nos rodean, sin detenernos a valorar toooodo lo que existe en las nuestras.
Y poco tiempo después, cuando tuve la oportunidad de asistir a la fiesta de Paulo en Puente la Reina, un amigo a quien admiro y respeto profundamente me dijo algo que me hizo pensar bastante. Me decía que se alegraba de la oportunidad que tenía por asistir, que se alegraba de verme feliz, y después me dijo "los buenos amigos saben compartir también las alegrías".
Confieso que en aquél momento no le entendí muy bien, no me pareció que el comentario tuviera mayor importancia, pero con el tiempo, tras mucha reflexión he comprendido que sólo algunos de los que llamamos amigos, tal vez sean los únicos que merecen ese nombre, se contagian de nuestra alegría, se contagian de nuestra felicidad.
Porque, echando la vista atrás, me doy cuenta de que en mi vida, en los momentos malos, se filtraron ya algunos amigos, pero mucha gente supo estar a mi lado. El dolor conmueve a todos, o a casi todos, ofreces tu hombro al amigo dolorido, al desahuciado, al que tan malos momentos vive... y eso es un acto de amor, evidentemente.
Pero en los momentos alegres, felices... cuantos de esos llamados amigos se alegran realmente contigo? cuantos de ellos no envidian tu suerte? cuantos se destapan en ese momento? La mayoría.
Nadie envidia la suerte del desafortunado, del viudo o del angustiado... por eso poner el hombro resulta más fácil que compartir los momentos felices de los demás, porque muchos de aquéllos hombros pensarán... por qué no me tocó esta vez a mí esa conspiración favorable del universo, si yo también la soñaba?
Hoy me gustaría ser capaz siempre de corresponder a esos amigos que disfrutaron conmigo de mi viaje a Pamplona, de los que se alegraron cuando les conté que de nuevo alguien ocupaba especialmente mis sueños, de los que simplemente se alegran cuando me ven feliz. Espero siempre estar a su altura.
Y ahora, muchísimos besos a todos esos AMIGOS que dan sentido al concepto de amistad.

martes, 20 de noviembre de 2007

Seguridad

Hola a todos:
Hoy pensaba que una de las cosas que nos encadena es aferrarse a las cosas, acostumbrarse a las rutinas, porque uno tiende a pensar que su seguridad depende de ello.
Nos habituamos a tratar con la misma gente, a comer en los mismos restaurantes, a leer un tipo de libros, escuchar una clase de música, vestimos de una determinada forma...
Nos parece que andar sobre pasos conocidos en andar sobre seguro... y eso es un error.
Conozco gente que conduce hace años y no se atreve a viajar fuera en coche, por si no conoce las señales (como si cambiasen de una provincia a otra), gente que se niega a comer en un restaurante japonés por si no le gusta lo que le sirven.
La seguridad poco a nada tiene que ver con lo conocido, a mi parecer. La seguridad es una sensación nuestra, interna, muy privada.
La seguridad tiene mas que ver con tener claro lo que haces y querer hacerlo.
La seguridad nace de nosotros y no de nuestro entorno.
La seguridad nace de querer vivir una experiencia nueva sin temor a lo desconocido.
La seguridad la vive quien desea conocer y disfrutar el mundo sin más, y cuando algo no te gusta, no lo repites.
La seguridad es sólo vencer el miedo, sólo eso, sabiendo que, entre las mil millones de cosas apasionantes que te quedar por descubrir, tú podrás participar de muchas de ellas.
Bueno, al menos, eso es lo que creo yo. Creo que mi seguridad aumenta mientras menos me estanco en el mundo, cuanta mas gente conozco, a medida que mas experiencias vivo, tal vez sólo sea mi sensación, pero hace ya mucho tiempo que dejé de vincularla con mi familia, mi casa, mis libros o mi música.
También os digo que una de mis grandes pasiones es conocer gente, escuchar opiniones, conocer nuevos lugares, sabores, colores, sonidos...
Y ahora, muchísimos besos a todos.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Vida sin lamentaciones.

Un saludo a todos de todo corazón.
Hoy quisiera hacer una pregunta, que no necesariamente pide una respuesta, porque en mi caso lo tengo bastante claro.
Si mañana por la mañana descubrieras que estás muy enfermo, y que apenas te quedan un par de meses de vida, ¿qué harías?
La mayoría de las personas pensará casi inmediatamente algo así tipo “me iría de juerga” y demás. Pero pensemos seriamente.¿Qué harías si supieses que te queda muy poco tiempo de vida?¿Dedicarías tu tiempo a pensar como lo haces hoy? ¿Seguirías inmerso en las mismas miserias de tu día a día tal y como hoy? Y me refiero a las miserias de tu propia mente, a las cosas que te dice, y en las que pierdes tu tiempo, como las lamentaciones, las quejas, y todo eso.
Puede que la sociedad sea injusta, al fin y al cabo la hemos creado los propios seres humanos, con todos nuestros defectos y contradicciones. Pero no voy por ahí.
¿Te arrepentirías de alguna cosa?
¿Sentirías la necesidad de hacer algo bueno?
¿Disfrutarías de algo que hoy por hoy apenas le prestas atención?
No pretendo sermonear a nadie, simplemente es que al final TODOS nos estamos muriendo, aquí y ahora. Si alguien te dijese, por ejemplo un médico después de hacerte unos analisis, que te quedan pocos meses o días de vida, si lo piensas seriamente, no es tan diferente de la situación en la que estás viviendo ahora. Porque ¿quién nos dice que mañana seguirermos vivos? ¿Tienes la certeza?
No sé, no sé.
En mi caso no la tengo.
Es mejor no perder tiempo y empezar a vivir AHORA. Porque si lo dejo para mañana… quién sabe.
Gracias a todos, los que viven y los que se lamentan, por estar siempre ahí fuera.

Estarán todos equivocados?

Hola a todos:
El juez más estricto, la norma más contundente, siempre proviene de nuestro interior. Somos nosotros mismos mucho más implacables con nuestros defectos, con nuestros errores, de lo que lo son los demás, y nos medimos y valoramos con mucha más dureza que a los demás.
Perdonamos con mayor facilidad el error de un amigo que un error nuestro, nos machacamos y nos castigamos con un rigor que desde luego, no merecemos.
Porque nadie es perfecto y nosotros tenemos tantos defectos como los demás, nos equivocamos como todo el mundo y en muchos momentos de nuestra vida nos dejamos arrastrar por las pasiones, permitiendo que cieguen nuestra poca o mucha cordura.
Cuando compruebo que mis errores no son tenidos en cuenta por mis amigos, o lo son mucho menos de lo que yo esperaba... cuando compruebo que mis amigos son mas indulgentes conmigo que yo misma... me pregunto quien estará mas equivocado.
Me equivocaré yo al exigirme una conducta siempre impecable que a todo el mundo satisfaga incluída yo misma? O seré yo quien se equivoque al no aceptar que soy tan imperfecta como el mundo entero y que todos los que me quieren son conscientes de mis imperfecciones y aún así me quieren y me aceptan?
Y si yo tengo claro que mis amigos no son perfectos, y pese a todo, con sus virtudes y sus defectos, los quiero por lo que son y tal y como son? Qué es lo que me lleva a no aceptar mis fallos, mis equivocaciones y torturarme de esa manera?
Por qué sencillamente no me limito a aprender de esos errores para intentar no volver a cometerlos, y después de pedir perdón y ser perdonada, perdonarme a mí misma?
Estarán todos equivocados? Seguro que no, seguro que lo único que pasa es que me niego, una y otra vez, a aceptar que las cosas no tienen mayor importancia que la que le queramos dar, y al parecer, yo me empeño inutilmente, en darle más de la que tienen.
Muchísimos besos a todos.

jueves, 15 de noviembre de 2007

FLOTAR

Hola amigos:

Hace algún tiempo, hice un comentario referente a un determinado estado de ánimo, al de la falta de ganas, al del peso del mundo sobre nosotros...

Hoy os hablo justo de lo contrario... hoy me he levantado sin peso, con la sensación de flotar... y os lo voy a intentar describir.

Es una sensación muy placentera, una sensación muy suave. Es la sensación de saber que el día puede ser muy largo y apasionante, tener ganas de todo.

Saber que a mi alrededor existen infinidad de cosas por descubrir, miles de sensaciones nuevas. Me siento grande y fuerte, me siento nueva, descansada y cargada de energía.
Puedo escuchar y sentir mi respiración, sin más. Puedo sentir como la sangre circula, como se alimentan y oxigenan mis células.
Me importa todo, pero no me preocupa nada. Sólo tengo unas incontenibles ganas de reir, por saber que todo lo que me ocurra lo recibiré bien. En otros momentos hubiera deseado no tener hoy que trabajar, ahora ni siquiera eso resulta un peso...
Mientras avanza el día esta sensación crece más y más... será que esta mañana, entre tanta sensación placentera, olvidé ponerme los trajes?
Muchísimos besos a todos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Tiempo de cambios

Hola a todos:
Esto pretende ser una contestación a la anterior entrada de Luis Miguel, que desde luego sólo explica lo que yo siento, lo que yo vivo, sin que sirva mi experiencia a nadie seguramente, mas allá de la simple curiosidad.
Tengo claro que tus respuestas, a mí no me servirían. Sé que provienen de tu propia experimentación, del conocimiento que así has adquirido, no de los libros que hayas podido leer, o de las conferencias que hayas podido escuchar.
Sé que el vino está bueno cuando lo pruebo y así me lo parece, y siempre fue así, pero agradezco que me digas que a veces, con determinadas luces, el color oscuro de la cocacola me puede inducir a un error y confundirla con un buen vino.
Pero cuando toda tu vida has pensado que los líquidos blancos son leche, los oscuros son vinos y los de colores zumos, integrar a tu vida que existen muchas otras bebidas resulta difícil, aunque también abre ante ti todo un mundo de sensaciones nuevas que desconocías, y eso, por lo menos a mí, siempre me resulta apasionante.
En ese tiempo de cambios, en momentos a ritmo un tanto vertiginoso... a veces resulta difícil no confundir sabores, no equivocarse y llegar a pensar que todo era más sencillo cuando sólo en tu mundo había tres bebidas. Pero sólo es un engaño de esa mente a la que le encanta controlarlo todo y poderlo catalogar.
Y creo que ahí estoy yo, en ese momento de cambios, constantes, diarios.... desde hace un tiempo.... y con falta de espacio para asentarlos debidamente. Porque aún me cuesta mucho cerrar los ojos antes de beber para intentar averiguar, antes de probarlo, qué estoy bebiendo. Supongo que sólo es miedo lo que me hace, una vez trás otra, dejar que mis ojos se abran cuando acerco el vaso a mis labios, para mirar qué líquido contiene antes de probarlo.
No sé cómo acabará esto, aunque supongo que, poco a poco, comenzaré a dejarme llevar lo suficiente para no abrir mis controladores ojos, porque si no es así, cualquier día me veo mirando tu dedo cuando señales la Luna...
Y ahora muuuuuuchísimos besos a todos, desde donde sólo siento.

Comprender y sentir.

Un saludo a todos de todo corazón.
Amiga Marola, hay una gran diferencia entre comprender y sentir. Tu comentario al mensaje de los "trajes de la mente" está lleno de honestidad, eso que falta ultimamente en casi todo. Dices que puedes entender algunas cosas como que "no somos nuestra mente". Pero no puedes sentirlo, y la diferencia es abismal. Es el "quid" de la cuestión. El salto cuántico que otras veces he comentado. Un antes y un después. Haces muchas otras preguntas con respecto a otros temas relacionados, pero te diré de antemano que no debo responder, si acaso indicarte por dónde comenzar a buscar. Porque si te respondiera comprenderías, pero no sentirías.
Me explico: Estamos acostumbrados a entenderlo todo, a entenderlo intelectualmente. Leemos algo y pensamos "es verdad, lo entiendo, qué razón tiene". Pero eso es sólo entrar de nuevo en el juego de la mente. No hemos hecho otra cosa que clasificar nuevamente un tema entre lo que comprendemos y lo que no, lo que nos gusta y lo que no. Pero al cabo del tiempo ese rótulo, ese concepto se diluye nuevamente. Le perdemos y quizá necesitemos recuperarlo. Cosa que hacemos cuando releemos o adquirimos un nuevo libro, o escuchamos una nueva enseñanza.
Nuestra generación es la de los maestros de papel cartoné.
¿Ves?
Pero lo necesario, lo importante es adquirir ese conocimiento a nivel celular. El viejo ejemplo del vino puede servirme, pero quizá se quede corto. Aunque leamos cientos de páginas, escuchemos conferencias y demás sobre el vino, sobre sus ventajas y desventajas, sólo probándole adquiriremos la experiencia.
Sentiremos en vez de comprender intelectualmente.
¿Qué es entonces lo que te falta? Pues sentir, vivir la experiencia, y ESO, no te lo puedo explicar. Podrías entenderlo, discutirlo, explicarlo, pero no sentirlo.
Ahí entonces reside un poco la FE en los maestros y sus enseñanzas. No la cristiana, de que las cosas son como son. Si no la que dice que si practicas, y después practicas, con diligencia, con pasión, un día pasará algo.
De que a mí me pasó algo.
Algo que no puedo explicarte, pero que hará que sientas. Que el comprender se integre en tus entrañas, sin que la mente tenga nada que ver. Y las palabras no te servirán porque escribas lo que escribas, todo se quedará corto.
Este tema es largo y se podría escribir mucho, pero eso sólo contentaría a nuestras mentes ávidas de trabajo y de tener algo en lo que pensar.
Espero haberte sido de ayuda. No quisiera convertirme en "el dedo que apunta a la luna".
Gracias a todos, los que sienten y los que comprenden, por estar ahí fuera.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Los trajes que llevo en la mente.


Un saludo a todos de todo corazón.

En su último mensaje, Mariola descubrió que podía escuchar varias voces en su mente, y que además podía identificarlas. Nos encontramos ante una faceta más del error psicológico inherente a la mente humana.

Me explico: Ya no solamente quedamos asociados a nuestra mente, no como herramienta memorizadora y clasificadora de datos, sino como ente integrante e indivisible de nosotros mismos. No. Es que además pensamos que se trata de una entidad única. Y no es así.

Al quedar controlados/apegados a nuestra mente, nunca me cansaré de repetirlo: tu mente no eres tú, automáticamente le damos una entidad única. Aseguramos que somos un sólo yo, o ego. Pero si te fijas muy atentamente veras que no es así. Hay varias voces, varios paquetes de pensamiento, recuerdos, deseos, prejuicios y creencias, que parecen viajar juntos, formando una entidad un poco más independiente y autosostenida. ¿Suena raro? No lo es tanto si lo vemos con unos ejemplos. Me gusta llamarles, en vez de voces, "trajes", ya que son trazos mentales que van poniéndose y quitándose según las circunstancias. A veces soy el médico, y otras veces el padre de familia. Si no me fijo parecen la misma entidad, pero en realidad no es así. Actúan, hablan, reaccionan y demás de forma totalmente diferente. Otras soy el amante, el amigo, el hijo, el vecino, y así sucesivamente. Nos vamos cargando durante nuestra vida de una serie ilimitada de "trajes" cada uno con sus reglas, peso y complejidad.

Qué pesado, ¿verdad?, andar por ahí cambiándonos de vestimenta continuamente, teniendo que estar muy pendientes de esto o aquello. ¿Cómo podría aliviar e incluso eliminar esta carga?

Pues es muy sencillo, pon un poco de atención y consciencia a tu vida. Al principio sólo podrás identificarles. Pero eso ya es mucho, cuando antes ni sabías de su existencia. Luego iras conociéndoles perfectamente, siendo consciente de cuando aparecen, y de como reaccionan. Después si sigues vigilando (no les juzgues, ni te opongas, sólo observa) serás capaz de dejarles atrás, porque la luz de tu mirada hará que simplemente dejen de estar ahí. Y os aseguro que es una sensación liberadora. Porque cuando hace mucho calor, ¿para qué andar vestido hasta el cuello con varias capas de abrigo?

Ropita la justa.

Gracias a todos por estar ahí fuera, abrigados y frescos.

sábado, 10 de noviembre de 2007

El recuerdo de María.

Esta noche, por vuelta de las dos de la madrugada, sin ningún tipo de sufrimiento, tras dejarse dormir plácidamente, ha fallecido en una habitación de hospital, María.
Primero, debo decir, que es la madre de una de mis mejores amigas, amiga a quien respeto, y a quien debo mucho más que estas simples letras. Después, debo recordar que fue una persona bondadosa, de inteligencia muy superior a las de quienes compartimos época, y muy lúcida en sus aseveraciones. De hecho la última que se me grabó en la memoria es la de su despedida, hace apenas unos días, cuando, con fría certeza, nos aseguró a mi esposa y a mi, que ésa sería la última vez que nos veríamos en esta vida, ya que según decía, podía sentir la cercanía de la muerte.
Noventa años, inteligencia mantenida hasta el último día, y una salud de hierro, que se fue oxidando muy poco a poco, casi en silencio, dejándose ir sin alborotos ni aspavientos, sino suavemente, como si mantuviese el control hasta en el más significativo de los momentos.
Mis más sentidas condolencias a sus allegados, que más que amigos, considero familia propiamente desde hace no poco tiempo.
Milagros, Raúl, Valle, perdonadme el no estar este fatídico día junto a vosotros. Siento en el alma vuestra pérdida, que guardo como mía.
Un adiós para María.
Que no se olvide su recuerdo.

Dialogar con nosotros mismos

Hola a todos:
El otro día decía en el blog de guerreros Luis Miguel, que seguramente la soledad, la desconfianza, etc, etc… nacen de un conflicto interno, y que ese conflicto interior trascendía a nuestra relación con los demás.
Creo que tienes mucha razón, porque constantemente existe esa disyuntiva, entre lo que quiero ser, lo que soy, y lo que no quiero reconocer que soy…
Aquí conmigo conviven tantas personas que a veces ese diálogo interno es difícil. Conmigo vive la Mariola que ahora escribe, la que quiere, la del corazón, pero también hay muchas otras… la miedosa que se paraliza, la que sueña todo el tiempo, la que lucha, la soberbia que le gusta presumir de sus logros, la que se enfada, la que se rodea de un castillo inexpugnable y llora cuando nadie la ve, la que confía, la que desconfía…
Diálogo? Uff, a veces es difícil, porque muchas de esas personas que viven en mí y conmigo no respetan el lógico turno de palabra, no escuchan otras opiniones y claro… pasa lo que pasa, se sobrecarga el circuito y cesa el flujo de energía por unos instantes…me quedo sola, o mejor dicho me siento muuuuy sola…
Entonces ocurre algo… la energía vuelve a fluir, y me reinicio, se resetea el sistema… y aparece todo con claridad… entiendo en ese momento que yo soy todo y nada, porque soy todo eso y mucho mas… mi mente y mi corazón forman parte de mí, pero sólo eso, sólo son una parte de mi…
Muchísimos besos a todos

jueves, 8 de noviembre de 2007

Como decíamos ayer



Es cierto que ultimamente me había "olvidado" un poco de seguir mostrando los ejercicios de Chi-Kung. Ya no digo del Reiki, que quedó muy atrás en el blog.
Pido disculpas por ello, y parafraseando a Fray Luís de León, al continuar sus clases en la Universidad de Salamanca después de pasar una temporadita en prisión, continúo el hilo del tema con un:
"Como decíamos ayer"...

EMPUJAR MONTAÑAS.
Sirve para desarrollar la fuerza de los brazos y las manos. Beneficia a quien sufre artritis, reumatismo, problemas renales y dolor de espalda.
De pie, erguido y con los pies casi juntos, colocar ambas manos en los costados del cuerpo a la altura del pecho, los brazos doblados por el codo y las palmas hacia el frente. Inspirar suavemente mientras se imagina la energía cósmica fluyendo hacia el interior. Avanzar las manos presionando con suavidad como si estuviéramos tratando de empujar algo (no en vano se denomina empujar montañas) y expulsar el aire con suavidad. Retroceder hasta la postura inicial e inspirar.
En mi caso me gusta visualizar una gran montaña que voy empujando suave pero contundentemente, cada vez que repito el ejercicio.
En breve (de verdad, prometido) mostraré una serie de ejercicios combinados junto con éste cuya finalidad es fortalecer el cuerpo, los huesos y los tendones, con resultados algo más que asombrosos.
Gracias por la paciencia.

martes, 6 de noviembre de 2007

La confianza

Hola a todos:
A menudo me pregunto qué es, en qué consiste la confianza...
Es creer? es simplemente fiarte de otra persona? Es anticipar su reacción? incluso su acción?
Hoy he tenido una breve conversación sobre este tema, al hilo de la necesaria confianza que debe presidir una relación de pareja.
La conversación partía de un punto a mi entender, erróneo y muy perjudicial. Hay un programa de radio en el que por la mañana hacen "pruebas de confianza" a las parejas de quienes lo soliciten. Para mí el punto de partida es erróneo, porque si necesitas que tu pareja supere una prueba para confiar en él o ella, es que ya la habías perdido, y si la perdiste... se te perdió a tí y no creo que nadie te la pueda devolver...
Comentábamos que muchas veces la desconfianza surge de los comentarios de terceras personas, a los que otorgábamos mayor credibilidad que a nuestro amigo, o nuestra pareja... y yo me planteo que si confío mas en otra persona, muchas veces casi un simple conocido... hay un grave fallo de base en la confianza hacia esa pareja o ese amigo... y difícil solución tiene.
Confiar, para mí, es tener la absoluta certeza de que alguien no te va a traicionar, no te va a dañar, al menos de forma consciente y voluntaria. Confiar un secreto es saber que va a ser guardado, confiar un problema es saber que vas a ser escuchado, confiar en un amigo es saber que te quiere sin necesidad de que tenga que hacer ni decir nada especial para demostrarlo a cada instante, confiar en tu pareja es siempre otorgarle mayor credibilidad que a nadie porque es la persona con quien mas cosas compartes, con quien estás más íntimamente unido...
Esa confianza no sé de dónde nace pero sí creo que debe ser renovada de forma constante... y desde luego nunca ser probada a modo de programa de radio... Creo que si alguna vez alguien me sometiera a una prueba así, inmediatamente perdería la confianza que en esa persona deposité, porque seguramente, la confianza tiene mucho que ver con la reciprocidad, la complicidad y el cariño... y muy poco con el miedo y las dudas...
Muchísimos besos a todos

martes, 30 de octubre de 2007

Las tres reglas.

Hace un tiempo, un viejo maestro de esos que ya apenas existen, me dijo unas palabras que quisiera compartir con vosotros.
Decían más o menos así:
"Antes de emprender el camino espiritual debes comprender tres reglas básicas.
La primera es: no creas lo que te digo. Aunque me consideres un maestro, nunca olvides que mis palabras son el resultado de mi experiencia única y personal, de mis relaciones, recuerdos y juicios. No obstante, detrás de todo este conglomerado, puede que se oculte algo de la Verdad.
La segunda regla dice que cuando hables contigo mismo, cuando escuches a tu mente, recuerda que te miente siempre. La mente es una herramienta, es como un caballo desbocado que debes aprender a controlar o te llevará donde ella quiera, sin que puedas hacer nada para evitarlo.
La tercera regla es que cuando oigas hablar a los demás no les tomes demasiado en serio. En realidad las personas no hablan contigo. Escupen palabras, pero se trata del juego de sus propias mentes desbocadas hablando consigo mismas. Presta atención cuando te hablen, se cortés y gentil, pero recuerda que la intención última no es contigo o contra ti, sino que gritan para escucharse a ellas mismas."
No puedo evitar que se me escape alguna lágrima al recordar estas palabras tan sabias.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

lunes, 29 de octubre de 2007

Perdonar a la vida

Hola a todos:
Esta entrada está inspirada en la anterior de Luis Miguel, y habla sobre el perdón que mas tiempo y esfuerzo me costó, pero el que más felicidad me dió a cambio.
En algún momento de la infancia me convencí, equivocadamente, que la vida era justa, que existía siempre un buen final, y que sólo si actuaba mal, recibiría alguna bofetada de la vida, estaría triste, me dolería.
Poco a poco comprobé que las cosas no siempre fncionan así. Oía hablar de guerras, de terremotos, sabía de niños gravemente enfermos... y un día conocí a la muerte.
Pero, pese a que ya había sentido en mis entrañas alguna de esas bofetadas de la vida, a las que no encontraba sentido ni justificación, de pequeños somos dados a perdonar, a olvidar el dolor con la misma velocidad con que se presenta.
Ya de adulta, de muy adulta, la vida me dió un revés sin sentido, y claro, ya había perdido esa frescura de la infancia para perdonar y olvidar. Analicé, busqué respuestasy no las encontré... y me enfadé.
Me enfadé con la vida, por ser injusta, me enfadé conmigo y con el mundo, decidí sencillamente que yo no había merecido eso, y en ese enfado me quedé.
....y encima me quedé sola porque el dolor no se comparte. Mi amigo puede sentir dolor al ver el mío, pero yo sigo teniendo el mío y mi amigo tendrá el suyo, y mi hermano el suyo, y así se va extendiendo pero el mío no se reducirá con el sufrimiento de aquéllos que me quieren y a los que yo en esos momentos casi ni puedo ver.
Hasta que un día, bendito día, me doy cuenta de que he paseado mi dolor conmigo todos los días, cada minuto y cada segundo.
No le he dado respiro, lo he alimentado y lo he engordado...
Y mientras me he perdido tanto....
Lo perdido ya no lo puedo recuperar, pero decido dejar mi dolor a un lado, aprender a convivir con él y no a vivir dentro de él, para él y por él. Le dí a mi dolor unas merecidas vacaciones... y desde entonces, sólo me visita a veces, respetuoso y discreto, para después marchar por donde vino y hasta la próxima.
Ese día perdoné a la vida porque entendí que tal vez, de alguna forma, en alguna medida, sí fue justa conmigo... porque me ha dado la posibilidad de tener la suficiente cordura como para entender... que he recibido de esta vida mucho mas de lo que me ha quitado, seguramente mucho mas de lo que yo nunca le he dado a ella.
Muchísimos besos a todos.

Dar el perdón


Hace tiempo escuché de boca de alguien a quien respeto profundamente un cuento que me viene como anillo al dedo para iniciar el tema que hoy propongo. Decía más o menos, algo como esto: Una mujer destrozada por la muerte de su hijo pequeño, llevo el cadáver de éste ante el Maestro buscando una solución. "Coge el cuerpo de tu pequeño y llévale de casa en casa hasta que encuentres una familia donde la muerte no haya hecho acto de presencia. Entonces resucitaré a tu hijo", fue la contundente respuesta que obtuvo, así que acto seguido emprendió su búsqueda.

Ni que decir tiene que unos días después descubrió dos cosas importantes. La primera era que allá donde fuese la muerte había hecho mella en uno u otro miembro de cada familia. La segunda, que no podía cargar más con su pequeño fallecido, porque empezaba a descomponerse, y era la peor de las torturas. Así que se despidió de él, pudo enterrarle, y este sufrimiento fue totalmente liberador para ella. Luego, imbuida de una visión nueva, fue en busca del Maestro para seguirle durante el resto de su vida.

Hoy no quiero hablar de la muerte. Sin embargo, como en el cuento, ¿cuántos cadáveres llevamos colgados del cuello, y apilados sobre nuestras espaldas? ¿No nos asfixiamos por el hedor?
Cuando una persona hace algo que nos ofende, o nos falla de alguna manera, ¿no hacemos algo parecido? Creamos una lesión, como una herida que no cura, sino que se descompone, que duele, que empeora, y que, al final, se gangrena. Vamos de casa en casa exponiendo nuestras heridas, cargados con nuestros despojos malolientes, no buscando una solución, sino más bien una confirmación. Unas palmadas en la espalda que nos permitan movernos a la casa siguiente.
¿Y de qué vale todo esto? Tantas lamentaciones, tanto sufrimiento, tanto desperdicio de energía, de salud, de bienestar...
No, me niego rotundamente a entrar en este juego de auto-compadecimiento. Así que estos días he hecho algo totalmente nuevo, y debo reconocer, algo sorprendente incluso para mi.
He perdonado a todos aquellos que me habían ofendido, he roto las cadenas, y al fin y al cabo, me he liberado de todos ellos para siempre.
¿Es eso poner la otra mejilla? ¿No te expondrás a nuevos desplantes y desilusiones con los mismos a las que has perdonado?
Me han preguntado varias personas amigas durante el fin de semana.
Y rotundamente he de decir que no. Perdonar implica como he dicho una gran liberación personal, en cuanto a el daño que poseía, porque el rencor hacía de filtro a la hora de poder interactuar, presionándome.
Pondré un ejemplo, cuando vamos caminando y nos encontramos una serpiente de cascabel en medio del camino, amenazante, ¿qué hacemos de forma natural? Creo que instintivamente nos alejamos del peligro, sin más. No hacemos grandes deliberaciones, identificamos el riesgo y actuamos. Ilógico sería ir a abrazar a la "hermana" serpiente lleno de intenciones ilusorias, y por supuesto de una buena cantidad de mordeduras. Pero tampoco sería factible llenarnos de un odio atroz contra las serpientes, aniquilando con furia cuantas apareciesen ante nosotros, así como cualquier cosa que nos la recordase.
El miedo, el rencor, el odio, y la furia, son enfermedades de nuestra mente, que anidan en nuestro interior despertadas por alguna situación o por alguien, pero que luego continúan su existencia creciendo, invadiendo, y controlándonos, muchas veces ya independientemente de quien las produjo. Lo repetiré una vez más: independientemente de quién o qué las produjo.
No de eso nada.
Perdono de corazón a todos aquellos que me perjudicaron, y a todos aquellos a los que he guardado un profundo rencor.
Si alguna vez escucho el silbido del cascabel ya sabré apartarme lo justo para evitar el mordisco, y si me muerden otra vez y quiero buscar un culpable, que sea mi persistente falta de oído.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

jueves, 25 de octubre de 2007

Todos tenemos uno

Hola a todos:
Yo sé que todos tenemos un corazón, seamos buenos, seamos malos, porque no creo que nadie sea específicamente bueno o malo, sino que, según las circunstancias, actuamos bien o mal. Ese bien y ese mal encima son relativos, lo que para mí está bien, para tí está mal o viceversa.
Sé que todos pensamos que hay alguna gente fuera de estos patrones, asesinos, genocidas, terroristas, y seguro que es así, seguro que hay gente cuyo corazón murió un día y no se dieron cuenta, pero yo hablo para la generalidad de los mortales.
A diario nos tropezamos con gente que parece actuar mal por el simple placer de hacerlo, gente que hace daño gratuitamente. Pero esa es sólo nuestra sensación, porque no conocemos ni sus razones ni sus miedos, ni tampoco sus motivaciones.
Yo siempre he creído que todos tenemos un corazón, que late desde antes incluso de nacer, y que late sin necesidad de que le demos órdenes conscientes. El corazón funciona de forma autónoma solo, por sí mismo.
Podemos ignorarlo, podemos negarlo, incluso intentar congelarlo, endurecerlo... pero late, de forma constante, cada minuto del día y de la noche... y tarde o temprano, en la soledad de la noche, aprovecha un despiste de nuestro cerebro que se ha propuesto no escuchar, y nos habla, y nos grita...
Ese es el momento en el que pagamos nuestras facturas, en el que respondemos de ese daño gratuito que hemos hecho, o recibimos esa sensación de placer y gratitud de haber actuado bien. En esos momentos de diálogo directo con nuestro corazón no sirven las excusas, ni las justificaciones, ni podemos ser ayudados por nadie.
Ese corazón nos habla sin disfraz, nos mira directamente a los ojos, y su condena es la más dura que se pueda imaginar, porque es la nuestra, la que nosotros mismos nos hacemos.
Sé que todos los que leais esto, habréis tenido que responder algún día ante vuestro corazón, porque sé que todos, absolutamente todos, tenemos uno, y sé que todos, en algun momento, hemos cometido errores o hemos causado dolor.
Y también creo que mientras más a menudo dialoguemos con nuestro corazón, seremos mejores personas y seremos más felices, porque del corazón no nace el odio ni el rencor, no nacen la envidia ni los celos... y menos aún la venganza.
Muchísimos besos a todos.

jueves, 18 de octubre de 2007

AYUDANOS A EXPRESAR LA OLA DE AMOR

help us spread the LOVE wave

----------------- Boletín Mensaje -----------------
De: ~ The Wave
Fecha: 18 oct 2007, 18:23


Our intention on



All who yearn for peace, love & healing on our planet

United together in Song, Prayer and

Meditation on Nov. 11th @ 11:11 am

in your own time zone

Share this with everyone you know!

Join us in creating the butterflies wave.



BIEN, PREPARAROS PARA FORMAR PARTE DE LA OLA MAS GRANDE DEL MUNDO.
UNIROS A VUESTROS AMIGOS Y RECORDAR ESTA FECHA 11 DE NOVIEMBRE Y RECORDAR ESTA HORA 11:11 AM.
TODO EL MUNDO HARA MEDITACION U ORACION Y CANTARAN, LO IMPORTANTE SON LOS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS POSITIVOS DIRIGIDOS A LA TIERRA ESTE PLANETA QUE NOS AMAMANTA.
DIVIDIDO EL MUNDO POR FRANJAS HORARIAS EL EFECTO SERA TAL QUE VIBRARÁ LA TIERRA EN ONDULACIONES, NUESTRA ENERGÍA ESTARARA UNIDA A LA DE TODAS LAS PERSONAS DEL PLANETA Y SERÁ TRASPORTADA AL REDEDOR DE LA TIERRA POR LA CADENA DE HORARIOS, CUANDO EN UN LUGAR TERMINE LA MEDITACION EN OTRO EMPIEZA Y ASI HASTA DAR LA VUELTA EN 24 HORAS.

QUEREIS PARTICIPAR EN ESTE PROYECTO?
CREAR UNA OLA DE MARIPOSAS, UNA OLA DE LUCES DE ESPIRITU, CABEZAS PENSANTES Y CORAZONES PUROS.
PIENSA EN ALGUN LUGAR QUE TE HAGA SENTIR PAZ Y EXPRÉSALA, PIENSA EN LA HARMONÍA COMO CUANDO OYES EL CANTO DE LOS PÁJAROS Y OYES EL SONIDO DE UN RÍO, PIENSA EN LA SUAVIDAD DE COMO EL VIENTO MUEVE LOS ARBOLES Y SIÉNTETE EN LAS NUBES, SIENTETE FLOTAR:
"TU FORMAS PARTE DEL UNIVERO LO MISMO QUE LOS ARBOLE Y LAS ESTRELLAS POR ESO TIENES DERECHO A SER LIBRE Y A VIVIR" (Desiderata)

ATENTOS ENTONCES, OS LO IRE RECORDANDO.
UN SALUDO PARA TODOS
rosa de los vientos

Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana...

Hace una eternidad o quizá unos pocos años, depende del punto de vista que quiera tomar, me pasó algo que me marcó profundamente.
Era un joven bastante altivo, e impartía clases, en un centro ya extinto, que se publicitaba como "escuela tradicional de artes marciales".
Una tarde al salir de mis clases me encontré con una estampa que parecía salida del National Geographic. Frente a mí, al otro lado del estrecho pasillo, se encontraban tres monjes budistas japoneses, dos jóvenes franqueando al de más edad, con sus vestimentas azafran y negro, y sus amplios rosarios de madera casi rozando el suelo.
Me quedé pasmado. Luego supe que se trataba de una pequeña embajada recién llegada, que iba a participar en una semana cultural que comenzaba en la ciudad al dia siguiente. Uno de mis compañeros viajaba con frecuencia a Japón, y se hospedaba en su templo, así que los monjes habían ido a visitarle.
En ese momento tuve miedo de ir a conocerles, no sé bien por qué. Practicaba budismo desde los nueve años, pero ni siquiera me atreví a abrir la boca. Sólo les observé muy ilusionado. Cuando llegó el momento, el tal compañero me los presentó. Con una gran sonrisa estreché las manos a los dos jóvenes. Cuando me dirigí al monje de más edad, éste me lanzó una parrafada en japonés, lengua desconocida para mí en aquel tiempo, de la que por supuesto no entendí ni jota. Luego me puso las manos sobre la cabeza y empezó a rezar "Om Mani Padme Hum", repetidamente con un tono muy musical. Como digo me quedé pasmado, patidifuso, y totalmente bloqueado.
Una vez acabo de recitar el mantra (¡durante 108 veces!) me agarró de los hombros, me soltó otra parrafada, incomprensible para mí, pero llena de afecto y compasión. Y se marchó riéndose con una carcajada sonora y energética, dejándome apavorado.
Luego en los vestuarios los demás compañeros me preguntaban pero ni yo mismo sabía lo que habia pasado ni por qué. Sólo cuando pregunté a su amigo, y mío claro está, pude entender algo de aquella situación.
"Te han hecho una iniciación", me dijo. "¿Cómo?", respondí perplejo.
"Cuando un monje budista empieza una vía espiritual, es iniciado por un maestro, bendecido por decirlo de una manera más occidental, en el nuevo camino que se presenta ante él".
"Guau", pensé, "pero... ¿una vía espiritual?".
Han pasado casi quince años, y ahora lo veo todo claro y diáfano como el cielo azul al otro lado de la ventana. Incluso , sin consderarme maestro de nada, que no lo soy, he tenido el honor de "bendecir" o "iniciar" a otros en sus caminos.
No sé por qué, de repente, aquel recuerdo ha aparecido nuevamente en mi memoria, y he querido compartirlo con vosotros.
Al fin y al cabo fue hace una eternidad, o hace apenas un momento.
Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana...

miércoles, 17 de octubre de 2007

Lo que no mata, engorda

Hola a todos:
La mayoría de los refranes y dichos populares contienen en sus palabras grandes verdades. "Lo que no mata, engorda"... que gran verdad... todo lo que no me destruye, me construye, de todo aprendo. Todo, al fin y al cabo, me ayuda a crecer.
Hay muchas ocasiones que nos vemos envueltos en situaciones muy desagradables, de esas que consideramos que no merecemos, y seguramente es así. Podemos enfrentarlas de muchas formas: podemos enfadarnos con la vida, podemos acumular mucha rabia, podemos dejarnos paralizar por el miedo...
Podemos afrontarlas de forma directa y saber sacar de ellas algún partido. Puede ser relativamente fácil, si tenemos presente que nosotros somos más y distintos de lo que podamos sentir en un momento puntual.
Pondré un ejemplo gráfico. Supongamos que la situación desagradable es que alguien nos echa encima un jarro de agua fría. La reacción puede ser asustarnos porque no lo esperábamos, enfadarnos, intentar devolver la jugada, pero... al fin y al cabo, lo único que nos va a cambiar ese agua fría es quedar durante un rato mojados y tal vez, con un poco de frío... pero poco después, volveremos a entrar en calor y estaremos secos.
Nos puede aportar algo el agua fría? Pues si, como todo. Seguramente estaremos un poco más alertas, para abrir antes el paraguas, o ganaremos en reflejos para esquivar el próximo jarro.
Lo demás es perder el tiempo y gastar energía. Enfadarse, o preocuparse por si algún día vuelven a tirar sobre mi cabeza otro jarro de agua fría. No conozco los motivos que movieron a alguien a echarme ese jarro de agua fría, y tampoco me importan. El los conocerá, tendrá sus razones, equivocadas o no y algún día deberá responder ante sí mismo de los jarros que haya derramado.
Yo sólo tendré que responder de mis actos, de mis pensamientos, de mi forma de sentir, y lo haé con gusto mientras mantenga la claridad suficiente como para saber que el agua sólo moja, y sólo lo hace un rato...

Por el momento, tengo claro que ese dicho contiene una gran verdad, y a mí me ha salido un gran michelín.

Muchísimos besos a todos.

martes, 16 de octubre de 2007

El otro lado

Hola a todos:
A menudo nos suceden cosas en nuestro día a día que nos hacen replantearnos cuestiones que creíamos tener firmemente asentadas.
Son esas situaciones que nos hacen ver el otro lado, ese que nunca hemos querido ver, aunque hubiera sido muy sencillo.
El médico que se convierte un día en paciente, el abogado en parte de un juicio, el periodista en entrevistado, los hijos que un día se hacen padres...
El otro lado nos hace comprender mejor las cosas, amplia nuestra perspectiva. Sé que no todos los pacientes viven lo mismo, ni todos los médicos, los abogados, los juzgados, los hijos o los padres. Cada uno vive lo que vive, es muy personal, pero siempre hay unas notas comunes.
El paciente teme por su futuro, el enjuiciado por su libertad o su patrimonio, el hijo cree que sus padres no le comprenden.
Pero el padre seguramente recuerda haber tenido esa misma sensación cuando era un niño o un adolescente, el médico que un día fue paciente y sintió ese mismo temor, seguramente desarrollará más paciencia y comprensión en el futuro. Y el abogado será capaz de defender a sus clientes con mas y mayor humanidad si un día pudo estar al otro lado.
Claro que hay veces que la gente utiliza su conocimiento del otro lado para lanzar sus ataques mas despiadados, pero... nadie dijo nunca que este mundo fuera justo.
Solo se que hoy he podido visitar el otro lado, y que allí aprendí muchas cosas. Sé que este aprendizaje de hoy me servirá para sentirme mejor en muchas ocasiones, porque me sentiré más cerca de mucha gente, en mi vida, en mi trabajo, en mi mundo...
Una cosa: para estar en el otro lado, hay que quedarse fuera... parece un contrasentido pero no lo es. Hay que verse allí pero con perspectiva, observando, porque si entras por completo, tu mente te situará sólo a un lado y volverás a perder tu perspectiva. Y el observador siempre es un poco, sólo un poco más objetivo.
Muchísimos besos a todos.

jueves, 11 de octubre de 2007

EL OM


EL OM LA VIBRACIÓN DEL UNIVERSO, TODOS AQUELLOS QUE PRACTICAN MEDITACIÓN O LA HAN PRACTICADO SABEN QUE ESTA VIBRACIÓN NOS COMUNICA CON EL SER. ES UN SONIDO QUE CUANDO SE REALIZA EN GRUPO ADQUIERE UN LLAMADO PROFUNDO AL CENTRO DEL UNIVERSO. SE PIERDE LA FORMA, SOLO EXISTE EL SONIDO, SOLO EXISTE LA VIBRACIÓN DEL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN.

Mente de niños

Hola amigos:
Hace poco ocurrió algo con mi sobrino que os quiero contar. Tiene 6 años y su madre fue a recogerlo al colegio con una foto trucada en el ordenador, y que lo había convertido en un gnomo.
El niño al ver la foto empezó a poner cara de entusiasmado... la foto era una evidencia indiscutible. Era él mismo y era un gnomo. A sus amigos les pareció increíble que su amigo hubiera sido un gnomo, todos los conocía, estaban al lado de un antiguo gnomo, eran sus amigos...
Mi hermana le decía que si no recordaba el tiempo en que fue un gnomo y el niño respondía que no, pero su emoción ante la foto no disminuía. Según fue reaccionando, empezó a preguntar qué había hecho para convertirlo en un niño normal como era ahora.
Mi hermana le dijo que a base de mucha paciencia y masajes en la orejas se las dejó redonditas, la nariz, los ojos, las cejas... y el niño flipaba, los amigos alucinaban.
Finalmente, les explicaron que todo era una broma, un truco del ordenador y lo entendieron aunque, claro está, quedaron algo decepcionados.
La mente de los niños funciona así... primero se entusiasman y disfrutan, luego preguntan, piensan, recuerdan... no sé en qué momento de nuestro crecimiento, de nuestro desarrollo invertimos el orden del proceso.
Los adultos miran de lejos, comparan, catalogan, clasifican y una vez superados los controles y filtros, a veces disfrutamos y rara vez nos entusiasmamos.
Bueno, algunos adultos... porque también los hay capaces de disfrutar sin tanto miramiento... pero eso está al alcance sólo de aquéllos que saben encontrar en la vida todo lo que un niño es capaz de sentir a cada instante... el entusiasmo, la ilusión, la fantasía, la imaginación, la alegría y la curiosidad, dejando para despues entender el funcionamiento de las cosas, las razones o los porqués.
Un beso para todos los que alguna vez miraron debajo de las setas buscando un gnomo... y aún se acuerdan.

domingo, 7 de octubre de 2007

La capa de fino polvo o la separación de los opuestos

El bien y el mal, cuerpo y corazón, (o cuerpo y alma), ángel y demonio, son todos ejemplos de lo que quiero hoy llamar la separación de los opuestos.
Pero, ¿es esto realmente así?. ¿La realidad de las cosas se compone de binomios, de polos, o quizá no es más que un punto de vista?
Para vivir en nuestra sociedad actual usamos una herramienta fundamental y poderosa, la mente humana pensante. Es muy útil, pero también muy posesiva y acaparadora. El caso es que esta mente sólo puede funcionar de una manera, y es juzgando, clasificando.
Y es en esta clasificación donde reside la división, la separación a la que me refiero.
Decimos me gusta esto y no lo otro, constantemente, ¿verdad? Aunque sean cosas banales. Esto es bueno, (me gusta) y aquello malo (no me gusta). Hacemos elecciones de todo, otorgando un valor positivo y negativo aquí y allá sin control. Pero, ¿tenemos razón en nuestras elecciones?. ¿No nos damos cuenta de los problemas que ocasionamos en todo momento que nos movemos de un polo a otro en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos? ¿Somos conscientes del gasto de energía que ocasiona el vivir de este modo?
Creemos que hay bien y mal, cuando la mayoría de las veces ambos coexisten en todos nosotros como una entidad global y no como entidades mayoritarias. Juzgamos a alguien hoy por un destello, y le etiquetamos para siempre, o por lo menos hasta cuando ocurra algo que nos haga cambiar de opinión, quién sabe, quizá años después, mucho sufrimiento después.
Si hasta a nosotros mismos nos etiquetamos como entes separados, mi cuerpo, mi alma, mi mente, mi corazón. ¿Alguna vez nos paramos a observarnos seriamente? ¿A sentirnos como globalidad? ¿A experimentarnos como somos?
Diría que no.
Pero también diría que hoy hay más personas que empiezan a tener destellos de conciencia de estos pormenores con mayor frecuencia. Aquellos a quienes escrituras de más de mil años de antiguedad describen como los que tienen una fina capa de polvo sobre sus ojos. Muchos que consienten su sufrimiento, como el resto, pero son más conscientes de ello. Quizá en esta fase son un poco masoquistas, y sus egos aún dan algunos coletazos, "mi ego", "mi vida", "mis recuerdos", "mis sueños".
Ya falta poco para que una suave brisa de amanecer sople sobre sus ojos y se lleve esa fina capa de polvo. Y puedan ver.
Y sean libres.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

viernes, 5 de octubre de 2007

Mas allá del bien y del mal

Hola amigos:
Yo no estoy mas allá del bien y del mal... aún estoy muy lejos, aún me equivoco una y otra vez, aún reacciono mal y cometo los mismos errores...
Luis Miguel hizo un comentario a mi anterior entrada... qué defendemos cuando nos sentimos atacados? No sé los demás... pero yo defiendo mi ego, precisamente lo que ni debería defender ni lo que necesita que se defienda.
Porque yo entiendo que mi ego es lo que yo identifico como mi identidad, mi persona, y eso es un grave error. Yo no soy ni mi mente, ni mi cuerpo, ni mi corazón, por eso, un ataque a ese ego no me puede afectar, es como si lanzaran la bomba al sitio equivocado... pero parece que, aunque lo sé, no termino de entenderlo.
Yo soy mucho más que mente y corazón, por separado y en conjunto... yo soy un infinito de posibilidades que a diario crece, con independencia de que yo sea o no consciente de ese crecimiento, y que los demás lo valoren o lo comprendan, lo acepten o lo respeten.
Por alguna extraña razón y por mucho que estemos convencidos de que nuestra acción es la correcta o nuestros pensamientos los adecuados, parecemos necesitar la aprobación de quienes nos rodean, y hasta cierto punto, es natural pretender que todas las personas a las que amamos nos entiendan y apoyen, nuestros amigos, nuestra familia.
Pero no es necesario para ser felices ser entendidos ni aceptados y menos aún si el rechazo proviene de un extraño. Para que defendernos ante una agresión de alguien que ni remotamente nos conoce? que nos rechaza por sistema, sin tener ni un atisbo de conocimiento sobre lo que rechazó?
Nos disminuye el insulto de un extraño? por qué? yo soy yo con o sin la aprobación o el rechazo de otros. Yo soy igual y permanezco aunque no me entiendan, aunque no me apoyen, incluso aunque me desprecien. No necesito la comprensión de un extraño para crecer, no necesito que nadie me explique como sentir, como pensar, y menos aún que me lo diga aquél que no es capaz ni de imaginar lo que se mueve en mi interior.
Y pese a saberlo, una vez tras otra me siento herida, me siento disminuída, y me defiendo... cuando en realidad, la bomba no dió en el blanco, porque iba muy mal dirigida.
Muchísimos besos a todos.

La rabia del tigre

Hola amigos:
Hoy he hecho algo de forma impulsiva, y la verdad es que seguramente será mal recibido, pero... tampoco os voy a engañar, no me arrepiento de nada de lo que he dicho.
En el blog de guerreros el tigre hablaba sobre su rabia y yo le he dicho que él era peor que quienes hace veinte años, siendo niños, tanto dolor le causaron.
Reitero todo lo que en su momento, en aquel blog, hace unos meses, dije acerca de la rabia y suscribo muchas de las cosas que otros cuantos dijeron, y lo relaciono con algo que se habló aquí, en este espacio hace pocos días, sobre el sufrimiento consentido y la diferencia entre el dolor y el sufrimiento.
Si hace veinte años alguien te dañó y aún sientes rabia, el responsable de tu actual situación, de tu rabia y tu sufrimiento, eres unicamente tú, y no aquéllos niños que entonces, con catorce años, te hicieron blanco de sus burlas. Es tu propia actitud, la que constantemente hace que evoques aquéllos malos momentos, en lugar de centrar tu atención en el día de hoy y en todo lo que a tu alrededor se produce.
Luis Miguel dijo entonces a alguien... "si alguien te regala un saco de mierda... lo llevarías contigo eternamente?"... pues eso opino yo ahora de la situación que el tigre describía.
Lo triste y seguramente, por el momento, lo inevitable... es que leyendo mis palabras entienda lo que le digo, porque esa rabia que tanto le hace sufrir, le venda los ojos y será incapaz de entender la vida que se pierde y la que seguramente, hace perder a quienes estén a su lado.
Bueno, lo cierto es que, aunque mis palabras puedan haber sido algo duras, mi intención no es otra que hacerle ver, a él y a otros en su situación, que se están perdiendo mucho bueno... y que lo bueno que se pierdan hoy, ya no lo podrán disfrutar nunca.
Muchísimos besos a todos.

El valor de una firma

Quizá para la mayoría una firma informática no valga nada, pero hay que hacer algo. Aunque sea dar nuestro apoyo "virtualmente". Una oración con devoción, un pensamiento sincero de ayuda pueden cambiar el mundo.
Los ataques contra los monjes budistas y manifestantes en Birmania(Myanmar) se multiplican, pero tambien se propaga un movimiento de solidaridad internacional.Vayira ha recopilado informacion, fotos y sugerencias de lo que podemos hacer en esta pagina:
Hagamos algo para que el sacrifico de los monjes no sea en vano.
Si quieres dar tu firma virtual de solidaridad también puedes seguir este enlace:
Gracias a todos por estar ahí fuera.

jueves, 4 de octubre de 2007

BURMA EN CRISIS




BURMA la antigua Birmania está en crisis, los monjes budistas salen a protestar pacíficamente y son reprimidos por el gobierno opresor, tienen una dictadura a pesar de haber ganado ellos las elecciones.
PARAR LA VIOLENCIA, hoy he dado mi firma para ser un granito de arena, pedir que los gobiernos intercedan por esta gente de paz y que no sean apaleados.
Un saludo para todos.

La soledad acompañada

Hoy contaré una reflexión un poco triste, pero, a mi entender, por desgracia muy real.

El otro día, conversaba con otras dos personas, sobre parejas, el eterno tema. Discutíamos sobre la común creencia de que, mientras no tienes una pareja, pareces no haber completado tu historia, no haber alcanzado tu plenitud.
Pero comentábamos justamente la paradoja de que, pese al absoluto convencimiento social de la vida en pareja, tal como se concibe, conocíamos muy pocas parejas que realmente se llevaran bien y estuvieran compenetradas, cohesionadas. Conocíamos pocas a las que de verdad y en mayúsculas, se pudiera llamar PAREJAS, la mayoría eran sólo dos que vivían en una misma casa.
Surgió la duda de si nos habrían vendido esa historia del amor eterno, para toda la vida. La historia del príncipe azul que un día aparece en tu vida, te enamora perdidamente y te hace feliz para siempre de los siempres.
Pero yo creo que no. Sí creo que nos vendieron la película del príncipe azul y todos nos la creímos, pero creo que es más grave que todo eso, porque hace mucho tiempo ya que todos distinguimos la realidad de la ficción... la diferencia entre los príncipes y los sapos.
Creo que la mayoría de la gente solo teme a la soledad.
Naces en el seno de una familia y dejas tu casa familiar para unirte a una persona y formar otra familia.
Si durante tu época de estudiante alquilas un piso, lo compartes con otros, y un día te das cuenta de que jamás has estado solo, y da miedo.
Veo a diario parejas que sencillamente se soportan y toleran, pero en las que ya no existe nada más que las una. Tienen una vida en común que apenas comparten, un pasado conjunto que recuerdan por separado, y ninguna ilusión por el futuro.
A esto es a lo que, en aquella conversación, llamábamos soledad acompañada, porque al fin y al cabo, viviendo en pareja, se sienten solos, muy solos. Cada uno tiene sus aficiones, sus ilusiones y aquéllos sueños a los que renunciaron, porque carecían del valor suficiente para reconocer que simplemente se equivocaron.
Porque es necesario mucho valor para cambiar el rumbo, para iniciar un nuevo camino que te lleve hacia esos sueños y mas aún, si ese camino debes hacerlo solo.

Os contaré la parte más bonita de esta historia. Una de las personas de esa conversación es mi hermana Arancha, y ella es de esas pocas PAREJAS que he tenido el privilegio de conocer...

Muchísimos besos a todos.

lunes, 1 de octubre de 2007

Poder, Querer y Deber

Hola a todos:
Podéis llamarme ilusa, tal vez lo sea... Pero siempre estuve convencida de que nuestras posibilidades son ilimitadas. Me explico.
Creo que cualquier cosa que deseemos hacer la podemos conseguir si ponemos el suficiente empeño, si no nos dejamos vencer por las dificultades.
Partiendo, claro está de una cierta dosis de realismo, sentando que mantenemos los pies en la tierra, siempre he creído que querer es poder, y para que así sea, sólo hay que luchar y luchar... hasta conseguir.
No digo que sea fácil, no... sólo digo que es posible. Sé perfectamente lo que cuesta conseguir algunas cosas, y también sé que muchas veces, resulta caro ese esfuerzo y resulta más inteligente abandonar esa lucha. No es una batalla perdida, sólo es que cuando la iniciamos, muchas veces ignoramos su precio y después decidimos, con conocimiento de causa, que no nos compensa, ya no nos interesa.
A menudo descubro que hay muchas cosas que no hacemos, no porque no podamos, sino porque creemos que no debemos.
Si nuestro concepto del deber es nuestro, si proviene de nuestra experimentación, de nuestra propia cosecha, estupendo.
Pero muchas veces los conceptos del bien y del mal, arraigados en lo mas profundo de nuestro ser, provienen de meras convenciones sociales, variables en el tiempo, y en las distintas sociedades. Ese "no debo hacer" "no debo pensar" o "no debo sentir", que nació de algo que nos inculcaron siendo niños y que llegamos a aceptar como propio, sin discusión, sin razonarlo ni experimentarlo... ese no debo es un límite a nuestras posibilidades que no debería existir.
Nuestros límites deben ser nuestros, provenir de nuestra propia experimentación, de nuestras conclusiones, sean o no acertadas... si vienen de fuera, estaremos aceptando que hechos externos y ajenos a nosotros nos corten nuestras alas, esas que a veces tanto esfuerzo nos costó que nacieran y se desplegaran.
Muchísimos besos a todos.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Más sobre el sufrimiento

Hola a todos:
Estoy de acuerdo con lo que decía Luis Miguel sobre el sufrimiento consentido, pero voy a ir un poco más lejos. Creo que muchas veces, la gente se engancha al sufrimiento, y a todo lo que éste conlleva.
Ya conté que a mí me ocurrió, en un breve espacio de tiempo. Tuve la suerte de que un amigo, que para más detalle era un profesional, me abriera los ojos, me hiciera reaccionar.
Pero yo sufría por un motivo evidente, mi vida se había derrumbado. Claro que todos en algún momento debemos pensar que tenemos razones indiscutibles para sufrir, y eso es un grave error, siempre es un error o llega a serlo en algún momento.
Porque el dolor es una cosa y el sufrimiento otra. Uno es la causa, otro la consecuencia... y no son proporcionales, al menos no por completo.
Es cierto que hay momentos muy duros en los que es imposible escapar al dolor y además, resulta contraproducente intentar huir. Hay que parar, y buscar. Como dice Thich Nath Hanh, hay que abrazar el dolor, llegar a conocer la causa para poder resolver y dejar de sufrir.
Pero mientras lo abrazamos, y lo analizamos, podemos caer en el error de quedar ahí, y es que enfrentar la solución no es fácil, y muchas veces duele más que la propia causa.
Yo sufrí la pérdida de un ser querido, muy querido, era mi vida o yo así lo creí por un tiempo. Su muerte desmontó mi vida y cuando tenía que empezar mi reconstrucción, necesité que una voz me hablara para hacerme entender que el miedo me estaba paralizando.
Yo sola había creado una situación que aumentaba mi sufrimiento, porque este lo provocaba el dolor por la pérdida y el miedo a seguir sola mi vida.
Al reaccionar comprendí algo simple. El dolor puede durar toda la vida, aprendes a vivir con él, pero el sufrimiento se alarga hasta que decides acabar con él. Y es tan fácil como empezar a vivir otra vez.
En mi caso no hubo nunca un "enganche" a los alrededores de ese dolor, todo lo contrario. A mí siempre me agobió la preocupación de los demás por mi estado, pero sé que mucha gente sí se engancha a esa atención especial que sus seres queridos le brindan, hasta el punto de convertirse en una droga necesaria.
Hay personas incapaces de salir de ese círculo vicioso de "autodolor y atención recibida". De forma seguramente inconsciente, van dando pasos atrás y adelante, sin enfrentarse ni al miedo, ni a la duda, y desde luego es una opción, tan válida y respetable como cualquier otra, pero, al fin y al cabo, sólo es eso, es la forma en que optas vivir, y siempre implica una importante, si no total, renuncia a la felicidad.
Respetando que es una opción, una elección, hay algo que no debemos nunca olvidar. No estamos solos, no somos individuales, y nuestra elección afecta a quienes nos quieren, apoyan y ayudan. Por nosotros y por ellos, siempre será mejor optar por ser felices, .... por vivir.
Muchísimos besos a todos.

viernes, 21 de septiembre de 2007

DÍA DE LA PAZ Y PAULO COELHO



FELIZ DÍA DE LA PAZ Y FELICIDADES A PAULO COELHO POR SER ELEGIDO "MENSAJERO DE LA PAZ" DE NACIONES UNIDAS.
SE HA VALORADO SU GRAN TRAYECTORIA COMO ESCRITOR QUE LLEGA A TODOS LOS CORAZONES DE SUS LECTORES CON SUS MENSAJES Y SU TRABAJO EN "EL INSTITUTO PAULO COELHO" DEDICADO A LOS SERES MAS INDEFENSOS DE LA SOCIEDAD: ANCIANOS Y NIÑOS.

ENHORABUENA PAULO COELHO, ERES TODO UN EJEMPLO, OJALÁ QUE TENGAS TODO EL APOYO Y LAS BENDICIONES PARA LLEVAR ACABO ESTA MISIÓN TAN IMPORTANTE.
QUE TU QUE ERES OIDO EN TODOS LOS LUGARES DEL MUNDO,INCLUÍDO EL MUNDO ARABE E ISRAELÍ,SEAS ESCUCHADO Y QUE LLEGUE TU MENSAJE DE PAZ Y REINE EN TODOS LOS CORAZONES EL DESEO DE QUE SE PROSPERA EN LA PAZ NO EN LA GUERRA, Y TODO EL MUNDO SE VEA IMPREGNADO DE PAZ, CON SED DE PROSPERIDAD

miércoles, 19 de septiembre de 2007

El sufrimiento consentido

Un saludo a todos de todo corazón.
En mi escrito anterior quería dar un punto de vista que no sé si quedó del todo claro. Y es el siguiente: Se puede vivir una vida plena y llena de felicidad independientemente de la situación de vida de cada uno.
No es un mensaje nuevo, nos le llevan diciendo desde que el tiempo es tiempo en todas las culturas y tradiciones.
Se puede ser feliz ahora mismo, de forma duradera e indestructible. Y no es necesario una gran intelectualidad en absoluto, ni una gran evolución espiritual. Simplemente es una cuestión de entender con la práctica, que no con la mente, una serie de principios y ponerles a funcionar. Osea acción en vez de pensamiento.
Y ahí es donde entra la parte difícil de todo esto. Porque la mente prefiere pensar, hacerse ilusiones o sufrir de antemano, llevarte a los recuerdos o empujarte a las posibilidades de un futuro que nunca llega. Porque no puede haber más futuro que el momento presente, siempre único y continuo.
El gran problema de la psicología humana es la identificación con nuestra mente. Lo voy a explicar de otra manera. El sufrimiento derivado de las situaciones de nuestra vida, así como las fugaces emociones de las mismas, tanto pasadas como futuras, nos da una identidad. Nos identificamos con nuestros logros y problemas hasta el punto de tener que defenderles a toda costa. Pero, y presta mucha atención, no eres tu mente. No eres tus recuerdos, tus metas, y tus necesidades. Se produce una especie de masoquismo con el sufrimiento, nos hace sentirnos importantes, se produce lo que llamo un sufrimiento consentido.
¿A la gente le gusta sufrir? Por desgracia a la mayoría sí. Les distingue del resto, les da importancia, les aumenta el ego. Eso es todo.
Pero no eres tu mente. Eres mucho, pero que mucho más.
Me apena que el lenguaje no pueda extenderse más de lo que lo hace y os pudiese explicar la alegría, el amor, y la compasión que se encuentra a vuestra disposición, al alcance de la mano. Si me lo hubiese planteado hace unas semanas no podría creerme, pero es así.
Los seres humanos poseemos libre albedrío, así que ¿quién soy para atreverme a decir esto o aquello? En realidad no soy nadie diferente, sólo un practicante. Pero cada uno debe hacer con su vida lo que estime oportuno, por supuesto.
Al fin y al cabo el sufrimiento no es más que una opción.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

martes, 18 de septiembre de 2007

Dulces sueños

Yo me considero una persona muy afortunada, extraordinariamente afortunada.
La vida me ha enseñado muchas cosas.
Durante mi vida, me he visto enfrentada a situaciones que me abrieron los ojos. Y los abrí.
Dicen que cuando tu mundo se sacude, se reorganiza, y que es necesario a veces, para hacer una buena construcción, derribar lo existente previamente, y hacer nuevos hasta los cimientos.
Igual a los humanos, o a algunos de nosotros, nos haga falta ese revulsivo para poder apreciar la vida en toda su intensidad.
Yo nunca dejé de soñar, de desear, de perseguir, de sentir… y es lo que me hace feliz.
No me hace feliz conseguir que un sueño se haga realidad, no me hace feliz alcanzar el objetivo.
Porque lo que realmente llena mi vida es lo que día a día vivo persiguiendo esos sueños.
Mi felicidad no es alcanzar, mi felicidad no es llegar.
Mi felicidad es viajar, andar, y durante cada uno de los pasos de ese camino, vivir y disfrutar lo que tengo a mi alrededor, lo que soy, lo que siento, lo que me trasmiten los que me rodean.
No siempre consigo hacer realidad mis sueños, y a veces lo paso mal, demasiadas ilusiones puestas en un objetivo concreto, pero no pasa nada, es una simple desilusión que se desvanece pronto en el recuerdo de los buenos momentos vividos hasta llegar a ese punto, y ante la realidad presente, llena de buenos amigos, de momentos a diario irrepetibles.
Creo que cuando tu mundo cae y vuelves a construir sobre los cimientos, sólo utilizas en la nueva construcción elementos imperecederos.
Los ladrillos de tu nuevo mundo son de todas esas cosas que ni se compran ni se venden, esas de incalculable valor, como lo que quiero a mis amigos, a mi familia y al mundo que me rodea.
Ahora perseguir mis sueños es fácil, divertido y entrañable, porque ya sé a lo que no estoy dispuesta.
No estoy dispuesta a sacrificar mi felicidad de hoy por un algo incierto en un futuro que a lo mejor no llega.
Y tampoco la sacrificaré anclando mi barco en un pasado mejor, porque fuera bueno o malo, mi pasado sólo sirvió para llegar este mi presente.
Muchísimos besos a todos. Y dulces sueños
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