martes, 30 de diciembre de 2008

Mis deseos. Espero se cumplan.

Hola a todos:
Yo siempre me consideré una descreída de muchas cosas, entre ellas, lo de los años nuevos. Tal vez influída por la sensación de que nada cambia desde el último minuto de un año al primero del siguiente... nada es distinto de lo diferente que es cada segundo del resto.
No hago balances a fin de año porque es algo que hago habitualmente, antes de dar las gracias.
No me propongo cosas para el que empieza, no redacto una lista de propósitos a sabiendas que la mayoría morirán en el papel sin ver la luz.
Cierto es que por tradición muchos años lo he celebrado, aunque no siempre con las mismas ganas, que para ser exactos, la mayoría han sido pocas, ya que las fiestas que prefiero son las que surgen de forma espontánea, sin motivo ni razón, y al cabo, son las que más disfruto.
Pero no niego que, pese a que la medida del tiempo sea algo arbitrario, decidido por la sociedad, y de tan variable cadencia como nuestro estado de ánimo, hay un día al año en que, al poner la fecha debemos cambiar al menos un número respecto al año anterior.
Y ese día, como muchos otros, merecen por su especialidad una cierta atención y como tal, se la prestaré.
Intentaré ser realista, desear cosas que se puedan cumplir y desechar aquellas que, con un mínimo esfuerzo, se puedan erradicar de nuestras vidas.
Ahí voy:
Deseo que la gente se serene y se sincere, deseo que todos nos centremos en la generosidad y la solidaridad.
Deseo que seamos mas humanos y nos abracemos mas, que fomentemos la empatía, el cariño y aprendamos a sonreir un poco más.
Deseo que nadie lave su conciencia echando sus culpas fuera, deseo que cada uno asuma las suyas y aprenda a perdonar.
Deseo que nadie juzgue ni critique a quienes son distintos, aunque no les entiendan.
Deseo respeto por encima de todo.
Deseo un poco mas de honestidad con nosotros mismos, que no sigamos escondiendo la cabeza como el avestruz, que asumamos nuestros errores y aprendamos de ellos.
Deseo que desaparezcan de nuestros horizontes los prejuicios y los miedos, y tengamos más valor para luchar, para arriesgar y para vivir.
Deseo más ternura, más corazón y menos cabezas pensantes.
En definitiva deseo un mundo mejor, mas justo y equilibrado, mas feliz, pero desde el convencimiento de que la actitud de cada uno, su distinta y mejor perspectiva, será ese motor que promueva una mejor vida para todos los habitantes del planeta.
Bueno, con mis mejores deseos, muchísimos besos a todos.

Todo va a ir muy bien.

Un saludo a todos de todo corazón.
La gente parlotea y parlotea constantemente.
Ahora estamos en medio de unas fiestas muy señaladas, ya que nuestra educación (religión, sociedad de consumo y todo eso) nos ha condicionado poderosamente.
Así que la gente parlotea y parlotea en estos días sobretodo por la Navidad.
Pero no es la primera vez que escribo estas palabras:
Las personas hablan y hablan porque es el mejor medio que conocen para poder escucharse a sí mismas.
¿Cuántas veces has tenido un problema, y rápidamente se lo has contado a un amigo, y luego a otro, y al vecino, y.... te has sentido mucho mejor?
¿Verdad?
Por eso hace mucho tiempo que no juzgo a nadie. Cada uno sólo puede experimentar su realidad a través de sus sentidos, ¡y de los de nadie más!
Por eso hace mucho tiempo que sé lo que tengo que hacer. Nadie quiere que les juzgues, que les orientes, ni que les tiendas la mano.
Cuando me hablas, quiero que sepas, que sólo tengo mi sonrisa para ofrecerte, mi compasión para escucharte, y mi única respuesta para regalarte:
"Todo va a ir muy bien"
¿Y eso qué significa?, me puedes preguntar.
Todo va a ir muy bien, sea cual sea el camino que recorres, sea cual sea el momento de tu vida en el que te encuentras, con tus decisiones, con tus problemas, con tus puntos de vista y tus prejuicios... todo va ir muy bien.
Se acaba el año, apenas unas horas le quedan al pobre. Y ése es el mensaje que quería dejaros palpitando desde mi corazón.
Gracias a todos por estar siempre ahí fuera.
Os envío mi abrazo.
Todo va ir muy bien, de verdad.

Todo va a ir muy bien.

martes, 23 de diciembre de 2008

Feliz vida

Hola a todos:
Confieso que en momentos como este me duelen los oídos de tantas tonterías como me toca escuchar. Me refiero a estas fiestas, las navidades.
Me explico.
Tooodos los días me encuentro a alguien que me habla de lo horribles que son estas fechas, cenas de compromiso con la familia política, el dinero que hay que gastar, la hipocresía de los demás que te desean lo mejor para el año que viene...
Tooodos se quejan y nadie hace nada.
Porque digo yo que nadie nos puso una pistola en el pecho y celebrar las fiestas no es obligatorio para nadie.
No es que a mi me resulten especialmente maravillosas las navidades, para nada, aunque cabe que mis motivos sean otros.
A mí me parecen unas fiestas eminentemente tristes. No puedo evitar año trás año, pensar en quienes se fueron, se divorciaron, quienes por trabajo o motivos económicos no pueden estar con los suyos.
Hago algo que siempre me ayudó y es sencillamente agradecer lo que tengo, dónde estoy, lo que soy, con quien estoy. Y me sobra, de verdad, para alegrarme.
No necesito desear un nuevo año mejor, que por supuesto, me gustaría. Pero es que, me considero tan afortunada...
Tengo una buena familia, un sinfín de amigos y mi corazón bien ocupado... así que hoy y ahora soy feliz... para qué más?
Claro que me acuerdo de los demás, pero las desgracias de los que nos rodean o de quienes un día nos rodearon, no las alivia mi tristeza, sólo mi acción si es posible.
Si te faltó alguien, piensa que ese alguien desearía verte sonreir, de corazón.
Si alguien está solo, invítale a cenar contigo, en lugar de permitir que siga sólo y tú triste.
Si alguien desea estar sólo, déjale estar sin hacerle sentir un bicho raro, porque todas las opciones caben.
Mi único deseo para todos, en estas fechas y en todas, es ampliar cada uno su capacidad para abrir su mente y su corazón. Dejar entrar todo, absolutamente todo, saber agradecer, aprender a disfrutar, a vivir el momento, a arriesgar, a pelear... soñar, desear...vivir y dejar vivir...respetar.
Abusa de los abrazos...derrocha besos...sé que nunca se gastan.

Opiniones, opiniones, opiniones.

Un saludo a todos de todo corazón.
Hace poco he leído las opiniones de un Maestro Zen, el maestro Kosen Thibaut. Incluso el video de esta entrevista se ha difundio por youtube creando alarma, consternación y un largo etcétera de controversias. Tanto positivas como negativas.
En la parte más interesante, el maestro Kosen dice:

Te voy a decir algo: el zen no me importa. Es una iglesia de mierda. Vas a los Estados Unidos y hay miles de maestros. Todos quieren ser maestros zen. Es una moda que no me interesa. El verdadero zen, la enseñanza de los budas, el tesoro de la humanidad, es el zazen. Y cada uno tiene que vivirlo a su modo
No voy a entrar ahora en la cantidad de comentarios que esta frase ha suscitado, incluso aquellas que han sido interpretadas por personas no afines al budismo. Eso os lo puedes imaginar sin mucho esfuerzo.
Pero sí que he recordado una historia muy antigua de los comienzos del Zen, y que decía más o menos así:
El maestro se encontraba limpiando las letrinas. Para remover las heces utilizaba una herramienta muy báscica compuesta por un palo y un trapo húmedo atado en la punta.
Unos alumnos se le acercaron para preguntarle: "Maestro, por favor, dinos cuál es la esencia del zen".
El maestro levantó el palo ante sus narices y les contestó: "La esencia del Zen es un palo lleno de mierda".
Y creo que son unas palabras muy sabias para las personas que pueden comprender la profundidad que encierran.
Cuando se comprende la naturaleza de todas las cosas, cuando los opuestos han desaparecido porque las opiniones no son más que una reacción del sistema nervioso, podrás sostener en tu mano el más perfecto de los diamantes. O un palo con mierda. ¿Dónde está la diferencia?
De hecho te invito a hacerte la misma pregunta, y a contestar si así lo deseas:
¿Dónde está la diferencia?
Quizá, de esta manera, puedas escuchar las palabras de un maestro zen sin escandalizarte, de sentarte a la mesa con personas de una casta diferente a la tuya, e incluso (aprovechando las fechas en las que estamos) de amar al prójimo como a ti mismo.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

sábado, 20 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2009


Un saludo a todos desde el corazón.

¡Cómo pasa el tiempo!

Ya se me ha ido otro año de entre los dedos. Y como siempre, me siento muy feliz de continuar vivo, y de poder participar de este movimiento que llamamos existencia.
2008 ha sido un año muy variopinto, se ha llevado de mi lado a varias personas muy cercanas. ¡Pero es que éste es el significado de la vida!. No sin motivo le he llamado hace un momento movimiento.
También surgieron proyectos muy interesantes, como los video-comentarios del curso "Budismo en Acción" (por si alguien aún no lo sabe, es gratuito y lo podéis hacer en: http://www.acharia.org/) en la red.
Y otros no menos interesantes que se perfilan para principios de año, como la posibilidad de abrir un comedor para las personas que no se pueden permitir un plato de comida, en la ciudad donde resido, o los primeros encuentros budistas de la orden Hsu Yun del Budismo Zen que supervisa la reverenda Yin Zhi Shakya, y que un servidor, mano a mano con Andrés García (Zhen Guang), nos hemos propuesto sacar adelante.

Pero el motivo principal de estas líneas tiene que ver más con vosotros. TODOS vosotros.

Quiero desearos que la felicidad siempre esté a vuestro lado. Que el sufrimiento huya de vuestro encuentro y que seáis una luz guía para todas las personas que cruzan vuestro camino.

Reconozco que en la sociedad está muy de moda ponerse melancólico y llenarse de los mejores deseos y tal y tal... pero quiero que sepáis que mis deseos son los mismos todos los días del año.
Lo digo muchas veces, pero es que es un verdadero honor conocer personas de vuestra calidad.
GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE AHÍ FUERA...
Y ¡FELICES FIESTAS!

viernes, 19 de diciembre de 2008

Los sentidos abotargados

Un saludo a todos de todo corazón.
Hace pocos días, durante una conversación, surgió una pregunta que, aunque nada nueva, ha dado para que escribiera estas palabras.
¿Qué pasaría si Jesús (el de los católicos, claro) volviera entre nosotros con su mensaje?
Creo que pasaría lo mismo que si lo hiciese Buda, Mahoma, o cualquier otro profeta o maestro iluminado.
Y sería nada de nada.
Si tuviese un poco de suerte, a lo mejor, escribiría un libro que, si se vendiese bien, acabaría en todas las gasolineras y "carrefoures". Si no, pasaría una larga temporada en el manicomio más cercano, atiborrado de litio y otras hierbas, porque le dijo a alguien que escuchó una voz. O peor, haciendo el ridículo en algún programa de televisión...
El problema no radica ni en el mensaje, ni en el mensajero. La cosa está en que nosotros, los demás, ya no estamos dispuestos a escuchar.
Tenemos los sentidos abotargados.
Existe una gran oferta de cualquier cosa. ¡De todo!
Y nadie nos ha educado de la forma más correcta para poder afrontar toda esa marea musical que promete solucionar todos y cada uno de los problemas que puedan afectarnos.
Por un módico precio, claro.
¡Atención!.
No me estoy posicionando en contra del comercio y todo eso (sobretodo en estas fechas). Mi postura hace tiempo que ha dejado de ser el juzgar a nadie. En mi caso compraré o no compraré según mi criterio. Además ya he dicho más de una vez que, personalmente, estas fechas coloridas me gustan mucho.
Me refiero a que ya ni sabemos de qué mal quejarnos. Los sentidos abotargados, y la mente perdida. Así que hacemos apenas lo que podemos, que es ir picando de aquí y de allí, buscando si acaso algo que nos sirva de entretenimiento para hoy. Mañana ya se verá...
Voy a decir una frase: El sufrimiento puede apaciguarse completamente. La iluminación está al alcance de todos... y ¡no pasa nada!
Nadie va a escucharme.
No pretendo dar ningún tinte agridulce a mis palabras. De hecho, ahora mientras escribo estoy sonriendo de oreja a oreja, y se me escapa alguna carcajada. Creedme que mi actitud es muy jovial (aunque por los nervios en los vídeos me ponga muy serio y solemne).
Lo que pasa es que he intentado escribir un libro y de momento me han salido unos petardos...
Y lo del litio y las salas acolchadas me da un poco de reparo... ya veis.
De momento seguiré hablando bajito por aquí, por la red...
Y seguiré dando las gracias a todos vosotros por estar ahí fuera.
Eso siempre.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Florencia indescriptible.


Hola a todos:
Ya aterricé anoche y hoy he vuelto a la normalidad. Qué rápido ha pasado todo.
Corrí por la ciudad museo y terminé la carrera. Me sentí muy bien, por supuesto, pero sobre todo me he sentido enormemente agradecida.
Dí las gracias a todos aquéllos que intervinieron, a los que me propusieron la idea, a quienes me convencieron de ser capaz, a los que me acompañaron en los entrenamientos. Sobre todo a uno, él bien sabe la importancia que le doy, lo agradecida que le estoy y que durante toda la carrera le sentí presente, sabiendo que si cruzaba la meta era en buena medida gracias a él.
De la carrera os contaré que, trás llegar de madrugada al hotel y dormir apenas tres horas, fuimos al punto de salida, un monte cercano a Florencia, donde se comienza el descenso a la ciudad, atravesando un puente sobre el río Arno.
No llovía, diluviaba, y el frío era intenso, pero apenas en tres kilómetros, el cielo decidió no torturarnos más, y aunque no llegamos a ver brillar el sol, por lo menos no nos mojaba la lluvia.
Destacar la amabilidad de la gente, el entusiasmo de un pueblo entero volcado animándonos. La simpatía, la alegría que nos transmitían, nos ayudaban a correr.
Y esa ciudad, de la que decir que es un museo es quedarse corto... Las ciudades antiguas, las que tienen solera, las monumentales, aumentan su belleza con la lluvia, y aunque correr entre adoquines y charcos resulte incómodo, su belleza te transporta durante kilómetros a otros mundos o a otras dimensiones de este.
Las sensaciones vividas durante la carrera no las puedo describir, no soy capaz. Tan solo puedo decir que, además de muy emocionada, me sentí muy agradecida de haber tenido la oportunidad de vivir esa experiencia.
Ahora puedo decir que soy maratoniana, porque crucé una meta, pero sólo es eso y nada mas. No soy distinta del viernes pasado, tal vez sólo me diferencie un kilo menos y un sinfín de agujetas, eso es todo.
Durante las casi cuatro horas y media que duró aquéllo, pasaron por mi mente mil ideas, por mi cuerpo mil sensaciones, algunas muy buenas y de otras prefiero no acordarme (me dolían las piernas, los tobillos, hasta los brazos)
Pero al fin y al cabo, el dolor es físico y soportable, así que pesa mucho más lo que recibes.
Sientes toda la energía de tu interior, la que has ido acumulando gracias a tus amigos, a la gente que te quiere y hasta la de quienes te sonríen y animan aunque no los hayas visto nunca antes.
A ratos escuchaba mi interior, el ritmo de mi respiración, la cadencia del corazón.
A ratos me dejaba envolver por el exterior.
Miraba los desgastados adoquines y pensaba cuanto podrían hablar, cuantas cosas habrán presenciado.
Pensaba en las mil historias que los muros y fachadas guardarían en su memoria.
Intentaba adivinar cómo habrían surgido en la imaginación de arquitectos, ingenieros y escultores, el puente Vecchio, el Duomo... y cómo de un trozo de mármol surgirían increíbles figuras que adornaban la ciudad.
Y así, zancada tras zancada, cada vez mas cortas, fui recorriendo kilómetros cada vez mas largos, y llegué a la meta.
Y lloré. Lloré de alegría, lloré de emoción... y no fui la única.
Y como decía al principio, me sentí muy agradecida, a todos los que me animaron y apoyaron y agradecida a la vida, por permitirme vivir esta experiencia.
Muchísimos besos a todos.
PD: Después de la carrera y hasta regresar ayer, tuve tiempo de recorrer detenidamente algunas de sus calles y tratar con sus gentes.
Me entusiasmó Florencia. Es indescriptible. Mil gracias

jueves, 27 de noviembre de 2008

Correr en la ciudad museo



Lo llevaba planeando varios meses, tenía los vuelos contratados, el hotel, se había inscrito...
Muchos preparativos, muchas ilusiones puestas en aquélla aventura....
Ahora hacía un cálculo de los kilómetros recorridos preparando aquella prueba y se estremecía... sumaban más de ochocientos, sonaba interminable, pero los había corrido y los había disfrutado metro a metro.
A menos de tres días empezaba a recordar como había surgido en su mente la locura que la impulsó a embarcarse en aquéllo y le asustaba comprobar la facilidad con la que había decidido intentarlo.
Durante una cena antes del verano, alguien lo comentó... correr una marathon en Florencia. A ella le encantó la idea... pero su idea era acompañar a un amigo en aquélla aventura, como animadora y fotógrafa.
Poco después, ese mismo amigo le preguntó por qué no participar.... y ella se repitió mentalmente la misma pregunta, una y otra vez...y se vió capaz.
Recordó que de pequeña, le habían inculcado la idea de poder conseguir todo aquéllo en lo que pusiera empeño suficiente, y que aunque el camino no siempre fuera fácil, el que la sigue la consigue...
Y así empezó todo, y duraba ya cuatro meses... pero qué buenos habían resultado. Cada día, cuando salía a correr, visualizaba la entrada en la meta de Florencia. Era algo que desde siempre había surgido espontáneamente, visualizar objetivos futuros que pretendía conseguir, y los conseguía. Un día, leyó un libro que le explicó el poder de esas visualizaciones para que el universo conspire a tu favor...
Su participación, por expreso deseo de ella, se había mantenido en secreto hasta un mes antes. No quería presiones, no quería opiniones externas, sólo las de su entrenador y su amigo. Al fin y al cabo, además de los instigadores, eran su preparador y su recuperador físico. Conocían tanto sus flaquezas como sus posibilidades, y eran suficientemente sinceros, como para creerles cuando le decían que lo podría conseguir.
Cuando ya el secreto perdió su verdadera esencia y sus compañeros de expedición se enteraron de que una de las supuestas acompañantes de la expedición iba a correr con ellos, se explicaron por qué se había unido desde Agosto a los entrenos de los maratonianos, confesándole que hasta ese momento dudaban si había perdido el juicio.
Practicamente no había corrido sola un sólo día. Siempre la acompañaba el koala, menuda paciencia había demostrado tener.
Nunca pudo imaginar que la preparación de la carrera pudiera ser tan gratificante, hasta el punto de importarle ya muy poco si el domingo en Florencia, finalmente, no pudiera terminar.
Tal vez le importaba más una posible retirada por las expectativas que había creado que por ella misma, porque conservaba intacta la idea de que el deporte, aunque implique a veces sufrimiento y dolor (en alguna medida), era fundamentalmente salud y diversión.
Pero faltaban apenas cuarenta y ocho horas... y los nervios comenzaban a aparecer. No eran dudas, no era miedo. Era ilusión, eran ganas, era mucha alegría concentrada, mucha energía...
El sábado, a estas horas... viajaré a Valencia para coger el avión. El domingo saldré a correr Florencia. Correré por las calles de esa ciudad museo durante algo mas de cuatro horas que seguro darán para mucho.
Recordaré los entrenamientos, a mis compañeros que irán kilómetros por delante de mí.
Recordaré a mis amigos y a mi familia.
Sentiré muchas cosas, buenas y malas. Sentiré a todos los que desde aqui corren conmigo aunque no me acompañen. Sentiré a los que me acompañan y no me conocen y todo lo que transmiten.
Sentiré frío y despues calor.
Surgirán muchas dudas, pero sabré disiparlas.
Surgirán fuerzas donde no sabía que quedaban y cuando crea que he tocado fondo, veré con sorpresa que aun puedo continuar.
Cuando cruce la meta lloraré... pero me sentiré feliz, muy feliz.
Pero eso ya lo contaré el martes.
Muchísimos besos a todos.

lunes, 17 de noviembre de 2008

La vida ante tus ojos

Hola a todos:
Hace ya tiempo que creo que hay que vivir el momento, el presente, el ahora.
Porque ayer ya no existe y porque mañana, nadie sabe si llegará.
Esto es fácil decirlo, pero difícil llevarlo a la práctica, porque estamos educados desde niños en labrarnos un futuro, llegar a ser hombres de provecho (provecho para quién? para la sociedad? para tu familia?).
Por otro lado el pasado nos pesa y mucho, porque los recuerdos son un lastre, en forma de miedos, de fracasos, de desencantos, momentos felices, amores que se perdieron, etc, etc.
Hace ya algún tiempo, tuve la suerte de percibir y comprender lo efímero que es el presente, y que por eso había que exprimirlo al máximo. Dejar a un lado los miedos, evitar comparar lo presente con lo pasado y vivir lo que ocurre en este preciso instante, ahora.
Os cuento esto, de lo que ya hemos hablado en varias ocasiones, porque el otro día tuve de nuevo la suerte de presenciar una escena de esas que te aclaran la vista por un tiempo.
Volvía de Alicante, de comer con un amigo, hacia Elche, a mi trabajo. Circulaba no muy rápido por una vía alternativa que está plagada de rotondas. Al acercarme a una de ellas, reduje considerablemente la marcha, detrás de un vehículo que hizo lo mismo.
El sol estaba justo enfrente y ya empezaba a bajar para irse a dormir, y al entrar en la rotonda, debió cegar a la conductora de delante (que podría haber sido yo), y atropelló a un ciclista.
Paramos varios coches para auxiliar a ese muchacho. Yo lo pasé mal, lo reconozco, porque salgo a menudo por esa misma carretara con la bici y se que estamos vendidos.
Resumiendo: el muchacho se puso en pie, ayudado por su compañero de aventuras, y la conductora que lo había atropellado, lo trasladó al hospital. Parecía sólo estar aturdido y dolorido por la caída. La chica muy nerviosa, se desvivía por ayudarles, y los allí presentes nos ofrecimos para llevar al compañero y las bicis hasta Elche.
Pero hubo un instante, breve, décimas de segundo, en el que ciclista y conductora vieron el final de sus vidas, o al menos, de las vidas que hasta ahora conocían.
Afortunadamente no ocurrió nada irreparable, pero seguro que el incidente les debió aportar mucha luz.
Seguro que en ese breve instante perdieron importancia sus miedos y preocupaciones cotidianas.
Seguro que esa tarde abrazaron con mucha mas fuerza de lo habitual a sus parejas o hijos.
Seguro que comprendieron que luego o mañana, no siempre dependen de nuestra voluntad, que en asuntos de tiempo, nunca es soberana.
Sólo deseo que todos, de vez en cuando, y sin necesidad de atropellos, dejemos pasar por un instante la vida ante nuestros ojos, y comprendamos la importancia del momento.
Carpe diem.
Besos a todos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

La única plegaria que merece la pena.

Un saludo a todos desde el corazón.
El mundo está loco. ¿O será que están todos sanos y es mi mente la que enloquece?
Mire a donde mire sólo encuentro la exaltación de la individualidad.
Según dice el psicólogo "tengo que realizarme como persona". El sacerdote me dice que "tengo un alma preciosa y única que pertenece a mi Dios". El presidente del país donde resido, y donde nací por casualidad, me indica que "debo ser un patriota". La televisión, la radio, y hasta el cine, me hacen ver que "debo ser atractivo, especial, y deseable".
Todo esto, además, me hace considerar una serie de conclusiones, porque "quiero ser alguien, quiero que la gente me admire y me estime".
En realidad "quiero sentirme aceptado", y con esta exaltación de mi individualidad creo que aseguraré el chorro ininterrumpido de amor que necesito.
Me reitero, el mundo está loco.
Esta historia ya la he contado una infinidad de veces. El rey se dio cuenta de que todo su pueblo había enloquecido por haber bebido de una fuente envenenada. Se enfrentó a un dilema. ¿Debería beber como los demás? Y así lo hizo, porque aunque loco, seguiría siendo rey.
Ni creo que haya alma (sí, sí, ya sé que es un poco radical para algunos, pero qué le vamos a hacer), ni estimo que tanto valorar la importancia individual esté ayudando realmente a nadie.
No quiero ser patriota (pero de ningún país, que conste, si acaso ciudadano del Universo), ni pertenecer a ninguna religión, casta, estamento, grupo, o sector.
No quiero ni siquiera ser Luis Miguel, si eso hace que mi dolor sea diferente del dolor de otro ser humano.
Porque si caen las barreras, si las personas dejamos de ser tú y yo y pasamos a ser sólo Humanidad, quizá, vuelva la compasión, la gratitud, el amor incondicional, el compañerismo y la ayuda entre nosotros.
Porque si existe alguna oración que merezca la pena rezar debe de ser ésta.
Sé que parece idealista, pero muy extraño será que sólo un ser humano (porque no hay nada más) haya llegado a esta conclusión.
Que caigan todas las barreras, porque alimentar tu individualidad, en la manera que sea, sólo va a traerte problemas, además de una pérdida total del poco tiempo que tienes sobre este planeta.
Alguien te ha dicho que "tu vida es sólo tuya, que tienes todo el derecho a administrarla como quieras" y toda esa sarta de estupideces.
El mundo está loco, y a mi me toca seguir rezando la única plegaria que merece la pena.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

A la caja, por pesado.

Hola a todos:

Hace poco las cosas cambiaron, o yo lo viví de esa manera... y me empecé a sentir fuera. Fuera de qué? No lo sé muy bien.
Lo que había empezado siendo la idea de uno y la colaboración de otros, se estaba convirtiendo en algo distinto. Ya no era un lugar donde contar o preguntar, ahora era mas bien un sitio donde aprender y yo no tenía nada que enseñar.
Y aprender? Eso claro, aunque en principio no dejaba de tener la sensación de estar escuchando lo que antes ya había oído, pero sólo tendría que tener un poco de paciencia y ya aparecería algo nuevo para mí.
Esa fue sólo la primera apreciación, la primaria sensación... luego dió paso a otras cuestiones.
Cierto es que todo ha cambiado, no es sólo una apreciación mía, pero es el cambio natural que produce la evolución.
Lo malo de los cambios, incluso de las evoluciones, es que no se producen en paralelo, y de quien hoy te sientes muy cerca, por coincidir en un punto parecido de esa evolución, mañana te adelanta y lógico es sentirse "abandonado" o sencillamente "fuera de órbita".
Claro que si todo se trata de expresar lo que quieres expresar, respecto de tus dudas, tus anhelos, deseos o pensamientos, si sólo buscas compartirlos y no esperas recibir nada a cambio...
Si sólo hablas porque quieres hacerlo y no esperas respuestas...
Si cuentas porque te hace sentir bien, y en algunas ocasiones, las respuestas aparecen ante tí en forma de preguntas de los demás... o de sus propias experiencias...
Lo cierto era que seguía sintiendo que ya todo carecía de sentido, pero tampoco me apetecía marcharme de allí. Tenía la extraña sensación de que formaba parte de ello, o aquéllo formaba parte de mí, porque yo, en alguna medida, había aportado algo al nacimiento y desarrollo de la criatura.
Y en mi incansable tendencia a las vueltas sin control, seguía pensando de dónde nacía ese sentimiento que me apartaba de aquel proyecto compartido con mis amigos... y vuelta tras vuelta... encontré la respuesta.
En realidad yo ni me sentía abandonada, ni fuera de nada. Quien empezaba a sentirse despechado era mi tremendo ego, que era el que se encargaba de engordarse en su absurda creencia de que aportaba algo al mundo, cuando en realidad siempre recibimos bastante mas de lo que damos.
Mi ego casi había conseguido sacarme de un pequeño o gran proyecto, según se quiera ver, que me hacía sentir muy bien, que me había proporcionado grandes momentos y me había regalado un sinfín de conocimientos, y así seguiría en el futuro, aunque tal vez, lo hiciera por otro camino.
Pues a la caja, ahí guardadito no volverá a molestarme... al menos hasta que de nuevo encuentre la forma de escaparse.
Muchísimos besos a todos.

martes, 4 de noviembre de 2008

Preguntas y respuestas.


Un saludo a todos desde el corazón.

Ayer noche, recibí un mensaje de un joven mejicano de 18 años. En él, me pedía, con mucha sinceridad, ayuda para poder controlar sus accesos de ira y agresividad.

Este mensaje me ha hecho pensar.

En mi entrada anterior ("Acharia"), me quejo del mercaderismo excesivo que existe en el mundo hispano-hablante, con todo este tema de la evolución espiritual. Además, hace unas semanas, nuestra gran amiga Hada Saltarina, directora del blog espiritualidad, tarot y meditación, me sorprendió con una proposición francamente iluminadora (ver su entrada "¿quieres una consulta?")

Todas estas situaciones fructifican entonces con la iniciativa que hoy os presento:
Me abro a todas las personas que quieran preguntarme o consultarme cualquier tema relacionado con el budismo en general, y el zen en particular. Esta consulta será, por supuesto, absolutamente gratuita.
Para ello he disponibilizado el e-mail: elviajeinterior@hotmail.es
La única condición que pongo es que tanto la consulta, así como la respuesta, será publicada en este blog, manteniendo, eso sí, el absoluto anonimato del consultante.
En el caso de este joven amigo mejicano, aún no le he pedido permiso para publicar la consulta, así que de momento ésta queda entre ambos.

Gracias a todos por estar ahi fuera.

Acharia.


Un saludo a todos desde el corazón.

Pronto hará un año que conocí a la venerable reverenda Yin Zhi Sakya.

Después de tantos años viajando en solitario, no miento si digo que no fué fácil el decidirme a volver a ponerme bajo el manto de un nuevo maestro. Tantas decepciones y tantos "lamas" de pies de barro habían hecho su mella.
El comercio de la espiritualidad está en todas partes. A golpe de talonario puedes acceder, hoy en día en la red, a audiolibros, vídeos, y e-books de todo tipo, que te prometen desde la iluminación a un trono sentado a la derecha del dios de turno.

Entonces un día encuentro la web http://www.acharia.org/

Si alguno de vosotros quiere realizar un acercamiento serio al budismo, allí encontraréis un curso a vuestra medida. Totalmente gratuito, y de un rigor inestimable. Se llama "Budismo en acción".
De hecho, en breve, quizá mañana mismo, publicaré el primero de los vídeos que realizaré en colaboración directa con la Maestra. Se tratará de una serie de comentarios, uno por cada lección del curso.
La verdad es que todo lo que encontréis en Acharia es de un valor incalculable. Hay múltiples links a sutras, libros, meditaciones, comentarios, y todo, además, en castellano.
Gracias a todos por estar ahí fuera, y gracias en especial a mi Maestra del Dharma, por su contribución al bienestar de todos los seres.

viernes, 31 de octubre de 2008

Budismo y política, agua y aceite.

Un saludo a todos desde el corazón.
Sería finales de Febrero de este año cuando recibí la carta que publico hoy. En aquel entonces, estaba suscrito a la shanga del centro zen que dirige quien firmaba la misiva.
Tras leerla me dí de baja y me sentí muy decepcionado. Anoche, uno de mis hermanos en el dharma, y amigo de esos de toda la vida, la encontró por casualidad, y se sintió igualmente desalentado y dolido como me pasó entonces. Tanto que le respondió con otra carta llena de sinceridad.
Sin ánimo de juzgar ni de ofender, ya que cada uno somos responsables de nuestros actos, publico la carta y la respuesta que suscitó, eso sí, manteniendo oculta la identidad del maestro en cuestión.
La carta tenía que ver con las elecciones generales que en España se celebraban a pocos días, incitando a la comunidad budista a votar por un determinado partido político.
Decía así:

El próximo 9 de marzo tendrán lugar las Elecciones Generales en el Estado español. ¿A quién votarán los practicantes y los simpatizantes del budismo? Es una incógnita porque, en general, las comunidades budistas no suelen pronunciarse públicamente y, por supuesto, los practicantes budistas ejercen su voto, o su abstención, de acuerdo a su propia conciencia individual.

Personalmente votaré la candidatura del PSOE porque considero que el clima social, económico, cultural y político que propician los socialistas es el más respetuoso con la pluralidad cultural y religiosa que caracteriza cada vez más a la sociedad española.

No en vano ha sido la última administración socialista la que ha reconocido la figura de Notorio Arraigo al budismo, cuando el anterior gobierno del PP la rechazó, más por motivos políticos e ideológicos que por razones legales.

Aunque el poder del Estado-nación y el poder político salido de las urna son cada vez más impotentes frente a otras formas de poder no democrático como puedan ser los medios de comunicación, los emporios financieros y las grandes multinacionales, y aunque la mayor parte de los políticos sirven más a esos poderes no democráticos que a la voluntad del pueblo expresada en las urnas, aún existe un resquicio de maniobrabilidad y de honradez política, que deben ser aprovechados al máximo.

Los budistas no podemos continuar en el nirvana apolítico, circunscritos a las paredes de nuestros centros de práctica. No podemos seguir viviendo en una burbuja ‘espiritual’, ajenos a los compromisos ciudadanos, a las realidades concretas y a los derechos cívicos y sociales que están en juego en las próximas elecciones.

Durante esta legislatura socialista, el Estado ha reconocido al budismo la figura de Notorio Arraigo. Este reconocimiento no es un fin en sí mismo, sino el punto de partida de una relación institucional entre la Federación Española de Comunidades Budistas y el Estado español, relación que aún debe ser definida y negociada a lo largo de los próximos años. Es evidente que esa relación será mucho más fluida y beneficios a con la administración socialista que con un gobierno del PP, partido heredero del nacional-catolicismo y que las fuerzas más reaccionarias de la Iglesia Católica española están utilizando como ariete contra los avances sociales y democráticos que el Gobierno del PSOE ha propiciado durante la última legislatura.

El PP está minado por miembros del Opus Dei y otros movimientos católicos reaccionarios, quienes siguen lamentándose de que España haya dejado de ser una, grande y libre y que los ciudadanos abandonen en masa la influencia que la Iglesia católica ha ejercido durante siglos sobre las conciencias de los españoles, con la ayuda siempre de la derecha conservadora.

La presión que los obispos católicos han ejerciendo durante toda la legislatura pasada y que ha arreciado con los inicios de la pre-campaña electoral demuestra que la Iglesia católica no termina de aceptar que, como dice el artículo 16, apartado 3 de la Constitución española: “ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”.

Según nuestra Constitución, el Estado español es laico y aconfesional y los budistas españoles debemos favorecer a las fuerzas políticas que tratan de cumplir con este precepto constitucional y que abren vías de negociación con todas las creencias religiosas en igualdad de condiciones y oportunidades. Es cierto que el programa electoral del PSOE no recoge la necesaria revisión del Concordato entre el Estado español y el Estado Vaticano, un acuerdo internacional pre-democrático que ningún gobierno democrático se ha atrevido aún a revisar. La Iglesia sigue siendo poderosa y muchos votantes socialistas son católicos. Aún así, las fuerzas políticas progresistas deben ser apoyadas en su intento de democratizar las relaciones entre las distintas confesiones religiosas y el Estado. Por ejemplo, el Ministerio de Justicia del gobierno socialista ha creado durante la pasada legislatura la Fundación Pluralismo y Convivencia, un granito de arena que trata de paliar la desigualdad en materia de financiación a las confesiones religiosas minoritarias. Un granito de arena que sería impensable con un gobierno del PP.

Aún queda un largo camino para que los principios constitucionales, en materia de libertad e igualdad religiosas, pasen del papel escrito a la práctica cotidiana. Si el español es un Estado aconfesional, ¿por qué permanecen los crucifijos en muchas aulas de las escuelas públicas? ¿por qué los ministros y los altos cargos juran o prometen sus cargos delante de un crucifijo? ¿por qué la práctica religiosa de la familia real (bodas, bautizos, funerales, etc.) sigue siendo presentada ante la opinión pública como asunto de Estado? ¿por qué la corona real estampada en la bandera que se supone representa a todos los españoles sigue ostentando en su cima una cruz? ¿por qué los ritos católicos siguen estando presentes en los grandes acontecimientos del Estado?

No será con el PP con quien avanzaremos hacia ese estado laico y aconfesional en el que el estado se relacione con todas las confesiones religiosas en igualdad de condiciones. Y si bien es cierto que los pasos del PSOE en ese sentido son todavía tímidos, muchos dirigentes socialistas están aguardando las circunstancias propicias para caminar en esa dirección. Y la circunstancia más propicia es la victoria electoral con una mayoría holgada o con una mayoría simple que obligara al PSOE a pactar con Izquierda Unida, por ejemplo, quizá la formación política que más claramente defiende la separación entre Iglesia-Estado y el establecimiento real de un Estado laico y aconfesional.

Por ello, respetando la libertad de voto y de conciencia de cada uno, hago un llamamiento a todos los miembros de la Comunidad Budista Soto Zen, a todos los practicantes budistas y a los simpatizantes españoles del budismo, a todos los defensores de la libertad y de la igualdad de todas las confesiones religiosas ante el Estado y ante la sociedad española, para que el próximo día 9 de marzo voten por un gobierno socialista.
La respuesta fue:

Querido compañero *****, hay cada día en mi vida menos cosas en las que creer; cuando confías en algo, de pronto aparece algo te golpea y te hacer perder la confianza y con ella la sonrisa en una vida plena.

Hoy leyendo en una de tus páginas Web, haces una apología política que me ha hecho sentirme muy triste.

Has metido en un saco a mucha buena gente que ha dado y está dando su vida por el budismo y el Zen, y que no tienen nada que ver con el Opus Dei, ni el nacional catolicismo.

Qué te ha pasado...

Las personas como yo, votamos a los partidos cuando lo hacen bien y no por convicciones prehistóricas. Unas veces votamos al PSOE, otras al PP, porque en ello nos va nuestra vida y el día a día.

Hay gente maravillosa en el PSOE, al igual que la hay en el PP y el Budismo y el Zen no necesitan de la política para estar ahí, a no ser que queramos convertirnos en lo mismo que repudiamos.....

Me entristece que ahora el Zen y el Budismo esten en la cartera de servicios de la Política.

Creo que como te pasó ya de joven a tí, me ha pasado hoy al leer este artículo tuyo; me he desencantado tanto, me ha dolido tanto mi corazón......

Adios y suerte con tú política, pero yo no soy una oveja........

Sobran más explicaciones.

Gracias a todos por estar ahí fuera.

jueves, 30 de octubre de 2008

Nuestro potencial

Hola a todos:
Siempre estuve convencida de que somos mucho mas de lo que creemos, aunque a veces, equivocadamente, nos creamos mas de lo que somos.
Cuando digo somos mas, me refiero a que nuestras capacidades son casi ilimitadas, y aunque no lo sean realmente, utilizamos un pequeño porcentaje de nuestro verdadero potencial.
Esto es aplicable a casi todos los ámbitos: nuestra inteligencia, nuestra memoria, nuestras posibilidades de regeneración, nuestra capacidad de amar, de sufrir, de disfrutar, nuestra fuerza, nuestro deseo, nuestra imaginación, nuestras posibilidades de crecer, y las de destruir, etc, etc.
Pero, en definitiva, soñar, creer, crear, luchar, conseguir, sólo nos llevan a un único punto, a un objetivo, que no es otro que crecer, y para llegar a crecer, por fuerza, sin remedio, hay que equivocarse, una y mil veces, y otra mas.
En el último vídeo de Luis Miguel, decía que cometer errores es inevitable y que no pasa nada, siempre y cuando aprendas de ellos y no vuelvas a cometerlos una y otra vez.
Así que yo, que soy muy obediente, tras escucharle, hice una retrospectiva y me encontré con muchos de mis errores o con aquéllos que en su día fui capaz de reconocer como tales, que no todos tuvieron tal suerte, o no al menos, en su primera aparición.
Y pensé... qué aprendí de ellos? me ayudó en algo equivocarme? conseguí no repetir ciertos errores?
La respuesta, evidente y honestamente, es rotundamente no. Repetí errores, claro que si, porque aún dándome cuenta de cuanto me he equivocado, cada conducta, cada movimiento, cada sensación, cada pensamiento, fueron concebidos en un espacio y un tiempo distintos y diferentes, como diferente y distinta soy yo a lo largo del tiempo, incluso a lo largo del pequeño trozo de tiempo que ahora mismo le robo a mi trabajo para escribir estas líneas.
Significa eso que no aprendí? También digo ahora rotundamente que no. He aprendido de absolutamente todo lo que he vivido, desde el primer momento en que respiré, incluso antes.
Con los años descubrí que en las situaciones límite ponemos mucho mas de nuestro potencial al servicio de nuestra propia vida. Tendemos a funcionar en piloto automático, por inercia. Los grandes acontecimientos de nuestra vida, sean buenos o malos, actúan como revulsivos y desconectan ese piloto que nos hace funcionar. Descubrimos entonces asombrados que podemos resistir lo impensable, que tenemos una fuerza insospechada, y se nos ocurren ideas en una mente que considerábamos dormida.
Mi mayor error y seguro común a la mayoría de los mortales, es permitir que ese piloto automático vuelva a conectarse. Quizá cada vez menos, tal vez, poco a poco le esté ganado la partida.
El piloto automático tiende a economizar... pensar poco, sentir menos, mirar poco, ver nada, escuchar lo mínimo... sobrevivir. Ni sientes ni padeces.
No quiero vivir en piloto automático, no quiero ver la vida que pasa ante mis ojos como si fuera al cine.
Quisiera recordar lo que sentí en esos mis grandes momentos, los revulsivos, para utilizar mas potencial, no sea que al final se quede permanentemente dormido y ya no logre despertarlo.
Muchísimos besos a todos

miércoles, 22 de octubre de 2008

Alpé D'Huez

Hola a todos:
Hace ya tiempo que no escribo, aunque leo el blog casi a diario. No tengo en estos momentos mucho tiempo y ando muy cansada. Pero que nadie se preocupe, porque mi cansancio es meramente físico y obedece a razones conocidas y aceptadas por mí... quien algo quiere algo le cuesta... pero todo tiene algún día su recompensa.
Ahora os contaré algo que pensé el otro día después de escuchar una conversación, en la que yo no participé, entre otras cosas, porque me dejó atónita.
Estaba en el vestuario del gimnasio, eran poco mas de las 8 de la mañana. Nos duchábamos después de una clase y oí a una compañera decir que no merecía la pena ducharse, porque ya estaba sudando de nuevo. Por su edad, inmediatamente pensé en la menopausia, pero no era esa la razón, a su entender.
En una especie de monólogo, ya que nadie le contestó, explicó que en las clases de bici, se ponía la resistencia al máximo para quemar toda la rabia que tenía acumulada.
Tras decir esto, yo cada vez más estupefacta y silenciosa, el monólogo se transformó en diálogo, porque otra le dijo que si no fuera por estos momentos... "qué sería de nosotras"... como si a todas nos gobernase la rabia.. no sé...
Mi cabeza empezó a dar vueltas, (no lo digo literalmente, aún no adquirí tal habilidad), y pese a que seguí escuchando las múltiples quejas que sobre sus vidas ambas tenían, mi atención se centraba más en mis pensamientos que en sus desatinos.
Porque pensaba que si tu vida te hace acumular esas dosis de rabia, patentes a las 8 de la mañana, y eso que ambas habían pedaleado como si ascendieran alpé d'huez para desahogarse... y aún mantenían en su interior cantidad suficiente para estar más de media hora soltando sapos y culebras... para qué la sigues viviendo?
Y esto lo digo literalmente. Qué sentido tiene vivir una vida así? De verdad creen que pedalear y sudar va a servir de mucho? Pará qué ponerle tiritas a una presa que se está rajando como si con eso fueras a contener el agua de todo el pantano?
No puedo creer que nadie esté tan ciego como para no ver otras opciones. No creo que nadie piense que ese es su destino y sólo lo acepte, lo admita y reniegue.
Que nos lleva a vivir como inevitables situaciones que no lo son? Por qué aceptar, admitir para después renegar?
Como casi todo en esta vida, seguro tiene una respuesta sencilla. Estas dos compañeras del gimnasio no son capaces ni de ver, ni de entender, que se quejan de su entorno, su familia, su trabajo o sus amistades, como si la culpa de sus desgracias la tuvieran ellos, como si su rabia fuera de ellos.
No, la rabia de cada uno es nuestra, la generamos nosotros, la guardamos, la acumulamos y después explota... hay quien incluso pedalea con ella.
Pero la rabia nace de tí, no te la da nadie.
La rabia se genera porque la vida que deseas y la que vives no coinciden, o no te lo parece.
Porque lo que deseas no lo tienes y lo que tienes no lo quieres... porque tu vida no te llena, porque perdiste la ilusión, o porque en tu vida ya no gobierna el amor...
Por tantas razones y por ninguna...
Supongo que cada quien deberá averiguar su por qué, porque mientras no lo haga, lo mismo dará que varíe su entorno, cambie su trabajo o incluso su familia...si su rabia no cambia, sólo podrá pedalear con ella.
Muchísimos besos a todos.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Qué es verdad?

Hola a todos:
Casi todas las mañanas, cuando voy en el coche, escucho un programa de radio en el que hacen preguntas a varios niños sobre un tema. Me gusta escucharlo porque siempre me ha maravillado la forma de explicar las cosas que tienen los niños, su lógica aplastante mezclada con esa visión en la que aún no terminan de distinguir la realidad de la fantasía.
En concreto les preguntaban sobre sus recuerdos el día que nacieron y las respuestas os podéis imaginar: unos no recordaban nada pero otros ofrecían detalles, de "cómo empujaba porque el tapón estaba muy fuerte y no podía salir" , de aquél que contaba que "él se acordaba de que nació en pelotas" tal cual lo decía el chavalín, una pasada...
Esto os lo cuento al hilo de algo que el otro día aparecía en una entrada de Luis Miguel, en la que nos decía que la vida ante nosotros no es una realidad sino una interpretación.
No creo yo que esos niños mientan cuando cuentan cuanto les costó empujar para salir de sus madres. Pienso que han oído cómo nacen los niños y en su imaginación llegan a formar una especie de recuerdo que no puede ser real pero como tal lo viven y lo relatan.
Y cuantos de nuestros recuerdos son efectivamente reales? Porque partiendo de la base de que sólo procesamos la información que nos transmiten nuestros sentidos, y la almacenamos en base a las emociones que nos producen... cuanta información dejamos fuera? y de la que recibimos, cómo medir la distorsión de las emociones?
No hace mucho, recibí un mail en el que proponían un juego, consistente en contar las veces que unos jugadores de baloncesto se pasaban el balón. Después había que volver a ver el vídeo para comprobar que, al centrar la atención en los pases del balón, no se veía el gorila que estaba moviéndose entre los jugadores, y ERA CIERTO. Lo ví varias veces y me quede absolutamente FLIPADA. Al centrar nuestra atención plenamente en un objetivo, el resto del mundo ante nuestros ojos desaparece LITERALMENTE.
Cuantas veces nos hemos asustado con una sombra que nos pareció...
Cuantas otras andando por la calle absortos en nuestros pensamientos nos cruzamos con un conocido y ni lo vemos...
Cuantas frases habremos malinterpretado...y cuantos gestos...
Cuantos de nuestros recuerdos serán fruto de nuestra fantasía...
Uffff...bueno, una parte de mis recuerdos sí son reales porque los comparto con mis hermanos o amigos, aunque cada uno lo haya vivido a su manera.
Tal vez lo único que sea realmente cierto es lo que siento cuando me abrazan, o me besan, o me hacen reir mirándome a los ojos. Tal vez la verdad sólo se encuentre en lo mas simple, en la piel, eso no creo que me lo haya imaginado, tal vez esos sean mis únicos sentimientos reales y mis únicos recuerdos verdaderos.
Muchísimos besos a todos.

NADA DE NADA.

Un saludo a todos desde el corazón.
Querido amigo:
El otro día, una persona, del equipo con el que trabajo habitualmente, hizo algo extremadamente curioso. Lo curioso no es sólo lo que hizo, sino que ya había reparado que lo hacía habitualmente, casi siempre, a la misma hora. Eran las cinco o seis de la tarde, en uno de los pasillos apartados y poco transitados del quirófano. Apoyada en la pared, esta persona gimoteaba en un acceso de depresión. ¡A la misma hora aproximadamente todas las tardes!
Otros compañeros, al reparar su estado, acudían como moscas a la miel... "¿Qué te pasa?" "¿Te ocurre algo?", etc, etc...
La respuesta era siempre la misma: "No os preocupéis, en cinco minutos se me pasa"...
¡Y efectivamente así era!
Hoy no quiero comentarte de la necesidad de atención de esa persona. Eso ya lo sabemos. Pero sí que es curioso el mecanismo. Es casi un hábito.
Eso me hace preguntarme:
¿De dónde viene esa depresión?
¿Qué la hizo aparecer, y qué desparecer en cinco minutos?
¿De verdad quieres saberlo? DE LA NADA.
Así de claro. En realidad todo está en su mente, pensamientos, recuerdos y todo eso. Pero es en realidad NADA. Se deprimió por nada y se curó de la nada también. Es cierto que hay sucesos desagradables y hasta terribles. Eso es lógico. Pero el proceso depresivo, en aquel preciso instante en el que nada le estaba sucediendo, en el que quizá sólo estaba recordando o auto compadeciéndose... ¡NADA DE NADA!
Y eso me hizo preguntarme otra cosa. Si de nada me deprimo, quizá de la nada pueda hacer exactamente lo contrario. ¡Y efectivamente así es!
Me explico: si de mis recuerdos creo formaciones mentales tipo "no vales para nada", o "todo me sale mal", que me entristecen, es factible hacer lo contrario. Si creo formaciones mentales tipo "estoy feliz", "soy un crack", "consigo todo lo que me propongo", debo de alcanzar estados mentales muy positivos.
¡FUNCIONA!
Normalmente los estados depresivos no están justificados. Repito, es cierto que pasamos por cosas desagradables y terribles en la vida. Pero una vez pasados, una gran cantidad de la población no pueden dejarlos atrás. Cargan con ellos una y otra vez... POR NADA. Así que, sin querer llegar a ser pesado, si de la nada me deprimo... de la nada puedo alegrarme y provocarme un subidón de energía.
Hagamos la prueba. Sin pasar vergüenza, si estás sólo/a, ponte en pié. Ríete con fuerza. ¡Aunque no tengas nada de lo que reírte! Grita en voz bien alta: "Me siento sano, fuerte y FELIZ!" Y sigue riéndote, de los problemas, de los enemigos, de la vida...
¿Cómo te sientes?
Si te sientes estúpido o avergonzado tienes que repetirlo otra vez. Pero lo más normal es que te sientas bien, relajado, y puede que hasta feliz. Esto no es ninguna tontería, es simplemente QUE LA MENTE HUMANA FUNCIONA ASÍ.
Sin más.
Un nuevo ejercicio. Ponte depié y estira el brazo derecho con la palma de la mano mirando hacia arriba. Flexiona el brazo y tócate, si puedes, la parte posterior del hombro.
¿Ya está?
Ahora date unas palmaditas de mi parte, porque te lo mereces, amigo mío.
No lo olvides nunca: si de la nada juegas a deprimirte, de la nada puedes sentirte de maravilla y feliz.
Es tu elección. Es como quieras vivir tu vida.
Y el tiempo pasa...
Gracias por estar ahí fuera.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Las puertas abiertas


Un saludo a todos desde el corazón.
Querido amigo lector:
Ayer se me planteó, por la noche, una cuestión que tiene mucho que ver con la compasión y con mis creencias budistas. Se sale un poco de la línea que estaba tomando con mis entradas anteriores, pero... ¡Qué narices!... ¿Verdad?
Una persona a la que quiero, y que sigue este blog con especial atención, me planteó una cuestión que no es necesario explicar aquí. Al escuchar mi respuesta quedó patente su "desilusión", ya que según me dijo, mi actitud no quadraba con mis escritos en este blog.
Por supuesto se puede decir que la interpretación de esta persona es eso, interpretación. Pero me entristece que alguien pueda sufrir por la idea que alberge de cómo un servidor se debería de comportar ante esto o aquello. Me gustaría aprovechar para explicar un poco el tema de la compasión.
La palabra compasión significa "acompañar". En budismo decimos que sentir compasión es sentir el sufrimiento de los demás como si fuera el nuestro propio. Es tratar el dolor de los demás como si fuese el de tus hijos o el de tus padres. Sentirlo y acompañarlo quiere decir que es un estado mental que nos auto-inducimos. Por supuesto este estado mental sólo nos trae beneficios. Uno de ellos es ver las cosas con una amplia perspectiva.
La misma perspectiva que me ayudó a pronunciarme como lo hice, porque una de las cosas que pienso antes de tomar una decisión es: ¿Cuántas personas se beneficiarán o perjudicarán por mi decisión?
Es una buena pregunta que merece una especial consideración:

¿Cuántas personas se beneficiarán o perjudicarán por mi decisión?

En el caso en cuestión mi respuesta fue muy prudente, ya que, mucho me temo, por querer ayudar a una sola persona puedo dañar a un conjunto de ellas.
Siento mucha compasión por la humanidad, por los marginados, por los pobres. Pero el sentido común me dice que dejar las puertas abiertas de una casa para que cada uno tome lo que quiera no es una buena decisión. Sobretodo cuando la casa no es mía, o pertenece a alguien más.
De momento dejaré abiertas las puertas de mi mente y de mi corazón. Ahí tengo amor y compasión de sobra para todos.
Gracias por estar ahí fuera.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Tolerar o disfrutar? This is the question...

Un saludo a todos desde el corazón.
Hace muchos días que no pasaba por aqui, y hoy he decidido venir a saludarte, querido amigo.
Los médicos tenemos acceso a infinidad de estadísticas. Hay empresas que hacen porcentajes de cuaquier cosa, porque cualquier cosa es susceptible de ser medida.
Uno de esos estudios me ha llamado poderosamente la atención, y quería comentártelo:
Dicen que 4 de cada 5 personas no disfruta su trabajo. Lo tolera o lo sufre, pero no disfruta de ello. Dicen también que 4 de cada 5 personas no disfruta de su vida social y familiar, que la tolera en su mayoría, o la sufre. ¡Cuatro de cada cinco personas sólo toleran su matrimonio!.
¿Sabes que significan 4 de cada 5 personas, amigo mío? Son el 80%. ¡El 80% de las personas es una cifra demasiado grande!
Aunque si te digo la verdad, sólo hay que darse un paseo por una calle abarrotada de gente para darse cuenta que estos números, quizá, tienen mucha razón.
Estas dos últimas semanas estuve pensando muy seriamente en todo esto. Llegué a una pregunta fundamental:
¿Estoy disfrutando o estoy tolerando mi vida? ¿Vivo cada día lleno de emoción y entusiasmo o simplemente vivo, pasando el tiempo, procurando que no me hagan mucho daño, mantenendo un estatus equilibrado?
No me gustó nada la respuesta a la que llegué, si quieres que te sea franco. Así que he pasado estas últimas dos semanas muy ocupado, hasta tomar una importante decisión.
Si he vivido como hasta ahora, ha sido sólo porque yo mismo lo había decidido así. Puede que quiera escudarme y echarles la culpa a las creencias que me enseñaron, a la sociedad que parece manejarme a su antojo, a la crisis, a la política, a la religión...
¡BASTA!
Hoy sólo quiero darte una frase. Algo para que pienses, si es que lo que te acabo de contar te ha turbado tanto como a mí.
La vida ante ti no es más que una mera interpretación y no la realidad misma.
Lo voy a decir otra vez pero más alto, para que no haya confusión:

¡LA VIDA ANTE TI NO ES MÁS QUE UNA MERA INTERPRETACIÓN Y NO LA REALIDAD MISMA!

Te pondré un ejemplo. Esta mañana, hace unos minutos en realidad, escuchaba a un compañero quejarse de la crisis económica que atraviesa nuestro país. Pero en realidad no es que haya crisis (sí, sí, escucha esto atentamente), sino que es como él interpreta la situación que recibe a través de sus sentidos.
A pesar de todos los hechos que esta persona me quiera ilustrar, me está dando su interpretación. Ante los mismos hechos, otras personas no experimentan crisis, sino una oportunidad para enriquecerse y prosperar.
La vida ante ti no es más que una mera interpretación y no la realidad misma.
¿Crees que no tengo razón?
Pues eso está muy bien. Porque así será la vida para ti. ¿Quieres crisis? Pues experimentarás crisis. Así es como funciona.
Vivir una vida plena, llena de entusiasmo y logros, sería una forma muy inteligente de pasar el tiempo que nos queda, ¿verdad?
No voy a dejar que esto quede así. Poco a poco iré contándote otras cosas.
Pero como te dije, hoy sólo quería dejarte una frase.
Lo que hagas con ella después es sólo cosa tuya.
Gracias querido amigo, por estar siempre ahí fuera.

martes, 16 de septiembre de 2008

Recomponiendo el mundo.


Un saludo a todos desde el corazón.

Oí una vez que estaba el padre muy ocupado leyendo su periódico en el sofá. El niño se le acercó inquieto: "Papá...papá".
"Ve con tu madre, anda..." le dijo sin quitar la mirada de la sección deportiva.
Poco rato después el niño volvió a su lado. "Papá...papá..."
Viendo que no se le iba a quitar de encima facilmente, el padre arrancó un trozo de hoja donde se veía una imagen del planeta tierra. Lo partió en varios pedacitos y se los entregó diciendo: "Ahí tienes un puzzle para que te entretengas".
El niño se marchó todo contento y el padre respiró aliviado. A los pocos minutos el hijo volvió todo orgulloso: "Aquí lo tienes papi, lo terminé"
"¡Pero eso es imposible!", gritó el hombre una vez comprobó que, efectivamente, el planeta estaba totalmente recompuesto. "¿Cómo lo has hecho?".
"Ha sido muy fácil", dijo triunfante, "me he dado cuenta que al otro lado de la fotografía había la de un hombre. Así que juntando la imagen del hombre, se juntó la imagen de su mundo también".
Una historia muy hermosa.

Jiddu Krishnamurti, decía "el hombre es el mundo, el mundo es el hombre". Creo que en este caso sobran más explicaciones. Hemos analizado el funcionamiento de la mente. Hemos visto lo que toda esa agresividad y el miedo puede conseguir. Pensamos que nuestra vida es sólo nuestra y que no es de la incumbencia de los demás. Y el mundo sigue sufriendo.
Hoy sólo pido un poco de reflexión.

Gracias a todos por estar ahí fuera.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Siente tus pensamientos, piensa en tus sentimientos

Hola a todos:
Esta mañana, como casi todas, hojeaba el periódico y supongo que, como a la gran mayoría, me picó la curiosidad y leí el horóscopo.
No creáis que le doy ninguna importancia a los horóscopos del periódico, porque basta con leer un par de ellos para comprobar que dicen cosas radicalmente distintas, pero confieso que me gusta leerlo porque siempre dice que te va a ocurrir algo bueno. Te van a querer mucho, se van a solucionar en breve tus problemas económicos, alguien va a valorar tu trabajo, etc, etc.
Pero esta mañana, mi horóscopo, Capricornio, contenía una frase que me ha hecho pensar y mucho. Decía: Siente tus pensamientos, piensa en tus sentimientos.
Me ha parecido una frase preciosa y llena de significado. Estará ahí el equilibrio? Entre lo visceral y lo racional, la lógica y el sentimiento, el querer y el deber, lo social y lo personal, lo privado y lo público, lo correcto y lo incorrecto?
A mí me induce a algo y es a parar, a ralentizar, a detenerme, a sentarme, a no dejarme llevar por la inercia.
Me induce a saborear, a disfrutar, a exprimir...
Me ha alegrado el día, espero que también os guste y os haga pensar y sentir algo.
Muchísimos besos a todos.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Cuando cambió?

Hola a todos:
Os voy a contar una pequeña historia, ya que tengo una terrible duda, a ver si alguien me puede ayudar. Empezaré con un breve relato sobre mi vida.
Yo nací hace muchos años, según me contó mi madre, porque, aunque parece ser que yo estaba allí, no lo recuerdo. Y será verdad si lo dice ella, pero claro, después me enteré de que tampoco estaba mi padre, porque creía que era una inocentada (yo nací un 28 de Diciembre), pero bueno, aunque mi padre no lo presenciara y yo no lo recuerde, si mi madre dice que nací, será que es verdad, porque mi madre podrá tener muchos defectos, pero, mentirosa, no es.
Parece que pasó tiempo y tiempo, tampoco me acuerdo, me lo han contado, y empecé a hablar, a andar, comer sola y esas cosas que hacen los niños y celebramos como si hicieran algo espectacular, cuando en realidad el niño habla que no se le entiende, se le cae más comida de la que consigue meterse en la boca y cada tres pasos se da un castañazo.
Presupongo yo que si aprendí a hacer estas cosas como el resto de los niños, es que dentro de mi cabeza habría algo y no la tendría encima de los hombros sólo para separar las orejas, pero lo cierto es que mi primer recuerdo, o uno de los primeros, fue cuando tenía casi tres años y me metieron en un colegio de monjas, con un uniforme que tenía un cuello de plástico rígido y no se podía casi respirar.
Recuerdo aquél cuello como deben recordar los perros su primer collar, como un castigo, aunque debí acostumbrarme pronto, porque sólo guardo la imagen del primer día, comiendo pipas en el recreo (me las pelaba una niña mayor). De aquel colegio y de su uniforme, no recuerdo nada mas. Igual es que me echaron y mi madre eso no me lo contó.
Pero aún teniendo recuerdos de aquélla primera infancia, este y algún otro (el suelo del pasillo que era a cuadros rojos y blancos como un tablero de ajedrez), el funcionamiento de mi mente debía ser bastante limitado. Supongo que, por aquel entonces, me fiaba mucho más de mis instintos y de mi corazón de lo que después me acostumbré a hacer.
En qué momento se produjo ese cambio? Cuando dejamos de escuchar a nuestro corazón? A nuestros instintos? Nuestras intuiciones?
Veréis, todo esto que os cuento, un poco en plan de broma, me viene a la mente por algo que leí la otra mañana mientras desayunaba. En un sobre de azúcar había una frase de John Steinbeck que decía algo como esto:
“El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir”
Si hacemos esto es porque en un momento dado de nuestras vidas, nos olvidamos de nuestro corazón y nos centramos sólo en escuchar y alimentar nuestra mente, porque, estaréis de acuerdo conmigo en que, cuando éramos niños, comíamos cuando el cuerpo nos lo pedía, bebíamos con sed y no perdíamos el tiempo en hablar del calor que hace en verano al subir en el ascensor.
Muchísimos besos a todos.

domingo, 31 de agosto de 2008

Deseos y conflictos.

Un saludo a todos desde el corazón.
La sociedad humana está corrompida. Su error, es el haber fijado la meta de su felicidad en los objetos externos. Hemos provocado durante nuestra evolución una escalada tecnológica en pós de la medicina, la economía, los placeres.
Todo fuera, nada dentro.
Y ya sabemos a dónde nos ha llevado todo eso.
Vivimos la realidad a través de nuestros sentidos, dependemos de ellos para entrar en contacto. Ese contacto provoca a su vez una reacción corporal en forma de sentimientos o emociones, y una mental en forma de recuerdo en la memoria de la persona. El problema comienza cuando surge el deseo de repetir una experiencia que ha sido placentera. Tenemos guardado el recuerdo de algo y queremos repetirlo.
Surge el deseo.
Lo mismo ocurre con las experiencias dolorosas. La memoria nos devuelve el deseo de no repetir la experiencia, provocando todo tipo de sentimientos molestos.
Si tenemos la posibilidad de repetir estas experiencias de placer llegamos a apegarnos a ellas. Se convierten en una prioridad para nuestra vida.
¿Por qué una prioridad? Porque como ya nos dieron placer una vez, pensamos que lo harán sucesivamente una y otra vez. Aunque luego de hecho esto no sea así. Todos estos objetos de deseo, mentales o físicos, son impermanentes, mutables. Cada experiencia depende de demasiados factores que se conjugaron una única vez. Pero esto no lo vemos y pretendemos volver una y otra vez, como si repitiésemos una grabación de video compulsivamente.
Puede que, con el tiempo, nos demos cuenta de que ese objeto (por aburrimiento o por fracaso) no nos proporciona ya el placer pretendido. Inmediatamente buscamos en la memoria otro objeto, porque no sabemos vivir de otra forma.
Esto no ocurre con un solo objeto a la vez. Vivimos en una confusión gigantesca entre los objetos que procuramos y los que evitamos. Una maraña que nos envuelve como una niebla espesa, y a la que llamamos YO. Creamos un personaje lleno de necesidades, nos identificamos con él. Le defendemos cueste lo que cueste.
El conflicto va a surgir inmediatamente, porque las expectativas de este "yo" son totalmente irreales. Todo él está construído dentro de un error monumental y está abocado al fracaso. Va a chocar con una realidad que no tiene nada que ver con lo que desea y pretende. Y de este conflicto, de lo que es en realidad con lo que quiere ser, surgen las corrupciones, el odio, la codicia, y todo eso.
¿Qué puedo hacer para solucionar este conflicto?
Las religiones se han esforzado en decirme que sea bueno, que nos amemos los unos a los otros. Si pasa a nuestro lado una mujer hermosa giramos la cabeza al otro lado con desdén mientras el deseo arde en nuestro interior.
Ya conocemos los casos de sacerdotes de todas las religiones, de santones, y demás que van proclamando la renunciación, cuando al final ellos mismos son el ejemplo de todo lo contrario. ¿Por qué? Quizá porque no han entendido el problema realmente. Forzándome no voy a conseguir cambiar. Puede que por fuera sea un santo, pero por dentro mis deseos surgen y me queman. Sólo cuando entiendo mis deseos totalmente, cuando sé certeramente a dónde me llevarán, entoces sólo ahí será cuando pueda no-dominarlos. Porque la dominación provoca más conflicto, ira, codicia, agresividad, y demás. Sólo iluminando con la luz del saber mis deseos puedo sonreírles.
Así podré ver una mujer hermosa, y ¿por qué no? disfrutar de su visión durante ése segundo de contacto. Pero nada más. Sin deseo posterior que surga arbitrariamente. Sin falsas expectativas. Y sin deseo no surge el apego. Y sin apego ¿dónde está el YO? Y sin "Yo" que defender no hay conflicto.
Sin conflicto, y aquí reside mi esperanza, porque mi mente todavía está llena de deseos y apegos, pueda surgir la paz y la felicidad en este planeta.
Nuestra supervivencia depende de ello.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

lunes, 25 de agosto de 2008

El árbol del koala

Hola a todos:
Hace pocos meses, seis o siete mas o menos, conocí a alguien muy especial, con mucha experiencia de vida para su edad, con ideas muy claras y con un inmenso corazón., un alguien especial que me hace pensar muchas cosas, con quien en poco tiempo he mantenido largas conversaciones que me han inspirado varias de las entradas que aquí he escrito.
Por razones que no viene al caso exponer, hace poco estrenó piso después de pasar varios meses en un lugar que no era el suyo. Estaba deseando volver a sentir la tranquilidad que te da tu sitio, tu entorno. Ordenar sus cosas, su vida.
Para todos es importante tener un lugar que sientas tu casa, tu refugio. Y no hablo de nada material, aunque a algunas cosas les hayas cogido verdadero cariño. Intentaré explicarme con más detalle.
Ya hemos hablado alguna vez en este blog de que no somos entes individuales, todos estamos relacionados, vinculados, intercambiando de forma constante energía e incluso materia. Me duele el sufrimiento ajeno, me alegra la felicidad de los demás, se contagia el estado de ánimo, estamos en plenitud al compartir…
Incluso para aquéllas personas, como mi amigo, para quienes las cosas materiales son sólo cosas, prescindibles, sustituíbles, todos precisamos ese entorno seguro y propio, nuestra casa, nuestro refugio, aunque constantemente lo abramos y compartamos con nuestros seres cercanos.
Quién no ha regresado alguna vez de un maravilloso viaje y al abrir la puerta de su casa ha exclamado MI CASA!!!! Como E.T., pero sin el dedo rojo. Creo que todos.
Ese refugio que es nuestro hogar, puede ser un habitáculo de veinte metros, oscuro y casi sin muebles, da igual porque es el nuestro. Es el lugar dónde guardamos en una caja las fotos, los viejos libros que siempre nos acompañaron, el jersey de mas de 20 años que nos negamos a jubilar, la almohada a la que tantas cosas hemos contado.
Ese refugio es ese espacio, nuestro espacio, ese que reclamamos como propio y al que nos retiramos cuando algo nos entristece para llorar a solas. Es el lugar donde hallamos esa paz, que a veces parece resistirse y que allí parecemos encontrarla con mayor facilidad.
Y lo que me pregunto es… si no somos individuales, si todos estamos relacionados… por qué esa necesidad del propio espacio? Si como dijo Jhon Donne “ nadie es una isla completo en sí mismo…” por qué esa necesidad de aislarnos?
Lo que no voy a contar es por qué esta entrada lleva este título, sólo diré que es una especie de homenaje a alguien realmente especial.
Muchísimos besos a todos.

viernes, 22 de agosto de 2008

La vía de la felicidad

Un saludo a todos desde el corazón.
Siguiendo en la línea iniciada con el análisis de la mente, hoy me hago una pregunta diferente, y al mismo tiempo muy relacionada: ¿Dónde reside la felicidad?
Todos los seres sintientes nos movemos a favor de la felicidad y en contra del sufrimiento cada instante de nuestra vida.
Posiblemente tendremos infinitas respuestas, como gustos tiene la gente. Nos dirán que en la salud, el dinero, el amor, la fama, el poder, y algunos más refinados que en la sonrisa de un niño, o en el horizonte teñido del atardecer.
¿Dónde reside la felicidad?
Para poder responder de forma seria tengo que ser consciente que todo aquello que puede ser obtenido es siempre debido a sus causas, por lo que la pregunta más correcta debe ser: ¿cuáles son las causas de la felicidad?
Todo aquello que he enumerado, como el dinero, la salud o el sexo, no son causas de felicidad. Nosotros creemos que sí, ahí reside nuestro error. Todo aquello que pueda ser causa de felicidad, debería serlo siempre y no temporalmente. Podemos creer en el concepto de una felicidad temporal, pero eso no me sirve. Investigo si puedo encontrar una felicidad duradera e imperecedera. Así que el dinero va y viene, y una vez obtenido ya sabemos que no da la felicidad. Casi siempre da más problemas que los que soluciona.
La salud, bueno, eso es otro concepto, otro engaño. Nuestro cuerpo cambia constantemente y se desgasta a su vez cada segundo que pasa. La salud es una guerra que tenemos perdida. No digo que no haya que cuidarse, todo lo contrario. Pero más tarde o más temprano nos enfrentaremos a la pérdida de nuestra salud. Es ley natural de vida. Y de muerte. Hay que mantenernos lo más sanos que podamos, y llenar de calidad nuestra vida. Pero sin perder de vista el horizonte. No seremos jóvenes para siempre.
La sonrisa de un niño... ojalá y fuera una causa de felicidad duradera. No habría sufrimiento en el mundo.
Y así podríamos ir una por una desmontando cada respuesta. Pero no merece la pena perder más tiempo en eso.
Simplificando, lo que tienen todas en común es que son objetos externos.
¿Qué es la felicidad? Es un estado mental. Está creado y mantenido en la mente. Nada más. Podemos seguir engañándonos buscándola fuera de nosotros. Gastaremos toda la vida para conseguir si acaso un estado de adormecimiento salpicado con algunos efímeros momentos de placer, a los que llamamos felicidad, y mucho sufrimiento.
Pero también podemos seguir la otra vía. Estudiar nuestra mente. Ver cómo funciona, cómo juega con nosotros.
Eso, exactamente, es lo que estamos haciendo.
Proximamente veremos que es ése ego que tanto nos gusta defender.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Mi mente no es un ordenador

Hola a todos de nuevo:
He estado de vacaciones, dedicando mi tiempo a diversas actividades que poco o ningún tiempo me dejaron para escribir aquí.
Sé que entro un poco tarde al debate, que todo o casi todo está dicho, pero quisiera aportar mi granito de arena, mi opinión.
Uno de los recuerdos más nítidos de mi niñez es mi madre diciéndonos a mis hermanos y a mí, que pensáramos antes de hacer las cosas. Somos cinco hermanos, yo ocupo el segundo lugar, y los cuatro primeros somos muy seguidos, nacimos en un intervalo inferior a los cuatro años, así que es fácil imaginar que éramos bastante cabras y tenía bastante sentido esa frase de mi madre, harta de tanto susto después de las locuras que se nos ocurrían.
Pero ahora intentando definir qué es pensar, me viene a la cabeza aquélla frase suya porque cuando tienes cinco años y te planteas pensar antes de hacer algo, pensar en futuro, cómo lo haces?
Memoria…, imaginación… aún no distingues con nitidez los límites entre la realidad y la fantasía…ummm, me quedo sin lugar a dudas con la memoria, compuesta de nuestra vasta experiencia de una larga vida de… cinco años?? Y muuuchos consejos recibidos, en forma de diálogo o de amenaza (si saltas del árbol te vas a romper una pierna).
Porque cuando tienes cinco años y te piden que pienses las consecuencias que se pueden derivar de tus acciones, como por ejemplo saltar de un árbol, pocos conocimientos tienes ni de la fuerza de la gravedad ni de anatomía, (que en definitiva también serían memoria) con lo que sólo te queda recordar la amenaza de fractura que un día escuchaste.
Pensar debe ser intentar descubrir la verdad del mundo que nos rodea, sí, tal vez sea eso, aunque con razón decía creo que fue Pepito Grillo, que la verdadera esencia de las cosas es aquélla percepción que de las mismas tenemos, asumiendo claro está que esa percepción es tan variable como nuestro estado de ánimo, nuestra lucidez, etc, etc.
Pensar es aplicar las reglas de la lógica al mundo que nos rodea, o a lo que de ese mundo percibimos, pero debemos recordar que tanto sus premisas como las consecuencias que de las mismas derivamos provienen de nuestro almacén de memoria, y que dicho almacén no ordena por igual sus conocimientos y recuerdos, sino que los cataloga según en un pasado cercano o lejano, de forma consciente o inconsciente, fueron recibidos como gratos o ingratos.
Pero hay algo más. No somos un ordenador, ni me gustaría serlo. La mente no funciona con independencia del corazón, me explico. El género humano está en constante búsqueda de la felicidad. Unos la buscan fuera de sí mismos, otros en su interior, pero todos, absolutamente todos, la deseamos, la pretendemos. Y en esa búsqueda perenne clasificamos cada vivencia, cada imagen, cada sonido, olor o contacto, a cada persona, situación o paisaje, según nos haya aportado felicidad o sufrimiento, y así quedan guardadas en nuestra memoria. En resumen, se almacenan con un componente emocional que sirve para su final clasificación.
Puede que esas experiencias, propias e incluso ajenas, si alcanzan un determinado calibre, conformen las que Luis Miguel llamó formaciones mentales o prejuicios, y seguro que también son la base de nuestros miedos y en definitiva de todas nuestras limitaciones, que no son otra cosa que cerrar nuestra mente a esa parte del mundo que, equivocadamente, nos negamos a percibir y consecuentemente, disfrutar.
Todo esto que os cuento, en definitiva lo que pienso, podría acercarse a una definición si no tuviera la certeza de que mi mente tiene vida propia, y conoce el mando que activa el piloto automático, y cuando funciona así pierdo la conciencia de todo lo que sé y siento, y percibo lo que ella quiere transmitirme. Menos mal que, con el paso de los años, detecto ese piloto automático, lo desconecto, borro cuanto me hace llegar, y después de serenarme me digo: otro engaño de la mente, no creas todo lo que te cuenta.
Muchísimos besos a todos.

martes, 19 de agosto de 2008

¿Qué es el pensar? - 3ª parte

Un saludo a todos desde el corazón.
¡Avanzamos!
Tenemos estímulos, de todo tipo, y tenemos respuestas, que siempre provienen de la memoria. Recordando el comentario de nuestra querida María, los bebés todavía no poseen suficiente memoria, por lo que apenas pueden interpretar los estímulos que reciben, y claro está, dar una respuesta discriminatoria. Si tienen frío, lloran. Si tienen hambre, lloran. (Esto los que somos padres lo sabemos muy, pero que muy bien).
Conforme avanzamos en la vida, aprendemos a interpretar los estímulos, a catalogarlos, así como las respuestas. Todo esto, que es muy simple en realidad, parece complicarse infinitamente en virtud de la cantidad de estímulos y de respuestas posibles, tal y como apuntaba Pepito Grillo, y es muy fácil perderse en ese camino.
Además, los pensamientos en sí mismos, también pueden servir como estímulo y provocar nuevos pensamientos. ¿O no? Vamos a poner un ejemplo:
Estoy comprando en un centro comercial y veo de lejos a un compañero de trabajo. Apenas doy importancia a este hecho, pero el estímulo que recibo al verle provoca una respuesta de mi memoria. Recuerdo instantáneamente una conversación sobre su persona en la que me avisaban que iban a despedirle por reajuste de personal. Este recuerdo además provoca en mi cuerpo una sensación de desasosiego y otra respuesta de la memoria: a mi tío dándome una lección, cuando era muy pequeño, de lo que eran las personas perdedoras. Esto no hace más que provocarme aún más ansiedad, y miedo. Nuevo estímulo y nueva respuesta. Ahora me pregunto si no me despedirán a mí también. Mi memoria me regala con otros casos parecidos, y, basándome siempre en recuerdos de otras personas que conocí que perdieron su empleo, comienzo a aplicar esta pesadilla en mi persona... ¿Y si esto? ¿Y si lo otro?
¡En cuestión de milisegundos surge todo este embrollo!
Además esta cascada de pensamientos no siempre ocurre conscientemente. Simplemente ocurre, y apenas me doy cuenta, la mayoría de las veces, de que estaba bien, ¡hasta me apetecía ir al centro comercial!, pero me siento abatido, de mal humor. Quiero irme a casa.
Estoy sufriendo.
No estoy teorizando, estoy viendo el hecho. Estoy alerta, no quiero funcionar en piloto automático y que todos estos recuerdos y sensaciones puedan hacer de mí lo que quieran. Y así compruebo como surgen, como crecen, como se perpetuán, y la cantidad de emociones y sensaciones que provocan en mi cuerpo.
¡Un paso más!
Vamos a complicar el esquema un poco más. Sólo un poco.
Determinados estímulos, debido a su fuerza emocional, provocan una respuesta potente. Y esta conexión, digamos que queda grabada, de forma que estímulos parecidos den la misma respuesta.
Esa es la base de la creación de los prejuicios, aunque a mi me gusta más llamarles formaciones mentales. Pongamos el ejemplo del fútbol. Me gusta un determinado equipo, me emociona, provoca en mi mente toda una serie de sensaciones. Pero... ¿cómo se produjo esta formación mental? Quizá fue alguien en mi infancia, alguien a quien quería, respetaba, adoraba, y no ponía en tela de juicio jamás. Quizá sucedió otra cosa, pero siempre hubo un estímulo inicial.
Ahí empezó un grave problema. Porque las formaciones mentales suelen acarrear un error de juicio de nuestra parte, un fallo en la percepción. Y es que nos identificamos con ellas. Esta identificación, siguiendo con el ejemplo del fútbol, provoca que si alguien insultase a mi equipo, es como si me insultase a mí mismo. Dicho de otra manera, el estímulo de ese insulto se interpretará como una agresión grave ¡que compromete nuestra supervivencia!.
Ya hemos visto en las noticias los problemas y reacciones que todo esto provoca.
¡Sólo se trata de una formación mental! Y nosotros reaccionamos como si estuvieran agrediendo a nuestro propio cuerpo.
Dicen que Jesucristo estaba viendo una final del mundial entre Francia e Italia. Marcó Francia y Jesús se levantó emocionado "goool". Minutos más tarde fue Italia quien avanzó el marcador. "Goool", nuevamente disfrutó emocionado. Un señor que estaba sentado a su lado le dijo: "¿a qué equipo pertenece usted?"
"A ninguno en especial", respondió amigablemente, "simplemente disfruto de un buen partido de fútbol".
"¿Qué te ha dicho?", cuchicheó la esposa del tal señor, una vez éste se sentó nuevamente.
"Nada. Es un ateo".
Gracias a todos por estar ahí fuera.

domingo, 17 de agosto de 2008

¿Qué es el pensar? - 2ª Parte

Un saludo a todos desde el corazón.
¡Fantástico!
Gracias de antemano a los siete participantes, hasta el momento, en este "debate" que iniciamos sobre el pensamiento, sobre el acto de pensar.
Antes de nada, os hubiera pedido que dejaseis atrás todos los prejuicios, las religiones, y las creencias. Pero soy consciente de la dificultad de mi pedido. Iremos caminando paso a paso. Intentando arrojar luz sobre este tema apasionante.
Comencemos por el principio.
Resumiendo un poco vuestra participación, creo que han surgido estas diferentes cuestiones:
1- La existencia (o no) de pensamientos voluntarios e involuntarios.
2- El pensamiento como interpretación de un factor externo a la persona.
3-El pensar como un movimiento de la mente diferente al sentir, o al percibir. Hay pensamientos malos y buenos (en cuanto a su capacidad de provocar sufrimiento).
4- ¿Es el pensamiento un acto diferente del lenguaje hablado?
5- Pensar es comparar.
6- Pensar es comparar, como en el supuesto anterior, pero en base a comprobar enunciados pre-establecidos.
7- El ego y el pensar entidades relacionadas, iguales o dependientes.
¿Me he dejado algo atrás?
En este momento considero que nada sé sobre el pensamiento. Quiero averiguarlo por mí mismo. Quiero saber hasta donde puedo llegar. Esta actitud es muy importante. No quiero comprobar si mis creencias son correctas. Si poseo la verdad. Lo primero es admitir que nada sé.
Puede que tenga muchos conocimientos. Pero, sinceramente, esos conocimientos no son míos. Me los dieron, ya fuese un maestro, un sacerdote, o un libro sagrado. Me dijeron:"esto es así" y puede que lo creyera. Puede que haya hecho de esos conocimientos una bandera. Pero creo que no estamos aquí para demostrar nada de eso.
Por eso, lo primero, es admitir que nada sé.
Y ahora nos preguntamos, ¿qué es el pensar?
Cuando alguien te pregunta "¿Cómo te llamas?", tu nombre aparece en tus labios de inmediato. ¿De dónde surge la respuesta? Creo que hasta aquí todos estaremos de acuerdo, que de la memoria.
¿Y qué es la memoria? Pues el conjunto de TODO lo que nos atañe a cada uno como persona: recuerdos, experiencias, creencias... TODO lo que ha sucedido desde el nacimiento hasta este preciso momento.
Osea, que tenemos un estímulo, la pregunta, que ha provocado una reacción en la memoria. En este caso de respuesta rápida.
Ahora imaginemos otra pregunta. ¿Cuántos kilómetros hay entre Madrid y París?
Ahora es posible que la mayoría dudemos unos instantes antes de responder. De nuevo la memoria se pone en marcha. Quizá sepamos exactamente la respuesta. Quizá ésta sea interpretada, aproximada, ¿verdad?.
De nuevo un estímulo estimula la memoria. Busca una respuesta y si no la tiene de inmediato, la busca. Hasta con inexactitud quiere siempre responder.
Entonces, quizá, y empezando por el primer punto, haya tantos pensamientos como estímulos se puedan recibir. Hay estímulos de los que somos totalmente conscientes, como una pregunta directa, y otros que aparentemente nos pueden pasar desapercibidos. Pero siempre provocan una respuesta en nuestra memoria.
¿Es esto así? No respondáis según lo que creáis o no. Dejemos la memoria a un lado. Investiguemos seriamente.
Estoy dando un paseo, disfrutando, y de repente salta el pensamiento: "tienes esta tarea aún por cumplir". ¿De dónde vino este pensamiento? ¿Apareció espontáneamente o surgió debido a un estímulo del que no me he dado cuenta en un principio?
Esto además me lleva a otra pregunta: ¿Los pensamientos pueden ser estímulo para provocar otros pensamientos?
¡Ánimo y pasión en las investigaciones!
Gracias a todos por estar ahí fuera, ya sea participando activamente o leyendo nuestras cavilaciones.