jueves, 19 de junio de 2008

Sólo por hoy.



Un saludo a todos de todo corazón.
Sólo por hoy voy a hacer las cosas de una manera nueva. "Sólo por hoy" significa que no tengo la obligación de hacer esto todos los días, así que las excusas no invadirán mi mente.
Será como una brisa fresca, pero que quede muy claro, sólo por hoy.
Me despertaré bien temprano, aunque no tenga que trabajar. Antes de levantarme respiraré profundamente sintiendo el aire entrar y salir de los pulmones. Relajado y sin prisa haré examen de conciencia para ver todas las cosas de las que tengo que estar muy agradecido. Hasta hoy puede que haya pensado que la vida era mediocre y gris, pero ahora en la cama, sin nada más que hacer, encuentro razones que había olvidado. Tengo mucho que agradecer, y sólo por hoy, lo hago.
Seré un guardián, un guerrero de brillante armadura, dispuesto a defender su castillo. Así que mientras me ducho preparo mi espada, mi escudo, mi yelmo, mi peto... Sólo por hoy me siento renovado, y estoy un poco sorprendido de lo bien que me siento.
Mi castillo tiene tres enormes portones que defender, y un sólo puente de acceso. Me coloco al pie del puente de roca y musgo dispuesto a entablar combate contra cualquier horda invasora.
Cada uno de los portones da acceso a una parte de mi: al cuerpo, al habla y a la mente.
Sólo por hoy seré el fiel guardián de todos ellos, no dejando que las perversiones de la ira, la malevolencia, el odio, la envidia, y los celos atraviesen siquiera el puente que se extiende ante mi.
Sólo por hoy seré diligente, amable, cariñoso y paciente, con toda persona que me encuentre, siendo muy cauteloso de no juzgarles. Portarme de esta manera, de cara al exterior, puede que no me sea tan difícil al principio, pero no debo olvidar que el cuerpo, y el habla, son sólo dos de los portones de mi castillo. La mente, los pensamientos, también deben de ser vigilados.
El más mínimo descuido en una de las puertas y las otras dos se abrirán de par en par al invasor, y éste siempre está al acecho.
No importa cuántas veces se abran los portones por mi falta de diligencia, ni cuántas tenga que cerrarlas a base de feroz combate. Sólo por hoy seré el caballero fiel, luchador incansable, el defensor de mi castillo.
Más allá del castillo y del puente se extiende un mundo cautivador y lleno de tentaciones. Las distracciones me gritarán entonando melodías seductoras, pero sólo por hoy les estaré ciego y sordo.
Mañana será otro día, y el otro, y el otro. Mañana atravesaré el puente, dejando caer armas y armadura, para entregarme a las pasiones. Abandonaré mi castillo, dejando los portones abiertos, e ignoraré el saqueo de las tropas invasoras. Al fin y al cabo es lo que he hecho siempre, cada día desde que tengo memoria.
Pero hoy va a ser diferente, haré las cosas de otra manera y puede que tenga revelaciones importantes.
Eso sí, que conste.
Sólo por hoy.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

martes, 17 de junio de 2008

ELECCIONES DE LA VIDA

Hola a todos:
En la última entrada de Luis Miguel, una amiga, Ximena, hacía un comentario referente a la educación como única vía para que, ciuertas personas, en realidad muchas, puedan acceder a un mundo normal, al mundo que todos conocemos.
Nacidos en la miseria, en el submundo, en condiciones infrahumanas, rodeados de pobreza, violencia y abusos, pocos tenían la oportunidad de salir de ahí, no pudiendo siquiera imaginar otras situaciones. Sin acceso a la educación, los medios de comunicación, un trabajo y vivienda dignos, una sanidad en condiciones...
Plenamente de acuierdo, Ximena. No les demos peces, sino una caña y enseñemos a pescar. En eso estoy plenamente de acuerdo contigo. Poco hace el primer mundo por mejorar el tercero, lavando sus conciencias con los envíos de ayuda humanitaria, que están muy bien, pero todos sabemos que son insuficientes.
Pero sin ánimo de olvidar y menos aún de menospreciar a nadie, son obviar el problema, cuando escribo en este blog, me dirijo a otro público. Escribo para esos lectores que, como yo, a menudo nos quejamos y protestamos por tener nuestra caña de pescar oxidada, o no ser el último modelo, o porque el sedal se nos ha roto.
Cuando hablo de las inmensas posibilidades que existen en nuestro interior, cuando digo que la felicidad es un ser y no un estar, cuando me refiero al presente como único tiempo real, cuando tengo claro que querer es poder, que hay que arriesgar, luchar, desear y vivir, cuando digo que debemos enterrar los miedos, creer en los sueños y saborear lo que nos rodea... cuando alguna vez hablé de la belleza de un eclipse de luna, o un amanecer, o la sonrisa de un niño, los abrazos de los amigos... me dirijo a todos aquéllos que, como yo misma a veces (lo confieso), nos permitimos el lujo de renegar y protestar por no tener la vida que deseamos, el trabajo que nos gusta o no estamos plenamente felices con nuestras parejas.
Porque a todos esos, entre los que ya he dicho que me incluyo, les tengo que recordar que cada uno es dueño de su vida, incluso de su mala vida, porque SIEMPRE podemos elegir.
Pero aquí sí olvidamos con frecuencia y obviamos tantas otras el comentario, de que muchas de nuestras elecciones están realmente guiadas por el miedo y el temor, el temo a jugar y perder, a arriesgar y que duela, pero al fin y al cabo, la elección fué nuestra, y si nuestra opción elegida fué el no jugar, no lloremos ahora por no haber ganado.
Siempre que tenemos que decidir entre varias opciones, siempre que debemos elegir, sopesamos, valoramos, adelantamos posibles resultados, nos preocupamos en exceso por las consecuencias de nuestra elección, como si algún resultado fuera inamovible.
Si un día te enamoraste perdidamente y resultó ser la persona equivocada, dejala y entierra el temor a la soledad. Si te preparaste para un trabajo y no te satisface, busca otro, prepárate para otra actividad, recíclate. Si cometiste errores en el pasado, rectifica, que no son ninguna cruz que haya que transportar a cuestas toda una vida.
Elige siempre ser feliz, cueste lo que cueste y pese a quien pese.
Por supuesto, estas líneas se dirigen sólo a todos aquéllos a los que esta vida nos regaló un increíble mundo y la capacidad para apreciarlo.
Muchísimos besos a todos.

miércoles, 11 de junio de 2008

Una palestra amigable

Un saludo a todos de todo corazón.
Esta semana he dado una pequeña charla de introducción al budismo. En el encuentro, que más que una palestra fue una distendida conversación entre un grupo de amigos, surgieron dos preguntas muy interesantes.
Una de ellas fue "¿Por qué meditar? ¿Por qué realizar esa práctica exactamente?" La otra diferente, pero viendo los tiempos que corren muy acertada fue: "¿Por qué, si el budismo no debe considerarse una religión propiamente dicha, se establecen patrones morales de conducta?". O dicho de otra manera, por qué se debe de hacer el bien en ausencia de un dios o algo parecido que nos juzgue.
Me encantó poder responderles y ahora, si os parece, lo haré aquí también. No con ánimo de que "os paséis al budismo", no. Pero quizá estas letras os puedan servir también de ayuda en vuestras creencias.
¿Por qué meditar? ¿Por qué realizar esa práctica exactamente?
En tibetano la palabra meditación se denomina gom, y significa "familiarizarse". Las prácticas de meditación del budismo nos llevan todas ellas a un mismo fin, que es el fin del sufrimiento. Para ello debe producirse un cambio en nuestra forma de manejar nuestra mente, un cambio muy significativo. A través de los años, y de la práctica se demostró que la mejor manera de conseguirlo sería a través de pequeños ejercicios o técnicas, creadas para que nos vayamos familiarizando paso a paso con las diferentes etapas del camino. Así que el fin último de la práctica no es la meditación como se cree comúnmente. Sino ir provocando esos cambios, y que éstos continúen después de la sesión de meditación. Digamos algo así como que el principiante necesita meditar de una manera regular y demás, para "sentir". Mientras que el experimentado ha adquirido la experiencia mental necesaria y "la siente" continuamente mientras respira, camina, come, se divierte, no habiendo diferencia entre su vida y el estado meditativo.
La meditación es una práctica con un fin determinado. Una vez conseguido ese fin, la técnica ya no nos sirve porque ha cumplido su cometido. "Tras cruzar el río, dejamos la balsa en la orilla, no cargamos con ella por el bosque de juncos".
¿Por qué establecer patrones morales de conducta?
O mejor dicho, ¿por qué empeñarnos por ser buenos si en el budismo no hay una tierra prometida, un dios juez, ni nada de eso? Esta pregunta me gustó bastante y es muy fácil de responder. Se trata de la ley natural del karma o de la causa y efecto, como también se la conoce. Todo lo que hacemos, decimos, y pensamos es un pedazo de energía que "lanzamos" al exterior. La leyes naturales se componen de un delicado equilibrio entre opuestos, que muchas veces no son más que caras relativas de la misma moneda. Todo aquello que emitimos repercute, "la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma", provoca una respuesta, y tal y como dice una de las leyes físicas de Newton: "toda acción provoca una reacción de igual magnitud y en sentido opuesto" O como reza el dicho popular: "quien siembra vientos, recoge tempestades".
Si podemos escoger, apelemos a la lógica, ¿para qué complicarme la vida haciendo las cosas de una manera que más tarde o más temprano sólo va a traerme problemas y más problemas?. O visto desde otro punto de vista, ¿por qué no hacer las cosas de la manera más beneficiosa para mi, para los míos, y para todos los seres?
Muchas veces el problema empieza porque en la sociedad moderna no sabemos qué es lo más beneficioso. El viejo tema del consumismo, del poder, del sexo y todo eso. Ya lo hemos tratado más de una vez en este blog, ¿verdad?
En definitiva, ¿porque regirnos por unos patrones morales de honestidad, amor, bondad, caridad, perdón, y demás? Porque los beneficios son enormes, milagrosos. Y no por que lo diga esta persona, porque lo digan escrituras más o menos sagradas, un santón, lama o sacerdote. Sino porque lo hemos experimentado, lo hemos saboreado, y tras años de sinsabores, de dolor, y de decepciones, quizá hayamos descubierto que la pureza estaba en el único sitio donde se nos había olvidado mirar.
Dentro de nosotros.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

viernes, 6 de junio de 2008

Consciencia sin esfuerzo.

Un saludo a todos de todo corazón.
No hace mucho participaba en una conversación donde las personas, un grupo de amigos con inquietudes espirituales, enumeraban cosas que querían cambiar de sí mismos para mejorar sus vidas. Se oían comentarios como "ser más amable", "hacer deporte", "dejar de fumar", etc, etc... La misma persona que realizaba un comentario, inmediatamente después, dejaba entrever el enorme esfuerzo que sería necesario y pasaba, ya sea de paso, a agasajarnos con la cantidad de excusas que se interponían entre él y su preciado objetivo. Y así uno tras otro.
Cuando me llegó el turno, situación que procuré alargar lo más posible, dije una sola palabra, "humildad". "Es lo que necesito explotar más en este momento de mi vida", agregué después de un largo e incómodo silencio.
Luego llegaron una serie de comentarios que venían a decir que la humildad en los tiempos que corren es un signo de debilidad, que si los lobos y las ovejas, que si el hombre es un lobo para el hombre, y todo eso.
Primero sonreí, y luego reí abiertamente sin malicia. "La humildad no tiene que significar falta de autoestima ni inferioridad", respondí lo más amigablemente que pude.
Y comencé a explicar que la humildad, tal y como la siento, nace del comprender que todos los esfuerzos lejos de modificar, si acaso, alguna conducta, son incapaces de cambiarnos a nosotros mismos.
"¿Entonces si el esfuerzo no sirve de nada, cómo pretendes ser más humilde?"
"Siendo consciente", respondí. Sólo se necesita eso. Ser consciente no es lo mismo que ser una mente pensante.
Me explico con un ejemplo. A lo mejor os ha pasado esto alguna que otra vez:
Una mañana cualquiera tenéis una situación que resolver. Tenéis disponibilidad, tiempo libre y todo lo necesario. Sin embargo os asalta la pereza. La mente comienza a trabajar, a poner excusas, a plantear interesantes opciones para gastar esa mañana, a buscar la manera de posponerlo todo, y al final nada de nada. Es como si otra persona nos convenciera. No nos damos cuenta del proceso porque vivimos "en piloto automático". Pero si fuésemos más conscientes de lo que pasa por nuestra cabeza podríamos identificar la voz de ese "otro yo" que tan sugerentemente hace que muchas veces perdamos nuestro tiempo.
"¿Y qué hay que hacer para ser consciente?"
Responderé con otra pregunta: ¿Qué hay que hacer para despertarse cuando uno está dormido?
Si quieres hacer una cosa, HAZLA, y no pienses tanto. Puede que descubras, cuando la hayas realizado, que quizá no ha sido tan difícil y desagradable como pensabas. Puede que hasta hayas disfrutado.
Me recuerda aquellas historia en la que un visitante le dijo al Maestro:
"Ando buscando el sentido de la existencia"
"Naturalmente das por sentado que la existencia tiene un sentido", le dijo el Maestro.
"¿Es que no lo tiene?"
"Cuando experimentes la existencia como es, y no como tú piensas que es, verás que tu pregunta no tiene ningún sentido".
Gracias a todos por estar ahí fuera.

lunes, 2 de junio de 2008

EN MEMORIA DE RAMÓN

Conceptos de La Amistad Para preservar un amigo 3 cosas son necesarias:
1.- honrarlo cuando esté presente,
2.- valorarlo cuando esté ausente,
3.- y asistirlo cuando lo necesite. En la prosperidad, nuestros amigos nos conocen; en la adversidad, nosotros conocemos a nuestros amigos.
Un amigo es la persona que nos muestra el rumbo y recorre con nosotros una parte del camino. Los amigos falsos son como las sombras: sólo nos siguen cuando brilla el sol. Más vergonzoso es desconfiar de nuestros amigos que ser engañados por ellos. Los amigos se hieren con la verdad para no destruirse con las mentiras. Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo; simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima. No busques amigos sin defectos, pues te quedarás sin amigos toda la vida.
Ni con lupa los encuentras perfectos. Tampoco busques defectos en tus amigos, pues poco a poco te quedarás solo Tu amigo tiene un amigo, y el amigo de tu amigo tiene otro amigo; por consiguiente, sé discreto. El amigo seguro se conoce en la acción insegura. La amistad termina donde la desconfianza empieza. Gran parte de la vitalidad de una amistad reside en el respeto de las diferencias, no sólo en el disfrute de las semejanzas. No necesito amigos que cambian cuando yo cambio y asienten cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor ¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros? La única manera de hacer un amigo es serlo. Lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas. El victorioso tiene muchos amigos; el vencido, buenos amigos.
La amistad sólo podía tener lugar a través del desarrollo del respeto mutuo y dentro de un espíritu de sinceridad.
"Escoge un trabajo que ames y no tendrás que volver a trabajar un solo día en tu vida"
RAMON