lunes, 28 de enero de 2008

Mis certezas

Hola a todos:
Una vez, un filósofo dijo una frase que perduró en el tiempo. Fue Descartes y su frase: "sólo sé que no sé nada".
Cuando intento averiguar mis certezas, me siento un poco así.
Vivo en un mundo que se presenta ante mí y percibo a través de mis sentidos, pero tengo claro que mis sentidos sólo captan una ínfima parte de cuanto sucede. Mis sentidos son imperfectos, y lo poco o mucho que capten, sea acorde o no con la naturaleza real de lo que perciban, envían órdenes a un cerebro que tampoco es infalible y nada objetivo.
Mi cerebro, con sus programas cataloga, compara y me dice lo que tengo a mi alrededor, para que así... yo actúe de una o de otra forma o me sienta mejor o peor.
Todo ese proceso es tan variable, depende tanto de mi atención, de mis ganas, de mi actitud, de mi estado de ánimo, prejuicios, miedos, etc, etc...
Añadiré que además el mundo que me rodea e intento conocer, cambia cada segundo. Nada permanece, todo está en un permanente estado de mutación, transformación y cambio.
Si el mundo cambia y yo también, si cambia mi estado de ánimo, mi nivel de atención y mis ganas, mi estado de ánimo y hasta mis miedos y mis prejuicios...
Si lo que hoy veo de una forma, mañana me puede parecer distinto...
Si lo que hoy me hace feliz, tal vez mañana me haga llorar...
Qué me hace constantemente intentar conocer la verdadera identidad o esencia de cada cosa y cada persona? Y si esa identidad no existe más que en mi mente?
Me acabaré convirtiendo en una feliz ameba si me limito a disfrutar lo que veo sin más? sin preguntarme a cada instante si es bueno malo? bonito o feo?
Seguramente sólo me convertiré en alguien mas feliz, que tendrá la certeza de que no hay nada cierto, salvo una cosa... que cada vez que mis pulmones se llenan de aire, cada vez que late mi corazón, estoy viva y eso tiene un significado, tan simple o tan complejo como yo me proponga... ser feliz no tiene por qué ser complicado.
Muchísimos besos a todos.

miércoles, 23 de enero de 2008

La trompa del elefante

Un saludo a todos de todo corazón.
¿Quién soy yo?
Quizá sea una de las preguntas que el hombre se ha preguntado desde el principio de los tiempos. Una de las formas de poder afrontar semejante interrogante sea la aproximación desde la negación. Por lo menos es una de las maneras que la humanidad ha utilizado para otros conceptos.
Me explicaré.
Si observamos lo que dice la Real Academia de la Lengua Española sobre la palabra "materia", por ejemplo, encontraremos, entre otras, esta definición: lo opuesto al espíritu.
Claro que si consultamos a su vez la palabra "espíritu", ¿lo adivináis?, encontraremos: lo opuesto a la materia.
Vamos que nos ha quedado claro lo que es una cosa y la otra, ¿verdad?.
Así que si me pregunto ahora ¿quién soy yo?, podría usar la negación para intentar delimitar lo que NO es.
Podría decir: Yo no soy mi perro. Yo no soy mi casa. Yo no soy mi coche. Yo no soy Dios. Y así infinitamente, sin por ello acabar delimitando al final quién porras soy.
Si nos damos cuenta, es así como interactuamos muchas veces con tantas y tantas cosas. Muchos de nuestros conceptos e opiniones no son más que meras aproximaciones, muy deficientes y relativas. Tanto como el significado de la materia o del espíritu. Nos movemos en un mundo de significado muy inexacto, ¿no es así? Y no obstante pretendemos saber la verdad, entenderla, discutirla, defenderla y hasta morir por ella. Como aquellos tres ciegos que tocaron un elefante y discutían sobre la definición del animal según la experiencia de cada uno. "Es como una serpiente, pequeña", decía el que le agarró la cola. "No es nada pequeña, sino rugosa, fuerte y ancha", respondía el que le tocó la trompa. "Mira que estáis equivocados, es como un tronco de un árbol, tosco y pesado", dijo solemnemente el que se había abrazado a una de sus patas.
Y al final hubieran sido muy capaces de matarse por tener la razón. O peor, fundar alguna religión...
En fin.
Y al final de todo, ¿QUIEN SOY YO?
Pues no lo sé. Podría decir que soy una corriente de pensamientos más o menos interconectados, que acumula experiencias en forma de recuerdos, gracias a los cuales se engaña identificándose como entidad independiente y autónoma, y que tiene una relación de dependencia con un cuerpo humano.
Pero claro, podría estar agarrando nada más que la trompa.
¿Verdad?
Gracias a todos por estar ahí fuera.

jueves, 17 de enero de 2008

Sólo un trozo de vida

Hola a todos:
Hoy tengo el corazón encogido, hoy vuelve a desmoronarse de nuevo mi universo.
Hoy siento no tener poder, no dominar la magia, no ser dueña del tiempo.
Hoy he recibido una llamada que me dice que alguien a quien quiero y admiro con toda mi alma, se debate entre la vida y la muerte, en coma inducido, en un fría cama de cuidados intensivos de un hospital en Madrid... el tema ya me resulta familiar.
Pese a saber muchas cosas ya sobre la muerte, hoy me niego una vez mas a aceptar que tan pronto le visite, necesita tiempo, y yo también.
Pido por él las cuarenta y ocho horas necesarias para que su organismo rebase el peligro inminente de una muerte cierta y actual, sabiendo que aunque eso ocurra, aunque sea suficientemente fuerte, su tiempo es ya escaso.
Pido para él sólo un trozo de vida. Para su mujer, sus hijos y para todos los demás que le adoramos, pido sencillamente un poco de tiempo que nos permita entender que un día dejaremos de disfrutar de su compañía y ternura, esa que siempre derrochó .
Os pido como ya hiciera Luis Miguel este pasado verano, que penséis en mi tío Enrique, o en mí, porque esos pensamientos, vuestros deseos de corazón, más los míos y los de tantos que le adoramos y admiramos, le ayudarán a salir del peligro que ahora acecha su vida.
Seguro que, entre todos, le ayudamos y de verdad, de corazón, os aseguro que pocas personas he tenido el honor y privilegio de conocer, con la calidad humana, la ternura y el cariño que siempre regaló mi tío a cuantos le rodeamos.
No se me ocurre mejor manera para devolverle, aunque sólo sea una parte, todo lo que a lo largo de mi vida recibí de él, que ha sido tanto.....
Gracias y muchísimos besos a todos.

miércoles, 16 de enero de 2008

"...porque está ahí..."

Hola a todos:
En 1923, George Mallory, uno de los mejores alpinistas de la época, se enfrentó a uno de los mayores retos hasta entonces conocidos por el ser humano... subir el Everest.
Era el tercer intento, y se realizaría al año siguiente.
Cuando le preguntaron el motivo por el que quería intentar semejante hazaña, sólo se le ocurrió una respuesta muy simple, pero a la vez muy compleja...
.... PORQUE ESTÁ AHÍ ....
Nunca descendió de esa cumbre y su cuerpo sólo pudo ser rescatado 75 años después. Nunca se supo si consiguió coronar la cima. El secreto se lo llevaron él y sus compañeros a la tumba.
¿Por qué nos planteamos retos? ¿Dónde queremos llegar?
Muchísimos besos a todos

domingo, 13 de enero de 2008

¿Quién creó a quién?

Esta tarde, leyendo, he encontrado una frase harto conocida, al que el autor le daba la vuelta. Y me ha hecho que pensar. Decía más o menos así: "Aseveran las escrituras que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. La realidad parece ser muy distinta. Fue el hombre el que hizo a Dios a su propia imagen"
Este concepto, además me ha recordado aquel viejo cuento en el que una viejecita, que había vivido toda su vida en rectitud y moderación, le agradecía al sacerdote los cambios que después de tantos años de vicio veía en su marido. "Sus palabras y consejos parecen hacerle cada día mejor. Si sigue así creo que hasta tengo esperanza de que pueda ir al cielo"
El sacerdote riéndose le explicó a la anciana: "Cuanto más grande el pecador, más grande el santo".
"Eso me lo tendría que haber explicado hace cuarenta años" protestó la buena señora visiblemente entristecida.
No sé que os parece a vosotros y qué os hace pensar. Sinceramente me gustaría saberlo. Y ha ser posible debatirlo.
Un aparte, ¿alguno sabe cómo poner enlaces de sonido? Es que estoy pensando en grabar con mi propia voz algunos mantras, y tras explicar su uso, ponerles aquí también con idea de enriquecer nuestro blog.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

miércoles, 9 de enero de 2008

Contradicción???

Hola a todos:
A veces pienso que vivo inmersa en la contradicción. Busco algo y despues dudo si lo quiero. Me centro en el camino y pierdo el sentido de hacia dónde voy.
A veces dudo entre los distintos caminos, las distintas opciones.
Supongo que a todos nos pasa, porque en el fondo, pocas son las cosas que tenemos realmente claras.
Algo sí tengo claro y es precisamente lo que no quiero. No quiero verme estática ni apática, no quiero volverme un vegetal. No quiero dejar de interesarme por todo y por todos, no quiero perder la sensación de ser un explorador, descubriendo cada día cosas nuevas.
No quiero asentarme, no quiero conformarme, no quiero dejarme querer.
Quiero seguir siendo el motor de mi vida, quiero seguir planteádome metas, aunque después las descarte. Quiero mantener mi ilusión cada día, quiero seguir enamorada del amor. Quiero tener miles de sueños aunque no todos se realicen.
Quiero leer muchos mas libros y ver muchos mas paisajes. Quiero conocer a muchas mas personas, porque todos los que hasta ahora conocí me aportaron algo, aunque fuera reafirmar lo que no me gusta.
Quiero que me sigan enfadando las injusticias, quiero que me sigan conmoviendo los niños, quiero que me sigan haciendo feliz los éxitos de los demás.
Quiero seguir creciendo, aunque a veces ese crecimiento pueda implicar algún dolor.
Empiezo a pensar que no hay tanta contradicción... tal vez sólo me asalten las dudas inherentes a un camino por andar, pero es que si me fuera por el camino ya trazado, sería inmensamente aburrido.
Muchísimos besos a todos.

lunes, 7 de enero de 2008

La mujer de mi abuelo

Hola a todos, feliz año:
Llevo días acordandome de este blog, de vosotros. Queriendo escribir algo, pero no siempre es el momento adecuado para contar las cosas como uno quiere, y no siempre dispongo del necesario tiempo para sentarme y escribir. Así que, entre la falta de inspiración y la de tiempo, pasan los días, y ya estamos a 7, desde el 2 que quise hacerlo.
Cuando yo tenía 16 años, conseguí casi por casualidad la dirección de mi abuelo Manuel, un hombre al que, por circunstancias de la vida yo casi ni conocía.
Era físicamente un desconocido pero, mi madre se había pasado muchas noches contándonos historias sobre su padre, al que yo admiraba y quería profundamente. Era aparejador, sevillano de pura cepa, aunque residente en Madrid, y se había separado de mi abuela cuando yo casi ni andaba. Yo sabía de él que era un gran conversador, conocedor de mil historias, porque su profesión le había llevado de un lugar a otro, Gijón, Madrid, Málaga.
Yo le escribí y él me contestó, y así pasamos un par de años hasta que un día fui a verle al trabajo. A partir de ese momento, se recuperó con él una relación que duró hasta que murió a los 92 años.
Poco tiempo después de aquel reencuentro, mi madre, sus hermanas y todos sus nietos, le veíamos con frecuencia y un día se armó de valor y nos presentó (a los nietos) a la que era su mujer desde que se separó. Era una antigua amiga de la familia, con la que, pocos años después de su separación, había iniciado una convivencia que duró hasta su muerte.
Su mujer se llamaba Manola y murió el día 2 de enero pasado, hace cinco días, cinco años después de morir el que fuera su gran amor. Nunca he conocido a nadie que se quisiera con la intensidad y la devoción que se quisieron ellos, nunca he visto a nadie hacer tan feliz a otro como Manola hacía feliz a mi abuelo.
Me alegro y mucho de la muerte de Manola, porque esperar cinco años el reencuentro con él es mucho esperar para una mujer de 97 años. Siento mucho su pérdida como en su día sentí la de mi abuelo, pero prefiero conformarme con el recuerdo de las largas conversaciones y saber que vuelven a andar de la mano, como lo hicieron durante los mas de treinta años que duró su convivencia.
Cuando cierro los ojos y recuerdo a los dos, viene a mi mente una imagen preciosa. Siempre estaban riendo y siempre, siempre, cogidos de la mano.
Y ahora, muchísimos besos a todos.