viernes, 22 de octubre de 2010

El Universo Conocido

Un saludo a todos de todo corazón.

Hoy os dejo esta reproducción digital realizada por el Museo Americano de Historia Natural. Se trata de un viaje apasionante desde los montes Himalayas hasta los confines del Universo Conocido.
Da mucho que pensar, ¿verdad?




Un saludo a Rafael, quien me ha mandado el enlace a este hermoso video, y por supuesto gracias a todos por estar ahí fuera.

lunes, 18 de octubre de 2010

Quien soy?

Hola a todos:
Leyendo estos días un texto, definía la filosofía como el amor a la sabiduría, como un deseo de obtener conocimiento por el conocimiento en sí. No sólo estoy de acuerdo con la definición, sino que me parece que esa frase define más que la filosofía, la verdadera esencia de la mayoría de los seres que habitamos el planeta.
Y claro, tanto afán por aprender y por conocer, nos obliga a poner etiquetas y títulos absolutamente a todo, a crear conceptos, definiciones, sobre cosas tan dispares como cualquier objeto que nos rodee, emociones, reacciones químicas, clases de rocas, dudas existenciales... absolutamente todo tiene un concepto, una definición, una etiqueta y está debidamente catalogado, analizado y estudiado.
Esto viene a cuento de la anterior entrada de Luis Miguel. Porque cuando estuvimos comentando si éramos o no libres, si éramos lo que los demás veían en nosotros, o lo que sobre ellos proyectábamos, decíamos que con lo que realmente nos identificábamos eran simples conceptos que definían cualidades, que variaban según el momento del día, la actividad o nuestro estado de ánimo, el interlocutor que interpreta, etc, etc.
En anteriores entradas se decía también que siempre nos identificamos con lo que sentimos. Los sentimientos nos dan identidad, una falsa identidad porque es tan cambiante como el color del cielo, pero al fin y al cabo, siempre hemos vivido bajo esa apariencia de identidad. Nos cuesta comprender que esos sentimientos son simples reacciones químicas impermanentes, que tarde o temprano desaparecen y cambian.
Soy abogada. Mejor dicho, ejerzo la abogacía. Para algunos lo haré bien, para otros de pena (seguro que dependiendo más de un resultado favorable que de otra cosas). Alta o baja según para quien. Gorda o flaca... igual, guapa, fea, simpática, seria, amable...
Si la definición la tuviera que poner yo me pasaría igual. Sé que cosas me gustan e incluso cuanto cambiaron mis gustos, así que tengo muy claro que esas etiquetas no me definen, yo no soy esas etiquetas.
Y entonces surge la pregunta del millón. Si esa identidad, esa falsa identidad que desde siempre hemos paseado con orgullo es tan sólo un producto de nuestra mente,... si la quitamos, que queda? que somos? queda algo? somos algo?
Somos más con una definición? Más qué?
Si no podemos ya definirnos, si no encontramos el concepto, la definición de qué somos, perdemos algo?
Alguien sabe la respuesta????
Muchos besos a todos. Ya os contaré mi respuesta.

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Eres libre?

Un saludo a todos de todo corazón.

Dicen los psicólogos que si repetimos algo mentalmente de forma continuada acabamos convirtiéndonos en eso.

Te transformas en lo que piensas que eres.

Si un joven pasa casi todo su tiempo escuchando que es un zoquete, pronto no sólo lo creerá, sino que empezará a comportarse como tal.
Si todo el mundo piensa que eres un estúpido... ¿Quién eres tú para decir lo contrario?

Es muy difícil creer algo que nadie piensa de ti.
Así que nos puede parecer una buena idea (y gran parte de la bibliografía de la "autoayuda" se basa en este mecanismo) educar, ya no a nuestros hijos, sino impulsar nuestra propia educación en pos de la santidad en lugar del pecado, en convertirnos en triunfadores en vez de fracasados, o en respetables ciudadanos en vez de intocables ignorados.

Eso no está del todo mal, ¿verdad?, pero existe una trampa muy sutil, y por supuesto todo esto no deja de ser un engaño.

¿Por qué?

Pues porque todo este mecanismo psicológico del condicionamiento no nos liberará de la miseria.
Podremos ser un santo a ojos de los demás, pero el mismo concepto de santidad nos hará sentir miserables con el tiempo.

Habrá una bonita fiesta a la que asistir, pero nos sentiremos cohibidos. Al fin y al cabo, ¿qué pensarán los demás si nos ven bailando y disfrutando como uno más de entre los mortales?
Posiblemente muchos comenzarán a criticarnos e inmediatamente nos será retirado el estatus de santidad.
Y claro está, tal y como escribí al inicio: es muy difícl creer algo que nadie piensa de ti.
Así que lo mejor será no sólo no asistir, sino empeñarnos en erradicar de raíz esas bonitas fiestas que tan miserables nos hacen sentir.

Y esto será sólo el principio de nuestra "santa cruzada"...

En fin, sólo estoy poniendo un ejemplo.

Ya lo dijo el Buda: "A nada hay que apegarse"
Todos los estados, tanto los que consideremos buenos así como los malos, llevan a la miseria.

El truco está en el proceso de identificación (nos creemos aquello en lo que pensamos) como en el apego (debemos defender aquello que creemos que somos) que aparece casi inmediatamente.

Merece la pena pensar unos minutos en todo esto. Investigar en uno mismo, descubrir lo que está oculto.

¿Hasta dónde te crees ser lo que dicen los demás?

¿Hasta dónde te ves obligado a defender un concepto (o muchos) que existen sólo en tu mente?

¿Eres libre?

Un saludo a todos de todo corazón.

sábado, 2 de octubre de 2010

Sobre la reencarnación - Una respuesta.

Un saludo a todos de todo corazón.
Especialmente a Mariola, quien unas entradas atrás preguntaba sobre el tema de la reencarnación. En un primer momento, pensé que mi silencio era una respuesta adecuada. Pero tras conocer que a algunos lectores del blog esto les habría provocado algún incómodo, no tengo ningún reparo en dar mi opinión al respecto.

Todo el tema de la reencarnación puede resumirse en una pregunta:
¿Existe otra vida después de ésta?

Pues bien, mi respuesta no pretende en absoluto ser graciosa, pero:
¿Cómo demonios voy a saberlo?

Primero tendría que morir, y luego venir a contarlo.

Existen al respecto variadas creencias. Eso significa que son conceptos CREÍDOS, o lo que es lo mismo, escogidos.
Algunos dirán: "a mi me gusta más el cielo" "Pues renacer en otro cuerpo, con otra familia y en otro país me parece muy bien", dirán otros. Pero como creencia NO PODEMOS COMPROBARLO CIENTÍFICAMENTE.

Como budista que me considero (aunque publique textos compatibles de otras religiones y/o maestros), debo añadir que Buda no enseñó nada al respecto de otras vidas más allá de lo que acabo de escribir.

Él enseñó sobre el sufrimiento, el ansia vital, la insatisfacción, y de cómo podíamos erradicarla.

El resto: superchería, tradiciones... creencias.

Independientemente de que muchas personas experimentemos o no sensaciones de deja vú, no podemos demostrar el hecho de la reencarnación de forma científica. No existe la prueba bien definida y repetible, con 100% de fiabilidad, que nos pueda demostrar ese hecho.

¿Y lo del Dalai Lama?

Pues la verdad, en ese caso lo mejor es ir a preguntárselo a los interesados directamente, porque Buda no entró en eso.
Y si él no lo hizo, quien escribe tampoco lo hará.

Gracias a todos por estar ahí fuera, al otro lado de la pantalla.