viernes, 30 de noviembre de 2007

La piel

Hola a todos:
Ayer pensaba en algo que quería compartir con vosotros, pensaba en la importancia de la piel, a lo largo de mi vida.
La piel es lo que me separa del entorno, es lo que existe entre mi persona y el resto. Lo que me une al mundo y lo que me separa de él.
Las mejores sensaciones me llegan a través de la piel... el calor del sol, el cariño y ternura de un abrazo, sumergirme en el mar... mi piel me transporta a través de estas sensaciones... con los ojos cerrados, un mundo de infinitos sentidos me hace estar viva, sentir escalofríos, placer e incluso dolor.
La piel nos da esa identidad individual, porque nos separa del entorno. Dentro de esa piel, soy yo quien crece, quien siente, quien sufre, quien enferma y quien se cura.
Pero esa misma piel me hace contactar con el mundo y perder esa falsa sensación de individualidad, porque siento el frío de las piedras y la humedad del campo, el calor de los demás. A través de la piel percibo el amor y el odio, lo suave y lo áspero, lo que pincha y lo que acaricia... toda la química que nos mueve en el mundo está en la piel.
Los besos también están en la piel, y de esos, os envío todos los que os quepan.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Una nueva sección...

Un saludo a todos de todo corazón.
Hoy quisiera dar una aire de frescura a este blog. Es por ello que vamos a hacer un experimento. Voy a poner una cita del Buda Gautama, y os voy a pedir, si no es mucha molestia, que la comentemos. Me gustaría que cada uno diera su propia interpretación, y en pocos días daré la mía propia. Así podremos examinar algunas cuestiones búdicas desde varios puntos de vista.
¿Qué os parece?
Hay varios lectores asíduos que no les gusta escribir.
No pasa nada. Mismo que nadie responda, daré posteriormente mi limitada interpretación. El hecho de leer la cita, y pensar en ella, ya será inmensamente beneficioso para todos.
Dijo el Buda:
Del mismo modo que si alguien te quiere entregar algo y no lo recoges,él se queda con ello,si alguien te insulta y tú no recoges el insulto,él se queda con el mismo.
Gracias a todos por estar ahí fuera. Estáis siempre en mis oraciones y bendiciones.

sábado, 24 de noviembre de 2007

El final del camino

Hola a todos:
Un amigo mío me dijo una vez que si conociera el final de mi camino sería porque estaría muerta. Lo pienso, lo razono y tengo que reconocer que es una gran verdad.
Pero por mucho que mi cabeza pensante reconozca que es cierto, no dejo de tener mil y una dudas en el recorrido, nunca sé si he tomado la dirección correcta.
Claro que nadie tendrá esa certeza, porque andar es rectificar el sentido una y otra vez, intentando no perder la dirección... pero y cuando no tienes clara ni siquiera la dirección? porque a veces ocurre, por lo menos a mí.
Nadie me dijo nunca que el camino fuera una línea recta, ni llana, tal vez fue mi imaginación la que me hizo verlo así. Cuando el camino se corta y debes salvar un abismo... a quién no le asaltarían las dudas? Cuando te enfrentas a una gran pendiente con un suelo resbaladizo... quien no teme la caida?
Cuando llegas a las bifurcaciones? Voy por la derecha, la izquierda? mejor por el centro? busco las señales, pero alguien debió quitarlas porque no están...
Cómo superar esas dudas? No creo que exista una fórmula universal, volvemos a lo de siempre. Lo que tu experimentaste a mí no me sirve, lo que yo experimento no te servirá a tí.
Creo que en la mayoría de los casos, ante los abismos, las seguras caídas, las bifurcaciones, algo dentro de tí te dice cual es la mejor opción, o me paro a pensar, a esperar que ese algo dentro de mí me hable y me oriente.
Esa voz interior a veces me hace saltar al vacío, no para llegar a mi destino, sino para que aprenda a saltar, a caerme y volver a levantarme, a saber orientarme mejor.
Pero como ya dije alguna vez, mientras me alegre la vida andar, saltar y seguir adelante... mientras no tenga una excesiva prisa por alcanzar, que me impida ver los pasos que doy... no hay camino, ni dudas en él, que me vayan a detener mas tiempo del necesario para llenar de aire mis pulmones... y seguir adelante.
Las veces que salté y caí al vacío, las veces que me equivoqué y elegí la opción errónea, todas mis caídas me enseñaron que, de una forma o de otra, por el camino más largo o el más corto, al final siempre llegamos a donde nos hemos propuesto, si no detenemos el paso.
Y ahora... muchísimos besos a todos los que no se cansan de andar.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Los amigos contagiados

Hola a todos:
Hace ya algunos meses, en el blog de Paulo Coelho, estuvimos hablando sobre la envidia. Casi todos coincidíamos en que es un mal común y parte de la errónea concepción de la vida como una comparación con las de los demás. Envidiamos lo que tienen los que nos rodean, sin detenernos a valorar toooodo lo que existe en las nuestras.
Y poco tiempo después, cuando tuve la oportunidad de asistir a la fiesta de Paulo en Puente la Reina, un amigo a quien admiro y respeto profundamente me dijo algo que me hizo pensar bastante. Me decía que se alegraba de la oportunidad que tenía por asistir, que se alegraba de verme feliz, y después me dijo "los buenos amigos saben compartir también las alegrías".
Confieso que en aquél momento no le entendí muy bien, no me pareció que el comentario tuviera mayor importancia, pero con el tiempo, tras mucha reflexión he comprendido que sólo algunos de los que llamamos amigos, tal vez sean los únicos que merecen ese nombre, se contagian de nuestra alegría, se contagian de nuestra felicidad.
Porque, echando la vista atrás, me doy cuenta de que en mi vida, en los momentos malos, se filtraron ya algunos amigos, pero mucha gente supo estar a mi lado. El dolor conmueve a todos, o a casi todos, ofreces tu hombro al amigo dolorido, al desahuciado, al que tan malos momentos vive... y eso es un acto de amor, evidentemente.
Pero en los momentos alegres, felices... cuantos de esos llamados amigos se alegran realmente contigo? cuantos de ellos no envidian tu suerte? cuantos se destapan en ese momento? La mayoría.
Nadie envidia la suerte del desafortunado, del viudo o del angustiado... por eso poner el hombro resulta más fácil que compartir los momentos felices de los demás, porque muchos de aquéllos hombros pensarán... por qué no me tocó esta vez a mí esa conspiración favorable del universo, si yo también la soñaba?
Hoy me gustaría ser capaz siempre de corresponder a esos amigos que disfrutaron conmigo de mi viaje a Pamplona, de los que se alegraron cuando les conté que de nuevo alguien ocupaba especialmente mis sueños, de los que simplemente se alegran cuando me ven feliz. Espero siempre estar a su altura.
Y ahora, muchísimos besos a todos esos AMIGOS que dan sentido al concepto de amistad.

martes, 20 de noviembre de 2007

Seguridad

Hola a todos:
Hoy pensaba que una de las cosas que nos encadena es aferrarse a las cosas, acostumbrarse a las rutinas, porque uno tiende a pensar que su seguridad depende de ello.
Nos habituamos a tratar con la misma gente, a comer en los mismos restaurantes, a leer un tipo de libros, escuchar una clase de música, vestimos de una determinada forma...
Nos parece que andar sobre pasos conocidos en andar sobre seguro... y eso es un error.
Conozco gente que conduce hace años y no se atreve a viajar fuera en coche, por si no conoce las señales (como si cambiasen de una provincia a otra), gente que se niega a comer en un restaurante japonés por si no le gusta lo que le sirven.
La seguridad poco a nada tiene que ver con lo conocido, a mi parecer. La seguridad es una sensación nuestra, interna, muy privada.
La seguridad tiene mas que ver con tener claro lo que haces y querer hacerlo.
La seguridad nace de nosotros y no de nuestro entorno.
La seguridad nace de querer vivir una experiencia nueva sin temor a lo desconocido.
La seguridad la vive quien desea conocer y disfrutar el mundo sin más, y cuando algo no te gusta, no lo repites.
La seguridad es sólo vencer el miedo, sólo eso, sabiendo que, entre las mil millones de cosas apasionantes que te quedar por descubrir, tú podrás participar de muchas de ellas.
Bueno, al menos, eso es lo que creo yo. Creo que mi seguridad aumenta mientras menos me estanco en el mundo, cuanta mas gente conozco, a medida que mas experiencias vivo, tal vez sólo sea mi sensación, pero hace ya mucho tiempo que dejé de vincularla con mi familia, mi casa, mis libros o mi música.
También os digo que una de mis grandes pasiones es conocer gente, escuchar opiniones, conocer nuevos lugares, sabores, colores, sonidos...
Y ahora, muchísimos besos a todos.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Vida sin lamentaciones.

Un saludo a todos de todo corazón.
Hoy quisiera hacer una pregunta, que no necesariamente pide una respuesta, porque en mi caso lo tengo bastante claro.
Si mañana por la mañana descubrieras que estás muy enfermo, y que apenas te quedan un par de meses de vida, ¿qué harías?
La mayoría de las personas pensará casi inmediatamente algo así tipo “me iría de juerga” y demás. Pero pensemos seriamente.¿Qué harías si supieses que te queda muy poco tiempo de vida?¿Dedicarías tu tiempo a pensar como lo haces hoy? ¿Seguirías inmerso en las mismas miserias de tu día a día tal y como hoy? Y me refiero a las miserias de tu propia mente, a las cosas que te dice, y en las que pierdes tu tiempo, como las lamentaciones, las quejas, y todo eso.
Puede que la sociedad sea injusta, al fin y al cabo la hemos creado los propios seres humanos, con todos nuestros defectos y contradicciones. Pero no voy por ahí.
¿Te arrepentirías de alguna cosa?
¿Sentirías la necesidad de hacer algo bueno?
¿Disfrutarías de algo que hoy por hoy apenas le prestas atención?
No pretendo sermonear a nadie, simplemente es que al final TODOS nos estamos muriendo, aquí y ahora. Si alguien te dijese, por ejemplo un médico después de hacerte unos analisis, que te quedan pocos meses o días de vida, si lo piensas seriamente, no es tan diferente de la situación en la que estás viviendo ahora. Porque ¿quién nos dice que mañana seguirermos vivos? ¿Tienes la certeza?
No sé, no sé.
En mi caso no la tengo.
Es mejor no perder tiempo y empezar a vivir AHORA. Porque si lo dejo para mañana… quién sabe.
Gracias a todos, los que viven y los que se lamentan, por estar siempre ahí fuera.

Estarán todos equivocados?

Hola a todos:
El juez más estricto, la norma más contundente, siempre proviene de nuestro interior. Somos nosotros mismos mucho más implacables con nuestros defectos, con nuestros errores, de lo que lo son los demás, y nos medimos y valoramos con mucha más dureza que a los demás.
Perdonamos con mayor facilidad el error de un amigo que un error nuestro, nos machacamos y nos castigamos con un rigor que desde luego, no merecemos.
Porque nadie es perfecto y nosotros tenemos tantos defectos como los demás, nos equivocamos como todo el mundo y en muchos momentos de nuestra vida nos dejamos arrastrar por las pasiones, permitiendo que cieguen nuestra poca o mucha cordura.
Cuando compruebo que mis errores no son tenidos en cuenta por mis amigos, o lo son mucho menos de lo que yo esperaba... cuando compruebo que mis amigos son mas indulgentes conmigo que yo misma... me pregunto quien estará mas equivocado.
Me equivocaré yo al exigirme una conducta siempre impecable que a todo el mundo satisfaga incluída yo misma? O seré yo quien se equivoque al no aceptar que soy tan imperfecta como el mundo entero y que todos los que me quieren son conscientes de mis imperfecciones y aún así me quieren y me aceptan?
Y si yo tengo claro que mis amigos no son perfectos, y pese a todo, con sus virtudes y sus defectos, los quiero por lo que son y tal y como son? Qué es lo que me lleva a no aceptar mis fallos, mis equivocaciones y torturarme de esa manera?
Por qué sencillamente no me limito a aprender de esos errores para intentar no volver a cometerlos, y después de pedir perdón y ser perdonada, perdonarme a mí misma?
Estarán todos equivocados? Seguro que no, seguro que lo único que pasa es que me niego, una y otra vez, a aceptar que las cosas no tienen mayor importancia que la que le queramos dar, y al parecer, yo me empeño inutilmente, en darle más de la que tienen.
Muchísimos besos a todos.

jueves, 15 de noviembre de 2007

FLOTAR

Hola amigos:

Hace algún tiempo, hice un comentario referente a un determinado estado de ánimo, al de la falta de ganas, al del peso del mundo sobre nosotros...

Hoy os hablo justo de lo contrario... hoy me he levantado sin peso, con la sensación de flotar... y os lo voy a intentar describir.

Es una sensación muy placentera, una sensación muy suave. Es la sensación de saber que el día puede ser muy largo y apasionante, tener ganas de todo.

Saber que a mi alrededor existen infinidad de cosas por descubrir, miles de sensaciones nuevas. Me siento grande y fuerte, me siento nueva, descansada y cargada de energía.
Puedo escuchar y sentir mi respiración, sin más. Puedo sentir como la sangre circula, como se alimentan y oxigenan mis células.
Me importa todo, pero no me preocupa nada. Sólo tengo unas incontenibles ganas de reir, por saber que todo lo que me ocurra lo recibiré bien. En otros momentos hubiera deseado no tener hoy que trabajar, ahora ni siquiera eso resulta un peso...
Mientras avanza el día esta sensación crece más y más... será que esta mañana, entre tanta sensación placentera, olvidé ponerme los trajes?
Muchísimos besos a todos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Tiempo de cambios

Hola a todos:
Esto pretende ser una contestación a la anterior entrada de Luis Miguel, que desde luego sólo explica lo que yo siento, lo que yo vivo, sin que sirva mi experiencia a nadie seguramente, mas allá de la simple curiosidad.
Tengo claro que tus respuestas, a mí no me servirían. Sé que provienen de tu propia experimentación, del conocimiento que así has adquirido, no de los libros que hayas podido leer, o de las conferencias que hayas podido escuchar.
Sé que el vino está bueno cuando lo pruebo y así me lo parece, y siempre fue así, pero agradezco que me digas que a veces, con determinadas luces, el color oscuro de la cocacola me puede inducir a un error y confundirla con un buen vino.
Pero cuando toda tu vida has pensado que los líquidos blancos son leche, los oscuros son vinos y los de colores zumos, integrar a tu vida que existen muchas otras bebidas resulta difícil, aunque también abre ante ti todo un mundo de sensaciones nuevas que desconocías, y eso, por lo menos a mí, siempre me resulta apasionante.
En ese tiempo de cambios, en momentos a ritmo un tanto vertiginoso... a veces resulta difícil no confundir sabores, no equivocarse y llegar a pensar que todo era más sencillo cuando sólo en tu mundo había tres bebidas. Pero sólo es un engaño de esa mente a la que le encanta controlarlo todo y poderlo catalogar.
Y creo que ahí estoy yo, en ese momento de cambios, constantes, diarios.... desde hace un tiempo.... y con falta de espacio para asentarlos debidamente. Porque aún me cuesta mucho cerrar los ojos antes de beber para intentar averiguar, antes de probarlo, qué estoy bebiendo. Supongo que sólo es miedo lo que me hace, una vez trás otra, dejar que mis ojos se abran cuando acerco el vaso a mis labios, para mirar qué líquido contiene antes de probarlo.
No sé cómo acabará esto, aunque supongo que, poco a poco, comenzaré a dejarme llevar lo suficiente para no abrir mis controladores ojos, porque si no es así, cualquier día me veo mirando tu dedo cuando señales la Luna...
Y ahora muuuuuuchísimos besos a todos, desde donde sólo siento.

Comprender y sentir.

Un saludo a todos de todo corazón.
Amiga Marola, hay una gran diferencia entre comprender y sentir. Tu comentario al mensaje de los "trajes de la mente" está lleno de honestidad, eso que falta ultimamente en casi todo. Dices que puedes entender algunas cosas como que "no somos nuestra mente". Pero no puedes sentirlo, y la diferencia es abismal. Es el "quid" de la cuestión. El salto cuántico que otras veces he comentado. Un antes y un después. Haces muchas otras preguntas con respecto a otros temas relacionados, pero te diré de antemano que no debo responder, si acaso indicarte por dónde comenzar a buscar. Porque si te respondiera comprenderías, pero no sentirías.
Me explico: Estamos acostumbrados a entenderlo todo, a entenderlo intelectualmente. Leemos algo y pensamos "es verdad, lo entiendo, qué razón tiene". Pero eso es sólo entrar de nuevo en el juego de la mente. No hemos hecho otra cosa que clasificar nuevamente un tema entre lo que comprendemos y lo que no, lo que nos gusta y lo que no. Pero al cabo del tiempo ese rótulo, ese concepto se diluye nuevamente. Le perdemos y quizá necesitemos recuperarlo. Cosa que hacemos cuando releemos o adquirimos un nuevo libro, o escuchamos una nueva enseñanza.
Nuestra generación es la de los maestros de papel cartoné.
¿Ves?
Pero lo necesario, lo importante es adquirir ese conocimiento a nivel celular. El viejo ejemplo del vino puede servirme, pero quizá se quede corto. Aunque leamos cientos de páginas, escuchemos conferencias y demás sobre el vino, sobre sus ventajas y desventajas, sólo probándole adquiriremos la experiencia.
Sentiremos en vez de comprender intelectualmente.
¿Qué es entonces lo que te falta? Pues sentir, vivir la experiencia, y ESO, no te lo puedo explicar. Podrías entenderlo, discutirlo, explicarlo, pero no sentirlo.
Ahí entonces reside un poco la FE en los maestros y sus enseñanzas. No la cristiana, de que las cosas son como son. Si no la que dice que si practicas, y después practicas, con diligencia, con pasión, un día pasará algo.
De que a mí me pasó algo.
Algo que no puedo explicarte, pero que hará que sientas. Que el comprender se integre en tus entrañas, sin que la mente tenga nada que ver. Y las palabras no te servirán porque escribas lo que escribas, todo se quedará corto.
Este tema es largo y se podría escribir mucho, pero eso sólo contentaría a nuestras mentes ávidas de trabajo y de tener algo en lo que pensar.
Espero haberte sido de ayuda. No quisiera convertirme en "el dedo que apunta a la luna".
Gracias a todos, los que sienten y los que comprenden, por estar ahí fuera.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Los trajes que llevo en la mente.


Un saludo a todos de todo corazón.

En su último mensaje, Mariola descubrió que podía escuchar varias voces en su mente, y que además podía identificarlas. Nos encontramos ante una faceta más del error psicológico inherente a la mente humana.

Me explico: Ya no solamente quedamos asociados a nuestra mente, no como herramienta memorizadora y clasificadora de datos, sino como ente integrante e indivisible de nosotros mismos. No. Es que además pensamos que se trata de una entidad única. Y no es así.

Al quedar controlados/apegados a nuestra mente, nunca me cansaré de repetirlo: tu mente no eres tú, automáticamente le damos una entidad única. Aseguramos que somos un sólo yo, o ego. Pero si te fijas muy atentamente veras que no es así. Hay varias voces, varios paquetes de pensamiento, recuerdos, deseos, prejuicios y creencias, que parecen viajar juntos, formando una entidad un poco más independiente y autosostenida. ¿Suena raro? No lo es tanto si lo vemos con unos ejemplos. Me gusta llamarles, en vez de voces, "trajes", ya que son trazos mentales que van poniéndose y quitándose según las circunstancias. A veces soy el médico, y otras veces el padre de familia. Si no me fijo parecen la misma entidad, pero en realidad no es así. Actúan, hablan, reaccionan y demás de forma totalmente diferente. Otras soy el amante, el amigo, el hijo, el vecino, y así sucesivamente. Nos vamos cargando durante nuestra vida de una serie ilimitada de "trajes" cada uno con sus reglas, peso y complejidad.

Qué pesado, ¿verdad?, andar por ahí cambiándonos de vestimenta continuamente, teniendo que estar muy pendientes de esto o aquello. ¿Cómo podría aliviar e incluso eliminar esta carga?

Pues es muy sencillo, pon un poco de atención y consciencia a tu vida. Al principio sólo podrás identificarles. Pero eso ya es mucho, cuando antes ni sabías de su existencia. Luego iras conociéndoles perfectamente, siendo consciente de cuando aparecen, y de como reaccionan. Después si sigues vigilando (no les juzgues, ni te opongas, sólo observa) serás capaz de dejarles atrás, porque la luz de tu mirada hará que simplemente dejen de estar ahí. Y os aseguro que es una sensación liberadora. Porque cuando hace mucho calor, ¿para qué andar vestido hasta el cuello con varias capas de abrigo?

Ropita la justa.

Gracias a todos por estar ahí fuera, abrigados y frescos.

sábado, 10 de noviembre de 2007

El recuerdo de María.

Esta noche, por vuelta de las dos de la madrugada, sin ningún tipo de sufrimiento, tras dejarse dormir plácidamente, ha fallecido en una habitación de hospital, María.
Primero, debo decir, que es la madre de una de mis mejores amigas, amiga a quien respeto, y a quien debo mucho más que estas simples letras. Después, debo recordar que fue una persona bondadosa, de inteligencia muy superior a las de quienes compartimos época, y muy lúcida en sus aseveraciones. De hecho la última que se me grabó en la memoria es la de su despedida, hace apenas unos días, cuando, con fría certeza, nos aseguró a mi esposa y a mi, que ésa sería la última vez que nos veríamos en esta vida, ya que según decía, podía sentir la cercanía de la muerte.
Noventa años, inteligencia mantenida hasta el último día, y una salud de hierro, que se fue oxidando muy poco a poco, casi en silencio, dejándose ir sin alborotos ni aspavientos, sino suavemente, como si mantuviese el control hasta en el más significativo de los momentos.
Mis más sentidas condolencias a sus allegados, que más que amigos, considero familia propiamente desde hace no poco tiempo.
Milagros, Raúl, Valle, perdonadme el no estar este fatídico día junto a vosotros. Siento en el alma vuestra pérdida, que guardo como mía.
Un adiós para María.
Que no se olvide su recuerdo.

Dialogar con nosotros mismos

Hola a todos:
El otro día decía en el blog de guerreros Luis Miguel, que seguramente la soledad, la desconfianza, etc, etc… nacen de un conflicto interno, y que ese conflicto interior trascendía a nuestra relación con los demás.
Creo que tienes mucha razón, porque constantemente existe esa disyuntiva, entre lo que quiero ser, lo que soy, y lo que no quiero reconocer que soy…
Aquí conmigo conviven tantas personas que a veces ese diálogo interno es difícil. Conmigo vive la Mariola que ahora escribe, la que quiere, la del corazón, pero también hay muchas otras… la miedosa que se paraliza, la que sueña todo el tiempo, la que lucha, la soberbia que le gusta presumir de sus logros, la que se enfada, la que se rodea de un castillo inexpugnable y llora cuando nadie la ve, la que confía, la que desconfía…
Diálogo? Uff, a veces es difícil, porque muchas de esas personas que viven en mí y conmigo no respetan el lógico turno de palabra, no escuchan otras opiniones y claro… pasa lo que pasa, se sobrecarga el circuito y cesa el flujo de energía por unos instantes…me quedo sola, o mejor dicho me siento muuuuy sola…
Entonces ocurre algo… la energía vuelve a fluir, y me reinicio, se resetea el sistema… y aparece todo con claridad… entiendo en ese momento que yo soy todo y nada, porque soy todo eso y mucho mas… mi mente y mi corazón forman parte de mí, pero sólo eso, sólo son una parte de mi…
Muchísimos besos a todos

jueves, 8 de noviembre de 2007

Como decíamos ayer



Es cierto que ultimamente me había "olvidado" un poco de seguir mostrando los ejercicios de Chi-Kung. Ya no digo del Reiki, que quedó muy atrás en el blog.
Pido disculpas por ello, y parafraseando a Fray Luís de León, al continuar sus clases en la Universidad de Salamanca después de pasar una temporadita en prisión, continúo el hilo del tema con un:
"Como decíamos ayer"...

EMPUJAR MONTAÑAS.
Sirve para desarrollar la fuerza de los brazos y las manos. Beneficia a quien sufre artritis, reumatismo, problemas renales y dolor de espalda.
De pie, erguido y con los pies casi juntos, colocar ambas manos en los costados del cuerpo a la altura del pecho, los brazos doblados por el codo y las palmas hacia el frente. Inspirar suavemente mientras se imagina la energía cósmica fluyendo hacia el interior. Avanzar las manos presionando con suavidad como si estuviéramos tratando de empujar algo (no en vano se denomina empujar montañas) y expulsar el aire con suavidad. Retroceder hasta la postura inicial e inspirar.
En mi caso me gusta visualizar una gran montaña que voy empujando suave pero contundentemente, cada vez que repito el ejercicio.
En breve (de verdad, prometido) mostraré una serie de ejercicios combinados junto con éste cuya finalidad es fortalecer el cuerpo, los huesos y los tendones, con resultados algo más que asombrosos.
Gracias por la paciencia.

martes, 6 de noviembre de 2007

La confianza

Hola a todos:
A menudo me pregunto qué es, en qué consiste la confianza...
Es creer? es simplemente fiarte de otra persona? Es anticipar su reacción? incluso su acción?
Hoy he tenido una breve conversación sobre este tema, al hilo de la necesaria confianza que debe presidir una relación de pareja.
La conversación partía de un punto a mi entender, erróneo y muy perjudicial. Hay un programa de radio en el que por la mañana hacen "pruebas de confianza" a las parejas de quienes lo soliciten. Para mí el punto de partida es erróneo, porque si necesitas que tu pareja supere una prueba para confiar en él o ella, es que ya la habías perdido, y si la perdiste... se te perdió a tí y no creo que nadie te la pueda devolver...
Comentábamos que muchas veces la desconfianza surge de los comentarios de terceras personas, a los que otorgábamos mayor credibilidad que a nuestro amigo, o nuestra pareja... y yo me planteo que si confío mas en otra persona, muchas veces casi un simple conocido... hay un grave fallo de base en la confianza hacia esa pareja o ese amigo... y difícil solución tiene.
Confiar, para mí, es tener la absoluta certeza de que alguien no te va a traicionar, no te va a dañar, al menos de forma consciente y voluntaria. Confiar un secreto es saber que va a ser guardado, confiar un problema es saber que vas a ser escuchado, confiar en un amigo es saber que te quiere sin necesidad de que tenga que hacer ni decir nada especial para demostrarlo a cada instante, confiar en tu pareja es siempre otorgarle mayor credibilidad que a nadie porque es la persona con quien mas cosas compartes, con quien estás más íntimamente unido...
Esa confianza no sé de dónde nace pero sí creo que debe ser renovada de forma constante... y desde luego nunca ser probada a modo de programa de radio... Creo que si alguna vez alguien me sometiera a una prueba así, inmediatamente perdería la confianza que en esa persona deposité, porque seguramente, la confianza tiene mucho que ver con la reciprocidad, la complicidad y el cariño... y muy poco con el miedo y las dudas...
Muchísimos besos a todos