miércoles, 14 de noviembre de 2007

Tiempo de cambios

Hola a todos:
Esto pretende ser una contestación a la anterior entrada de Luis Miguel, que desde luego sólo explica lo que yo siento, lo que yo vivo, sin que sirva mi experiencia a nadie seguramente, mas allá de la simple curiosidad.
Tengo claro que tus respuestas, a mí no me servirían. Sé que provienen de tu propia experimentación, del conocimiento que así has adquirido, no de los libros que hayas podido leer, o de las conferencias que hayas podido escuchar.
Sé que el vino está bueno cuando lo pruebo y así me lo parece, y siempre fue así, pero agradezco que me digas que a veces, con determinadas luces, el color oscuro de la cocacola me puede inducir a un error y confundirla con un buen vino.
Pero cuando toda tu vida has pensado que los líquidos blancos son leche, los oscuros son vinos y los de colores zumos, integrar a tu vida que existen muchas otras bebidas resulta difícil, aunque también abre ante ti todo un mundo de sensaciones nuevas que desconocías, y eso, por lo menos a mí, siempre me resulta apasionante.
En ese tiempo de cambios, en momentos a ritmo un tanto vertiginoso... a veces resulta difícil no confundir sabores, no equivocarse y llegar a pensar que todo era más sencillo cuando sólo en tu mundo había tres bebidas. Pero sólo es un engaño de esa mente a la que le encanta controlarlo todo y poderlo catalogar.
Y creo que ahí estoy yo, en ese momento de cambios, constantes, diarios.... desde hace un tiempo.... y con falta de espacio para asentarlos debidamente. Porque aún me cuesta mucho cerrar los ojos antes de beber para intentar averiguar, antes de probarlo, qué estoy bebiendo. Supongo que sólo es miedo lo que me hace, una vez trás otra, dejar que mis ojos se abran cuando acerco el vaso a mis labios, para mirar qué líquido contiene antes de probarlo.
No sé cómo acabará esto, aunque supongo que, poco a poco, comenzaré a dejarme llevar lo suficiente para no abrir mis controladores ojos, porque si no es así, cualquier día me veo mirando tu dedo cuando señales la Luna...
Y ahora muuuuuuchísimos besos a todos, desde donde sólo siento.

2 comentarios:

Luis Miguel dijo...

Una cosa tengo clara, e intenté explicarlo, creo que con poco acierto, con una poesía cuando te contesté uno de tus últimos comentarios.
Estás en el buen camino. Estás en el camino. No desesperes, porque cada paso que das va en la dirección correcta. Ni más ni menos. No uses la mente demasiado intentando racionalizar todo lo que haces. Sé un testigo de lo que haces. Quizá sólo entonces, un día, puedas percibir el espacio, la diferencia entre lo que observas y a quien observas. Y percibir entonces que el pensador, esa vocecita o conjunto de ellas, no eres tú.
No quiero liarte, pero ya sabes dónde estoy y dónde voy a estar. Siempre aquí. Al otro lado.

mariola dijo...

Pues gracias por estar ahí, al otro lado, como dices, aunque ese lado, como todo, es relativo.
Tu siempre nos das las gracias a todos por estar ahí fuera, ahora te las doy yo a ti, por abrirme un poco los ojos y por tanto que nos aportas.
Por cierto, la poesía no la entendí, es verdad.
Muchos besos a todos.