jueves, 27 de noviembre de 2008

Correr en la ciudad museo



Lo llevaba planeando varios meses, tenía los vuelos contratados, el hotel, se había inscrito...
Muchos preparativos, muchas ilusiones puestas en aquélla aventura....
Ahora hacía un cálculo de los kilómetros recorridos preparando aquella prueba y se estremecía... sumaban más de ochocientos, sonaba interminable, pero los había corrido y los había disfrutado metro a metro.
A menos de tres días empezaba a recordar como había surgido en su mente la locura que la impulsó a embarcarse en aquéllo y le asustaba comprobar la facilidad con la que había decidido intentarlo.
Durante una cena antes del verano, alguien lo comentó... correr una marathon en Florencia. A ella le encantó la idea... pero su idea era acompañar a un amigo en aquélla aventura, como animadora y fotógrafa.
Poco después, ese mismo amigo le preguntó por qué no participar.... y ella se repitió mentalmente la misma pregunta, una y otra vez...y se vió capaz.
Recordó que de pequeña, le habían inculcado la idea de poder conseguir todo aquéllo en lo que pusiera empeño suficiente, y que aunque el camino no siempre fuera fácil, el que la sigue la consigue...
Y así empezó todo, y duraba ya cuatro meses... pero qué buenos habían resultado. Cada día, cuando salía a correr, visualizaba la entrada en la meta de Florencia. Era algo que desde siempre había surgido espontáneamente, visualizar objetivos futuros que pretendía conseguir, y los conseguía. Un día, leyó un libro que le explicó el poder de esas visualizaciones para que el universo conspire a tu favor...
Su participación, por expreso deseo de ella, se había mantenido en secreto hasta un mes antes. No quería presiones, no quería opiniones externas, sólo las de su entrenador y su amigo. Al fin y al cabo, además de los instigadores, eran su preparador y su recuperador físico. Conocían tanto sus flaquezas como sus posibilidades, y eran suficientemente sinceros, como para creerles cuando le decían que lo podría conseguir.
Cuando ya el secreto perdió su verdadera esencia y sus compañeros de expedición se enteraron de que una de las supuestas acompañantes de la expedición iba a correr con ellos, se explicaron por qué se había unido desde Agosto a los entrenos de los maratonianos, confesándole que hasta ese momento dudaban si había perdido el juicio.
Practicamente no había corrido sola un sólo día. Siempre la acompañaba el koala, menuda paciencia había demostrado tener.
Nunca pudo imaginar que la preparación de la carrera pudiera ser tan gratificante, hasta el punto de importarle ya muy poco si el domingo en Florencia, finalmente, no pudiera terminar.
Tal vez le importaba más una posible retirada por las expectativas que había creado que por ella misma, porque conservaba intacta la idea de que el deporte, aunque implique a veces sufrimiento y dolor (en alguna medida), era fundamentalmente salud y diversión.
Pero faltaban apenas cuarenta y ocho horas... y los nervios comenzaban a aparecer. No eran dudas, no era miedo. Era ilusión, eran ganas, era mucha alegría concentrada, mucha energía...
El sábado, a estas horas... viajaré a Valencia para coger el avión. El domingo saldré a correr Florencia. Correré por las calles de esa ciudad museo durante algo mas de cuatro horas que seguro darán para mucho.
Recordaré los entrenamientos, a mis compañeros que irán kilómetros por delante de mí.
Recordaré a mis amigos y a mi familia.
Sentiré muchas cosas, buenas y malas. Sentiré a todos los que desde aqui corren conmigo aunque no me acompañen. Sentiré a los que me acompañan y no me conocen y todo lo que transmiten.
Sentiré frío y despues calor.
Surgirán muchas dudas, pero sabré disiparlas.
Surgirán fuerzas donde no sabía que quedaban y cuando crea que he tocado fondo, veré con sorpresa que aun puedo continuar.
Cuando cruce la meta lloraré... pero me sentiré feliz, muy feliz.
Pero eso ya lo contaré el martes.
Muchísimos besos a todos.

3 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Te desearía suerte, pero ¿para qué? ya lo tienes todo conseguido, todo lo realmente importante. Ahora sólo queda disfrutar.
Y eso espero que hagas.
Ya nos contarás.
Un beso.

Anónimo dijo...

estoy seguro de que saldrá genial

un beso

s

Luis Miguel dijo...

Qué experiencia tan maravillosa.
Espero que en breve nos hagas un reportaje de todo lo que has vivido.
Un abrazo.