jueves, 11 de octubre de 2007

Mente de niños

Hola amigos:
Hace poco ocurrió algo con mi sobrino que os quiero contar. Tiene 6 años y su madre fue a recogerlo al colegio con una foto trucada en el ordenador, y que lo había convertido en un gnomo.
El niño al ver la foto empezó a poner cara de entusiasmado... la foto era una evidencia indiscutible. Era él mismo y era un gnomo. A sus amigos les pareció increíble que su amigo hubiera sido un gnomo, todos los conocía, estaban al lado de un antiguo gnomo, eran sus amigos...
Mi hermana le decía que si no recordaba el tiempo en que fue un gnomo y el niño respondía que no, pero su emoción ante la foto no disminuía. Según fue reaccionando, empezó a preguntar qué había hecho para convertirlo en un niño normal como era ahora.
Mi hermana le dijo que a base de mucha paciencia y masajes en la orejas se las dejó redonditas, la nariz, los ojos, las cejas... y el niño flipaba, los amigos alucinaban.
Finalmente, les explicaron que todo era una broma, un truco del ordenador y lo entendieron aunque, claro está, quedaron algo decepcionados.
La mente de los niños funciona así... primero se entusiasman y disfrutan, luego preguntan, piensan, recuerdan... no sé en qué momento de nuestro crecimiento, de nuestro desarrollo invertimos el orden del proceso.
Los adultos miran de lejos, comparan, catalogan, clasifican y una vez superados los controles y filtros, a veces disfrutamos y rara vez nos entusiasmamos.
Bueno, algunos adultos... porque también los hay capaces de disfrutar sin tanto miramiento... pero eso está al alcance sólo de aquéllos que saben encontrar en la vida todo lo que un niño es capaz de sentir a cada instante... el entusiasmo, la ilusión, la fantasía, la imaginación, la alegría y la curiosidad, dejando para despues entender el funcionamiento de las cosas, las razones o los porqués.
Un beso para todos los que alguna vez miraron debajo de las setas buscando un gnomo... y aún se acuerdan.

No hay comentarios: