lunes, 13 de agosto de 2007

¡Respira!


Vamos a sentarnos un ratito, de esos de ocio, en el que no tenéis nada mejor que hacer. Cómodamente, sin prisas. Mantener la espalda recta, esto es importante, y dejad que la respiración sea fluida y natural. Sin forzar. Vamos a mantener la mente sin pensar en nada por cinco minutos aproximadamente...
¿Y bien?
¿Qué ha pasado?
Pues lo normal es que hayáis librado una enorme batalla. Que estéis agotados, porque cuanto más se trate de no pensar, los pensamientos os habrán atacado sin compasión.
Parecía un enjambre de abejas furiosas, pensamientos y recuerdos entrando sin parar, una tormenta de imágenes y pulsiones, ¿verdad?
Pues así es como funciona la mente en el día a día normalmente, sólo que no nos damos cuenta. Ahora sí, porque hemos tratado de calmarla, de hacer que haga algo a lo que no está habituada.
Tampoco solemos ser conscientes de nuestra respiración, porque trabaja por sí sola. Podemos olvidarnos de ella y seguirá trabajando, bueno, menos ahora que estáis leyendo esto. Ahora no podéis dejar de respirar conscientemente, ¿verdad?
Este ejercicio preliminar que voy a transmitiros es muy simple, y os ayudará a concentrar un poco la mente, a calmarla, a que se calle. Y si lo hace, automáticamente tendremos algo de paz y relajación, porque no nos estará recordando lo que hicimos mal, o lo que nos queda por hacer. Estará callada y punto, y eso es muy saludable de vez en cuando.
Sentados como antes con la espalda recta, ojos semicerrados, y las manos sobre las rodillas, respirar coscientemente unas cinco veces. Sentid como entra y sale el aire por la nariz de forma natural.
Ahora comenzad a contar cada inspiración, "uno", y espiración "uno".
Otra: inspiramos "dos", y espiramos "dos".
Y así hasta el diez. Totalmente vigilantes y concentrados en ello.
Y qué pasa si nos distraemos y pensamos en otra cosa?. Que volvemos a empezar desde el uno otra vez.
Y cuando llegues a diez, pues vuelves de nuevo al uno. No es más que eso.
Es simple, pero no es fácil.
¿Cuánto tiempo? A ver qué tal durante cinco minutos. Luego si os gusta se puede ir alargando como queráis. Personalmente suelo hacerlo de quince minutos a media hora. Pero eso depende de qué otros ejercicios quiera realizar después.
Practicad por la mañana y/o por la noche. Es sólo un ratito de vuestra vida. Si hacéis Chi-Kung, meditad de esta manera justo después.
Son sólo unos minutos pero de valor incalculable.
En breve os mostraré una nueva forma de Chi-Kung.
(Mariola, ha llegado el momento de "Empujar Montañas", en mi caso con increíbles resultados)Gracias por estar ahí fuera.

No hay comentarios: