jueves, 9 de agosto de 2007

Cinco días

Hola amigos:
He estado cinco días fuera, en Extremadura, en La Vera... es precioso, os lo recomiendo.
Vuelvo a ver campos verdes, grandes bosques, increíbles pueblos...
Ante ese esplendor de la naturaleza, no se necesita ningún esfuerzo para hacer introspecciones... el interior sale sólo al exterior, hay un perfecto contacto, una automática armonía.
Aparece ante tus ojos lo que un día debió ser la naturaleza, ves cómo eran antes los ríos, limpios y transparentes, caudalosos, por todas partes ví agua...
Y es que yo vengo de una tierra donde los jardines se decoran en muchas ocasiones con césped artificial, porque no hay agua para regarlos...donde tenemos como patrimonio un increíble palmeral, pero es que sólo podemos cuidar palmeras porque casi no precisan agua..., donde se prohibió llenar piscinas y sólo se pueden reciclar...
Aquí no existen ríos, se secaron... no hay torrentes naturales.
Aquí no hay casi árboles..., los campos son secos, casi desérticos y lo único que es capaz de sobrevivir en esta tierra, son pequeños arbustos y matorrales.
A cambio tenemos un impresionante Mediterráneo, pero tal vez no dure, porque se pretende paliar la falta de agua con plantas desalinizadoras...
Y el Ebro nos niega su agua, en pro del equilibrio ecológico... tal vez tengan razón...
No sé cual será la solución, pero sé algo.
Sé que a lo largo de mi vida, he conocido sitios que hace pocos años eran como La Vera...
Sé que al volver a visitarlos eran como levante, porque alguien los quemó y los desertizó...
Y sé que La Vera no es mía, ni de nadie, ni siquiera de los extremeños. La Vera es de todos... pero sobre todo tiene un propietario, los niños, porque ellos deben poder conocer lo que la naturaleza es capaz de crear, y no lo que el hombre es capaz de destruir...
Tampoco quiero dar una visión pesimista, no es eso.
Yo vengo renovada cuando por unos días estoy en contacto con la naturaleza.
Me hace sentir bien, me recarga de energía.
Y creo que conservar es tan simple como respetar, nada mas... así que, cuidemos lo que tenemos, porque lo merece, luego nos alegraremos todos de haberlo hecho.
Y ahora, estos días, veré a mi Mediterráneo, ese que también me carga las pilas.
Muchísimos besos a todos.

1 comentario:

rosa de los vientos dijo...

Hola Mariola.
Me ha encantado tu visión de la naturaleza, has mirado con los ojos del Alma.
Con respecto a el Ebro, no se a que esperan para repartir el agua porque ademas está habiendo inundaciones en Cataluña, supongo que si esto se hiciera tendría que hacerse de una manera bien se que está en peligro el delta porque se renueva con las aguas pero tiene que haber una solución de porcentaje de agua que se pueda trasbasar. Espero que lo hagan.
Y la solución sería plantar más especies autóctonas, los árboles fijan la tierra con sus raices y atraen las lluvias.
He estado en el sur de Francia y por donde quiera que mirara me recordaba a Galicia en su verde, en sus especies, sólo la tierra me recordaba que no estaba en Galicia, la tierra es roja y aquí es negra.
Pues bien cuando pasé para España vi el cambio total, España se está quedando seca, se va a desertizar, claro está que las aguas de los Pirineos bajan todas para Francia, fué impresionante ver el cambio, creo que si no se trabaja en este sentido el desierto avanza, luego será demasiado tarde.
Un besito querida amiga.