sábado, 9 de junio de 2007

Los preceptos de Reiki

"El que crea en Mí realizará las obras que yo hago, y aún las hará más grandes"
(Jn 14,7-14)


Es posible que este título no sea del todo adecuado. Debería haberse llamado "los preceptos de Usui" en referencia a Mikao Usui, el fundador del sistema de sanación Reiki, y como el mismo decía, el re-descubridor de esta maravillosa energía.
Mikao Usui era médico y sacerdote cristiano. En una de sus clases de Medicina, en la Univeridad cristiana Doshisa de Kioto (Japón), uno de sus alumnos le preguntó cómo sanaba Jesucristo los enfermos, y por qué ninguno de sus seguidores había conseguido realizar estas curaciones.
En ese momento no supo responder a esa pregunta. Se quedó sin habla. Criado en el rígido sistema de educación japonés, se vió en la obligación moral de responder a sus alumnos, así que emprendió una búsqueda que comentaré con más detalle en otro mensaje.
Una vez en posesión del sistema, Usui estableció un conjunto de preceptos para los futuros practicantes de Reiki. Unos principios básicos e universales, así como imprescincibles para favorecer el contínuo flujo de energía.
Éstes son:
- Sólo por hoy, no estés preocupado.
- Sólo por hoy, no estés enojado.
- Honra a tus padres, profesores y ancianos.
- Gánate la vida honradamente.
- Demuestra gratitud ante todo ser vivo.
A nivel personal diré que estos preceptos, que parecen sacados literalmente de los votos de un monje budista de cualquier tradición, son un paso lógico. Usui era al mismo tiempo un monje budista zen, y cristiano. Esta mezcolanza de creencias no era nada fuera de lo común en aquella época (finales del siglo XIX). Japón sufría un enaltecimiento cultural (que les llevaron incluso a tratar de invadir China). Algunos monjes se convertían al cristianismo como muestra de respeto, e incluso por conseguir ciertos favoritismos, eso sí, sin abandonar sus creencias y férreas costumbres. No es de extrañar que todo el fundamento filosófico que envuelve al sistema Reiki tenga una fuerte connotación moral oriental, de forma que en todo momento se habla de energía universal, del contínuo que nos interconecta, y no de la intervención directa divina.
Es cierto que independientemente del color que se le quiera dar, los hechos son los que deben hablar por encima de las teorías. Y la realidad es que siendo cristiano, ateo, budista o musulmán, quien practica Reiki obtiene resultados. Algunos casi milagrosos.
Pero claro, éstas son solo mis palabras, y como tales, no valen nada. Experimentad, practicad, y obtened vuestras propias conclusiones.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

3 comentarios:

mariola dijo...

Hola a todos:
Sobre reiki no puedo hacer ningún comentario, porque soy una absoluta ignorante.
Pero al leer los preceptos del Dr. Mikao Usui, me doy cuenta de que siempre que leo algo relacionado con filosofías orientales, tengo una misma sensación.
La sensación es la claridad y sencillez que trasciende de ellos, y la importancia del respeto, a nosotros mismos, a nuestros semejantes, a nuestro entorno.
El respeto a nosotros mismos parte de una presupuesta y obligatoria honestidad hacia nosotros mismos, que trasciende despues a cuantos nos rodean y a nuestro entorno.
Creo que actualmente, vivimos en un mundo en el que la importancia de las cosas parece estar basada en lo que tienes, en las posesiones que consigues atesorar y en los peldaños sociales que consigues alcanzar, en un mundo tan y tan materialista... leer de vez en cuando preceptos así, nos hace retomar el norte de nuestros caminos, nos hace orientarnos hacia algo realmente mejor.
Muchísimos besos a todos.

Anónimo dijo...

Yo sólo quería hacer una observación rápida de decir que me alegro de haber encontrado tu blog. Gracias

Anónimo dijo...

me gusta exactamente cómo usted recibirá su nivel a lo largo