viernes, 15 de junio de 2007

La conciencia de Pinocho



Como bien apunta nuestro colaborador anónimo, que firma sus últimos comentarios como Pepito Grillo, la proyección es una de nuestras maquinaciones psicológicas fundamentales a la hora de expresar nuestra relación con los demás. O según se mire con nosotros mismos, opinión que defiendo desde mi educación principalmente budista.
Por eso mismo he apuntado más de una vez la necesidad de realizar un viaje "interior", que no debe ser otra cosa que autoconocimiento, porque, si no nos reconocemos, si no nos amamos, ¿cómo vamos a poder amar al prójimo?
¿Cómo tratamos a los demás? Pues de la única manera que sabemos, que es de la misma forma que nos tratamos a nosotros mismos. La mente es universal para todos los seres humanos.
¿Y de dónde nace, principalmente, los preceptos que formalizarán nuestra auto-opinión? De las opiniones y juicios de valor de quienes nos educaron y cuidaron en aquella fase inicial de nuestras vidas en la que no teníamos ningún otro punto de referencia. Padres, familiares, amigos, profesores, etc, etc...
Durante los últimos escritos he insistido un poco en los defectos del engranaje mental. En la filosofia budista, que explicaba la proyección psicológico varios cientos de años antes que la psicología occidental, todos estos razonamientos quedarían englobados en lo que se llama "La Primera Noble Verdad", la generación del sufrimiento, o la naturaleza del "samsara".
Para los neófitos en estas andaduras, diré que ésta es sólo una pequeña parte de esta filosofía de vida, aquella en la que se apunta el problema. Pero hay mucho más. Al igual que el médico que observa la existencia de los síntomas de una enfermedad, luego continúa con el estudio de sus causas y con el posterior tratamiento que desemboque en la cura de su paciente.
Por supuesto os hablo desde mi experiencia personal, os proyecto mi propio acúmulo mental, así como nuestro colaborador Pepito Grillo, que como la conciencia de Pinocho, nos susurra al oído su verdad, proyectanto, o descargando, a su vez, sus ideas, preocupaciones, deseos y temores sobre nosotros.
Gracias por ser como eres y por estar siempre ahí fuera.
Mañana volveremos un poco al Reiki, y por fin, la primera forma de ChiKung.
Estáis siempre en mis oraciones y bendiciones.

1 comentario:

mariola dijo...

Hola a todos:
Curioso comentario y entrañable personaje, Pepito Grillo, la conciencia.
Aunque, para mí Pepito Grillo es más que la simple conciencia, me explico.
Pepito Grillo es la conciencia exterior.
Todos tenemos nuestra conciencia, pero, a veces necesitamos un Pepito Grillo que nos abra un poco los ojos.
Alguna vez veces me he descubierto hablando con un alguien cercano que ha hecho las veces de Pepito Grillo.
Alguna vez he tenido que escuchar a ese amigo, que incluso arriesgandose a mi enfado me ha hecho ver su verdad, o mi error, y finalmente he tenido que abrazarlo y dar las gracias por su sinceridad, aunque haya resultado al principio, incluso doloroso.
Porque nuestra conciencia, a menudo, queda anulada por esa venda en los ojos, que ponemos a nuestra mente y no es precisamente la que usa la justicia.
Es la venda que usamos para no ver y no enfrentarnos a lo que tememos nos pueda doler, hacer sufrir o sencillamente privarnos de algún placer.
Es la venda que usamos cuando preferimos no ser honestos con nosotros mismos.
Es la venda que permitimos que el miedo nos ponga.
Claro que seguramente pensaréis que no todo el mundo precisa a un Pepito Grillo, y que un mayor crecimiento personal, mayor madurez o profundidad, me harían prescindir de él.
Tal vez sea así.
Yo creo que es bueno airear nuestra mente, ventilarla, escuchar otros puntos de vista, incluso los de Pepito Grillo.
Muchísimos besos a todos.