martes, 5 de junio de 2007

Las reglas del juego






Hace mucho tiempo alguien me dijo que uno debe de ser culto y conocer todas las culturas, pero no para hacer ostentación de conocimiento, sino para luego poder fundirse con el entorno, fuera éste cual fuese. Y además de enseñarme, este ser humano, vivía lo que decía. Igual podía verle en una fiesta junto a eruditos, como uno más, como cenando en una casa humilde allí donde nos tocase alguna vez pasar la noche.
Esto me recuerda un episodio diferente, pero que me viene al caso. Hace pocos dias he tenido que vivir una situación estresante, del punto de vista social. Las circunstancias me han hecho tener que defenderme hasta con agresividad. Alguien que ha participado de los hechos me ha dicho "para ser tan aparentemente espiritual, has reaccionado bastante mundanamente".
Y tiene razón.
No voy a desperdiciar tiempo y espacio con los detalles, pero se trataba de una situación ya antigua, en la que la actitud de "poner la otra mejilla", aunque en principio habia templado los ánimos, no había erradicado el problema. Si acaso lo había dejado seguir avanzando de forma silente.
Me acordé de las palabras de mi maestro, así como de que a veces tenemos que regirnos por las reglas del juego. Y el juego "social" tiene sus reglas. Es duro, agresivo, hace daño, es el samsara. Por desgracia a veces debemos jugar en él para obtener ciertas cosas. Otras simplemente nos pilla allí, de improviso. Podemos decidir salirnos del juego, pero si en algún caso las otras personas implicadas pertenecen en su totalidad a él, serán posiblemente esas reglas el único idioma que entiendan.
No me siento feliz por ello, siempre se puede pensar que hay otras salidas. En estos fenómenos samsáricos a veces tenemos que optar por las decisiones que hacen menos daño, aunque el sufrimiento, al final, es lo que nos quede de premio.
Una vez en un seminario con un lama tibetano una joven nos contó como de camino al templo un ladrón había intentado quitarle el bolso. Como acto instintivo le había sacudido un paraguazo y el tipo habia huido despavorido. Luego ella se sentía con algún remordimiento.
"Bendito paraguas", dijo el lama con una amplia sonrisa.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

1 comentario:

mariola dijo...

Hola a todos:
Respecto de este comentario y de las reglas del juego, creo que lo importante es saber que existen reglas en ese juego y en todos.
Tu decides entrar en un momento dado, valoras que no queda otra opción o que es el único lenguaje que tus interlocutores van a entender.
Pero si en tu vida existen otras cosas, otros conocimientos, si profundizas, si te interesas, sabes que es una opción, no la vida.
Sabes que no es el único camino, conoces otros aunque decidas no utilizarlos.
No te quedará buen sabor de boca cuando participes de esas reglas que no compartes, pero el problema realmente lo tiene aquél que desconoce que existen otros caminos, otras soluciones y otras formas de vida.
No creo que la espiritualidad de nadie este reñida con determinados actos de supervivencia en esta sociedad, que tantas veces está dando y dando vueltas a la rueda del samsara.
Muchísimos besos a todos.