martes, 24 de abril de 2012

ENCONTRANDO A BLAKE


Un saludo a todos de todo corazón.

Hoy me ha pasado una cosa curiosa y quería comentárselo.

Como saben hace más de una semana que me dedico a escribir un artículo en el blog por día. Si les soy sincero no lo había planeado de esta manera. La cosa simplemente surgió, y después de experiencias como la de unos minutos atrás, aunque antes pensaba que duraría lo que tuviese que durar, creo que podrá seguir ocurriendo mientras esté en disposición de entrar en conexión. Si han leído mis últimos artículos sabrán exactamente de lo que estoy hablando.

En este día no me ha sucedido nada de especial. No recordaba nada en particular. Así que a las 16.30h de hoy no tenía nada sobre lo que escribir.

Pero se me ocurrió algo. ¿Por qué no someterme a una especie de prueba?

Así que, como no estaba en mi casa frente a mi biblioteca, decidí abrir mi biblioteca virtual (osea una carpeta donde guardo libros en mi computadora) y escoger algo al azar.

Una vez abierto el archivo (un libro de poemas en inglés), deslicé el cursor por las páginas y donde quedó, allí supuse que encontraría algo sobre lo que escribir.

El poema en cuestión es de William Blake y traducido por mí, dice más o menos así:

El árbol que me conmueve con lágrimas de alegría es a los ojos de los demás sólo una cosa verde que se encuentra en el camino. Algunos encuentran en la Naturaleza sólo burlas y deformidad… algunos pocos no vez la Naturaleza en absoluto. Pero a los ojos del hombre que usa la Imaginación, la Naturaleza es Imaginación por sí misma”.

Y me quedé profundamente conmovido.

Inmediatamente después las letras empezaron a surgir en el “Word”.

No sé si saben el poder que encierran dentro de ustedes a través de su imaginación.

Como vivimos una vida tan ajetreada entre responsabilidades y preocupaciones no encontramos la manera de disfrutar de ella.

De alguna forma no es siempre así. Sí que la usamos, pero de la peor manera posible. La utilizamos para intentar adivinar, para programar los acontecimientos que van a suceder en el tiempo. Llamamos a este proceso “pensar en el futuro”.

Pero es empobrecer el uso de la Imaginación. Apenas tomamos los acontecimientos de nuestra memoria, la previsión de nuestro horario cotidiano y coloreamos una mezcla entre lo que queremos que nos suceda (sin que nos produzca mucha alteración), y lo que más tememos.

Programamos el  futuro como un cruce entre el “quiero estar tranquilo” y el “ojalá esto no me pase”.
Pero como digo esto es usar pobremente el poder de su Imaginación. Es dar algunas pinceladas con una brocha demasiado gorda y con pinturas muy oscuras.

Las personas estamos habituadas a hacer las cosas al revés. Pretendemos llenar nuestra vida interior con las cosas que están ahí fuera. Pero muy pocas veces, o ninguna, se nos ocurre hacer justo lo contrario.

No exploramos el inmenso potencial que existe en nuestro interior, no como un plan para conseguir algo, sino como simple disfrute.

Para eso hace falta relajarse y separarse durante unos minutos del exterior para centrarse en un viaje a su interior más profundo. En palabras de Paramahansa Yogananda: “Podrás percibir los gozosos rayos del alma si interiorizas tu atención. Estas percepciones son posibles si preparas tu mente para gozar del hermoso escenario de los pensamientos en el reino invisible e intangible que hay dentro de ti”.

Es llenarnos por dentro primero antes de acometer el contacto con el mundo de las cosas fútiles e impermanentes de ahí fuera. Es calentar nuestro corazón hasta que hierva, y llenos de ese gozo espiritual salir a encontrarnos con la cotidianidad de nuestra vida. ¿Entiende lo que quiero decir?

Entonces, y sólo entonces, en palabras de Blake no encontrará “cosas verdes en el camino”, sino árboles que le conmoverán hasta las lágrimas si es necesario.

“¿Y esto como se hace?”.

Voy a darle una pequeña pista. Algo por lo que empezar, pero sepa que es usted muy libre de usar su imaginación como le plazca.

Relájese en un sitio cómodo donde no sea interrumpido por los menos unos pocos minutos. Cierre los ojos e imagine una escena de su vida cotidiana.

Por ejemplo imagine un encuentro con su pareja sentimental o un episodio en su lugar de trabajo. No use la paleta de la realidad para su composición. Viaje con libertad, diviértase con el proceso.

Por ejemplo visualice una cena con su pareja en un lugar exótico, paradisíaco. Se trata de una experiencia personal en la que va a disfrutar.

Ésta es la palabra mágica.

Imagine la escena, lo que ocurre, cree detalles, diversión, alegría. Haga su corazón hervir.

Luego, durante el resto de su día, mantenga esa imagen consigo. Deje que su interior sea el que se revele hacia el exterior, y no al contrario como solemos hacer.

Entonces puede que sea de los pocos que en vez de encontrar “en la Naturaleza sólo burlas y deformidad” o quizá no encontrarla en absoluto, disfrute de descubrir que “la Naturaleza es Imaginación por sí misma”.

Gracias a todos por estar ahí fuera leyendo estas palabras, ¿o es fruto de mi imaginación?... :)

Si desea descargar el MP3 del texto leído haga click aquí.




1 comentario:

Anónimo dijo...

muchas gracias estimado amigo, me ha sido de mucha ayuda todo lo que he leído en tu blog y tus videos... muchas gracias...