lunes, 12 de mayo de 2008

Caminar antes de correr.

Un saludo a todos de todo corazón.
He pasado mucho tiempo alejado. Han sucedido varias cosas, todas en un corto período de tiempo, y he necesitado esta ausencia para ir asimilando y recomponiendo el mundo tras la tragedia.
Debo de agradecer a Mariola sus bellas palabras, y en nombre de mi esposa, especialmente por su escrito dedicado al fallecimiento de mi suegra el 2 de Mayo pasado.
Después de una lucha dura, de un mano a mano con la enfermedad y la muerte, Paula dejó de batallar con la placidez y la ausencia de sufrimiento del coma profundo. Quería escribir algo hermoso y poético, como otras veces, pero la inspiración me huye, y mis dedos tiemblan. Diría que como budista, estoy acostumbrado a la idea de la muerte, de mi muerte. Pero enfrentar la de los demás, el sufrimiento de los que quedamos atrás, no ha sido fácil a pesar del entrenamiento. El tiempo lo cura todo, y aunque siento su joven presencia entre nosotros, es cierto que el dolor cada día es milimétricamente menos acuciante.
Las experiencias han sido muchas, variadas, alegres y dramáticas. Espero poder ir dejando escapar poco a poco estas dolorosas parcelas en escritos llenos de significado. Empezaré por este torpe intento de hoy. Caminaré antes de volver a correr.
Gracias a todos por estar ahí fuera. Y gracias especialmente a Mariola, por mantener vivo el sueño con la magia de sus letras y su corazón.

5 comentarios:

mariola dijo...

Me alegro de tu vuelta Luis Miguel, y no me des las gracias por nada.
Camina y no corras, es lo mejor. Las prisas no son buenas para cerrar las heridas, las presiones no ayudan a cicatrizar.
Hay heridas que necesitan tiempo para curar, y aunque dejen cicatriz, todos llevamos alguna en nuestra piel y en el alma, y eso no nos impide vivir y ser muy felices.
Sólo existe una fórmula mágica para superar el dolor de una muerte: un gran corazón dispuesto a dar mucho cariño, paciencia, unas orejas inmensas siempre dispuestas a escuchar, un gran hombro dónde apoyar la cabeza mientras lloramos y somos abrazados, y tiempo (de este no hay medida, el que se necesite).
Y ya está, con eso, cura garantizada.
Muchos besos y todo lo que necesitéis y desde aquí os pueda enviar.

Maru dijo...

Siento lo que has pasado.
Como te dice Mariola, pasito a paso.... el tiempo se encarga de poner todo en su lugar.
Ella está descansando y en paz.

un beso

Pedro Estudillo dijo...

Mi más sentido pésame; no sabía que se trataba de tu suegra.
También yo pasé hace muy poco el trance de una muerte muy cercana y querida y creo que sé a qué te refieres cuando aludes a ese cruce de ideas: por un lado la aceptación de la muerte y por otro el dolor que produce, sobretodo en las personas que tenemos más cerca y eran más dependientes emocionalmente de ese ser fallecido. No se encuentran palabras de consuelo, y esa impotencia es algo que también duele.
Como decís vosotros, el tiempo es el único consuelo para todos, cada cual el que necesite, y hay que dejarlo actuar convenientemente.
Un abrazo y mucho ánimo.

Anónimo dijo...

Cuando murió mi padre, alguien me dijo:
"Ahora te duele pensar en él, pero poco a poco el dolor pasará, y cuando algún recuerdo suyo te venga a la memoria, lo recordarás con alegría, y te gustará hacerlo".
En ese momento no le creí, porque pensaba que nada en el mundo mitigaría mi dolor,pero con el tiempo he comprobado que tenía razón.
Tiempo al tiempo.
Recibe y transmite a tu esposa todo el cariño que os puede enviar este bichito a veces desagradable.

Pepito Grillo.

Luis Miguel dijo...

Gracias a todos por vuestros mensajes. De verdad que han reconfortado.
Estáis siempre en mis oraciones y bendiciones.