jueves, 2 de abril de 2009

Encontrar al toro.

Un saludo a todos desde el corazón.
Un comentario más sobre este texto zen que dice así:

3. Encontrar al Toro.

Oigo la canción del ruiseñor.
El sol es cálido, la brisa suave, los sauces verdean a lo largo de la ribera.
¡Aquí ninguno toro puede ocultarse!
¿Qué artista podría dibujar tan soberbia cabeza, cornamenta tan majestuosa?

He hecho un gran descubrimiento.

Hay veces en las que puedo observar el mundo sin estar yo mismo presente. Es como si me liberara de una capa gruesa que me ha estado envolviendo hasta ahora. Siempre creí que esta barrera era una mera protección. Pero desde este momento sé que más que ayudarme, me ha estado perjudicando.

¡Si sólo pudiese mantener este yo pegajoso y caprichoso alejado el tiempo suficiente!
Cuando no está, mejor dicho, cuando no estoy, el sol es cálido sobre mi piel, la brisa suave, y los sauces verdean a lo largo de la ribera. ¡Sin que sea necesario interpretar, calificar, controlar, o juzgar nada de ello!
Cuando es así, cuando mi mente no es más que el reflejo de un espejo, es cuando el toro aparece ante mí. Cuando deja de existir una persona con sus mezquindades, miedos, preocupaciones, cuando se diluye como una estatua de sal en el mar, encuentro una gran verdad:

¿Dónde más podría el toro esconderse?


Gracias a todos por estar ahí fuera.


3 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Cuando uno simplemente "es", sin intentar poner otras palabras detrás, transcendiendo a los conceptos, eliminando las máscaras... entonces supongo que estaremos más cerca de ese toro.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

hoy me encontré un pequeño toro en el suelo, parecía de un llavero que alguien habría perdido.Pienso que todo en la vida pasa por algún motivo y busqué en google encontrar toro...
Interesante

Luis Miguel dijo...

Querido amigo Anónimo:
¡Hay todo un mundo espiritual ahí fuera por descubrir!
Buena búsqueda.

Te agradezco tu visita y espero que se multipliquen a partir de ésta.
Gracias.