martes, 15 de julio de 2008

A mis amigos...AMIGOS

Hola a todos:
Tal vez sea demasiado analítica, tal vez tenga demasiada tendencia a entrar en mi pasado, recordar hechos vividos, situaciones en las que me ví envuelta, gente que he conocido, sensaciones, ideas, sueños...
Tal vez incluso haya quien opine que, aún no alcancé edad suficiente para tener una cierta retrospectiva, pero aquí sigo con mis exámenes al pasado, porque creo que me aportan la certeza de cuanto me equivoco, de cuanto dudo, de a cuanto renuncio y de cuanto tuve la suerte de vivir y disfrutar.
Una de las cosas aprendidas con el paso de los años es, sin embargo, a vivir el momento presente, intentando no comparar, no predecir, no recordar... vivirlo sin más, sentirlo y disfrutarlo.
Para eso, me libero (en aquélla parte que puedo) del miedo a lo desconocido, y de esa necesidad impuesta por la mente, de comparar, catalogar y prejuzgar.
Para vivir con intensidad el momento presente me resulta prioritario empezar por el principio de todo, y ese principio es agradecer. Creo que ese refrán que dice que " es de bien nacidos ser agradecidos" tiene mucho más significado que el que a priori le encontramos.
Agradecer estar vivo, tener una cierta lucidez, conservar la capacidad de soñar, las ganas de descubrir... Agradecer la naturaleza que nos rodea y cuantas maravillas contiene, y agradecer el mundo de sensaciones y emociones que nos proporciona.
Pero si algo tengo que agradecer a la vida es haber conocido a determinadas personas a las que considero AMIGOS y todo lo que me aportaron y me aportan. He conocido gente de todos lugares, de distintas ideas políticas o convicciones religiosas. Gente de diversa edad, profesión y cultura. Hombres y mujeres, jovenes y adultos.
De todas las personas que he conocido, hay unas cuantas que destacan por su aportación a mi vida y a mi felicidad. Gente que, en un momento dado, fue capaz de marcar ese punto de inflexión que provoca un cambio en tu ritmo, gente que fue capaz de ayudarme a salir de un laberinto que mi engañosa mente había creado.
No daré sus nombres porque resultaría injusto omitir a alguno. No necesitan que los mencione porque sus grandísimos corazones saben cuanto les quiero, incluso aquéllos que ya no están, pero sí diré que, en un momento dado, supieron estar y ofrecerme cuanto tenían en su corazón: unos me escucharon, otros me abrazaron, otros me gritaron hasta hacerme reaccionar. Alguno me ofreció su hombro informático, otros simplemente estaban a mi lado incondicionalmente. Alguno me habló, otros me recomendaron un libro o me regalaron una rosa de jericó.
Todos ellos tienen algo en común: un corazón grande y generoso, y una mente sin demasiados prejuicios.
No sé por qué razón se cruzaron en mi camino, seguro que no fue casual y el momento fue el que debía ser. Seguro que sólo en el momento adecuado eres capaz de mostrar y reconocer en los demás lo que llevas en tu interior. Seguro también que, si el paso de los años no los apartó de mi lado, es porque, en alguna medida fuí capaz de corresponder a su generosidad.
Muchísimos besos a todos.

1 comentario:

Pedro Estudillo dijo...

Eres una persona muy afortunada por contar con tantos amigos. Ese es el mayor tesoro que se puede poseer, así que eres inmensamente rica, y seguro que no es casual, porque, si es verdad que los amigos se eligen, muchas personas te han elegido a ti como amiga. Por algo será.
Mis felicitaciones.
Un beso.