lunes, 3 de marzo de 2008

Tu motor

Hola a todos:
No todos somos iguales, no todos estamos hechos de la misma pasta, ni funcionamos igual. Para todos, creo yo, esto es evidente, pero quisiera comentar la diferencia, una de tantas, entre las distintas formas de ir por el mundo o de vivir la vida.
Unos se hunden ante la adversidad, otros son capaces de resurgir de sus cenizas.
Tal vez la única diferencia entre unos y otros sea lo que la otra tarde me dijo un amigo, unos funcionan con su propia energía como motor y otros precisan la que les aportan los demás.
Hay quien se mueve en el mundo siguiendo su camino, interactuando con los demás, pero siguiendo su dirección, su ritmo y persiguiendo sus propios sueños.
Lo mismo da que su camino tenga saltos o dé algún rodeo. Da igual si a veces es empinado, otras llano y otras se desdibuja. Tu brújula siempre te marcará un norte.
Si tu camino no es el tuyo, si te dejaste guiar por los demás, si te dejaste llevar por la inercia o no sigues tu propio ritmo, si el motor que mueve tus piernas depende de lo que te aporten los demás... ufff.
Si ni siquiera tengo claro si el norte es mi norte, si no descifré bien las señales porque no tengo claro que ese sueño que persigo sea mi sueño... a dónde voy? llegaré?
No recorras caminos que no son tuyos, no persigas sueños ajenos, no busques la aprobación a tus acciones.
Sé tu propio guía, aunque te equivoques, utiliza tu energía y cuando sea escasa, descansa y recupérate, sigue tu ritmo, persigue tu propio sueño... y así, poco a poco, llegarás a tu destino, al tuyo y no al de otros.
Igual da si los demás comparten tus ilusiones o no, porque son las tuyas.
Es igual que otros lleguen antes a sus metas que tú.
No importa cuantas veces te digan que te estás equivocando, nadie puede saber tus motivos mejor que tú.
Nada importará que te digan si hiciste bien o mal, llegaste pronto o tarde, porque tu eres el único conocedor de tu destino.
Desaparecerán de tu horizonte las velocidades e incluso las distintas direcciones, porque nadie más que tú conocerá la meta a alcanzar. Desaparecerán los conceptos de rápido o lento, no existirán las prisas. Dará igual si existía un camino más recto, porque tu seguiste el tuyo, el de tu elección.
Dará igual cuantas veces caigas, te podrás levantar y continuarás, porque serás dueño de tus fuerzas, conservarás intacto tu motor...
Muchísimos besos a todos.

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