miércoles, 19 de marzo de 2008

De un guerrero de la vida a otro.

Se me había ocurrido escribirte una felicitación especial junto al regalo que te he preparado. Pero después de pensarlo un poco me he dicho: "¿y por qué no en el blog?".
Después de todo por lo que hemos pasado juntos, aún estamos aquí como una familia unida pese a quien le pese. Siempre he contado con que una de las cosas que más te había apenado de tus hijos es que ninguno de los dos habíamos seguido tus pasos en tu carrera militar, en la caza, en la pesca, y todo eso. Pero voy a aprovechar esta ocasión para decirte que estás muy equivocado.
Voy a enumerar:
1. Nos enseñaste a ser seres humanos honrados.
2. A valernos por nosotros mismo sin otra ayuda que nuestro propio esfuerzo e iniciativa.
3. A buscar allá donde sea necesario, sin importar el desafío, teniendo la mirada fija en el objetivo más grande.
4. A ser imaginativos, creativos, ya sea con el dibujo, con la escritura, o la música.
5. A valorar el cuerpo como herramienta, manteniéndole siempre como una espada afilada, mediante el entrenamiento constante.
6. A ser fieles maridos, protectores de nuestras respectivas familias, ajenos a los vicios como el alcohol, el tabaco, y todo lo demás que atenaza detrás de cada esquina.
7. A apreciar el valor del trabajo como medio de subsistencia, mediante esfuerzo, educación para con los demás, y una inquebrantable dosis de energía.
8. A saber defendernos de quien ponga en peligro nuestro "status quo", empleando la fiereza y determinación justa y necesaria.
9. A tener la certeza de que cualquier batalla si no está ganada antes de poner un pié en el campo de batalla no merece ni una brizna de nuestro aliento.
10. En definitiva a ser guerreros del día a día, sin condecoraciones militares, pero con el pecho lleno de medallas por los servicios prestados a la vida.
Así que después de todo, ¿tan seguro estás de que no hemos seguido tus huellas a pies juntillas?.
Ahora me queda lo más complicado. Porque es a mí a quien le toca dar ejemplo y tener el temple necesario para ayudar a mis propios hijos. Aunque tan difícil no debe ser. Porque el camino está bien definido.
Hoy es un día muy especial en el que se suele decir eso de que "muchas felicidades a todos los padres", etc, etc...
Pero no va ser el caso, ya que esta felicitación está dirigida única e inequivocadamente a mi padre.
No lo digo amenudo, de hecho nunca, pero espero que sepas lo mucho que te quiero.
Gracias por todo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

He leido tu sentir y he decirte que ello, solamente ello, un pequeño comentario tan sentido, para mi es tan grande y maravilloso que justifica toda mi vida y la de tu madre, besos fuerte PAPA.

Marta dijo...

Felicidades a ambos, y no se priven del beneficio de un fuerte abrazo.
Besos!

mariola dijo...

Hola Luis Miguel y hola a tu padre:
Seguir el ejemplo de tu padre, seguir sus pasos, ser un buen hijo, creo que es bastante mas sencillo que saber ayudar y guiar a tus hijos.
Me parecen preciosas esas palabras que le dedicas a tu padre, debe sentirse muy orgulloso de tener un hijo que sabe agradecer lo que recibió.
Efectivamente, será para ti mas difícil, aunque no dudo que lo conseguirás, ser ahora la luz de guía de esos preciosos hijos que tienes.
Son una gran responsabilidad pero, también serán siempre la fuente de tus alegrías, y sólo deseo que algún día tengan la lucidez que tú ahora has tenido con tu padre, y te cuenten cuanto te quieren y cuanto aprendieron de tí.
La mayoría de los hijos, cometemos el terrible error de presuponer que se sabe lo que queremos a nuestros padres, y encima ese "error" lo cometemos también con hermanos, primos, amigos, etc, etc.
Vivan los abrazos, los besos, los "te quiero" y los "te admiro", los "te agradezco" y los "me encanta cómo eres".
Muchos besos a todos.

Pedro Estudillo dijo...

Enhorabuena, muy pocos pueden complacerse de tener a todo un maestro como padre, sobretodo en estos tiempos que corren. Tus hijos también sabrán agradecértelo.
Un fuerte abrazo.