lunes, 24 de septiembre de 2007

Más sobre el sufrimiento

Hola a todos:
Estoy de acuerdo con lo que decía Luis Miguel sobre el sufrimiento consentido, pero voy a ir un poco más lejos. Creo que muchas veces, la gente se engancha al sufrimiento, y a todo lo que éste conlleva.
Ya conté que a mí me ocurrió, en un breve espacio de tiempo. Tuve la suerte de que un amigo, que para más detalle era un profesional, me abriera los ojos, me hiciera reaccionar.
Pero yo sufría por un motivo evidente, mi vida se había derrumbado. Claro que todos en algún momento debemos pensar que tenemos razones indiscutibles para sufrir, y eso es un grave error, siempre es un error o llega a serlo en algún momento.
Porque el dolor es una cosa y el sufrimiento otra. Uno es la causa, otro la consecuencia... y no son proporcionales, al menos no por completo.
Es cierto que hay momentos muy duros en los que es imposible escapar al dolor y además, resulta contraproducente intentar huir. Hay que parar, y buscar. Como dice Thich Nath Hanh, hay que abrazar el dolor, llegar a conocer la causa para poder resolver y dejar de sufrir.
Pero mientras lo abrazamos, y lo analizamos, podemos caer en el error de quedar ahí, y es que enfrentar la solución no es fácil, y muchas veces duele más que la propia causa.
Yo sufrí la pérdida de un ser querido, muy querido, era mi vida o yo así lo creí por un tiempo. Su muerte desmontó mi vida y cuando tenía que empezar mi reconstrucción, necesité que una voz me hablara para hacerme entender que el miedo me estaba paralizando.
Yo sola había creado una situación que aumentaba mi sufrimiento, porque este lo provocaba el dolor por la pérdida y el miedo a seguir sola mi vida.
Al reaccionar comprendí algo simple. El dolor puede durar toda la vida, aprendes a vivir con él, pero el sufrimiento se alarga hasta que decides acabar con él. Y es tan fácil como empezar a vivir otra vez.
En mi caso no hubo nunca un "enganche" a los alrededores de ese dolor, todo lo contrario. A mí siempre me agobió la preocupación de los demás por mi estado, pero sé que mucha gente sí se engancha a esa atención especial que sus seres queridos le brindan, hasta el punto de convertirse en una droga necesaria.
Hay personas incapaces de salir de ese círculo vicioso de "autodolor y atención recibida". De forma seguramente inconsciente, van dando pasos atrás y adelante, sin enfrentarse ni al miedo, ni a la duda, y desde luego es una opción, tan válida y respetable como cualquier otra, pero, al fin y al cabo, sólo es eso, es la forma en que optas vivir, y siempre implica una importante, si no total, renuncia a la felicidad.
Respetando que es una opción, una elección, hay algo que no debemos nunca olvidar. No estamos solos, no somos individuales, y nuestra elección afecta a quienes nos quieren, apoyan y ayudan. Por nosotros y por ellos, siempre será mejor optar por ser felices, .... por vivir.
Muchísimos besos a todos.

1 comentario:

Luis Miguel dijo...

Una exposición llena de claridad y de sabiduría. La iluminación está, cada vez, un paso más cerca.
Gracias