lunes, 28 de mayo de 2007

QUE NADA TE DETENGA


Que nada te detenga
Aunque te sientas cansado y sin fuerza, no te rindas, inténtalo una vez más.
Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que más me gustaba eran los animales, de todos ellos el que más llamaba mi atención era el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver
al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa,
me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Por qué no huye si aquello que lo sujeta es tan débil comparado con su fuerza? Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a varias
personas por el misterio del elefante y alguien me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Hace algunos años descubrí que alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando
de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente
volvía a probar, y también al otro y al que seguía...hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a
su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE.

El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar
seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón
de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo
una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la fe.

La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO CORAZON y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros,
pero al mismo tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de él.

"Escoge un trabajo que ames y no tendrás que volver a trabajar un solo día en tu vida"

ESCRITO POR RAMÓN
COLABORADOR INDISCUTIBLE
Y YO ME DECLARO SU ASISTENTE PERSONAL

2 comentarios:

Luis Miguel dijo...

Gracias Rosa por publicar este mensaje. Ayer cuando le recibí también pensé en colocarle aquí, y esperabaque el propio Ramón lo hiciese. Me alegro muchísimo de tu iniciativa.
Muchas gracias a los dos por compartir algo tan hermoso.

rosa de los vientos dijo...

Yo también se lo pedí a Ramón, porque me gusta todo lo que él comparte, como me dijo que tenía dificultad con los blogs, pues he pensado en decirle:

Ramón, aquí tienes mis manos, son tuyas, aquí tienes mis ojos, son tuyos, préstame tu a mi tus ojos del Alma, tu experiencia vivida, el Éspiritu que anida en tí.

Un besito para todos, y que el objetivo de hacer este blog, que es permanecer unidos y en contacto, se cumpla.