miércoles, 30 de mayo de 2007

Me respondo

Hola amigos:
Aquí va una respuesta, no es la respuesta, no es la única, no es la mejor, es sólo la mía de hoy, de ahora, y va muy relacionada con lo dicho por Luis Miguel.
Afrontar la causa, siempre existe una causa, interna y personal, pero común a casi todos en un momento dado.
Los días bajos son para mí un estado, algo pasajero.
Pueden ser consecuencia de un recuerdo, de un pasado.
Pueden ser consecuencia de un desengaño, de un presente.
O ser consecuencia del miedo, de un futuro.
El tercero es el peor de esos estados, porque pone de manifiesto lo complicado y retorcido de alguno de nuestros procesos mentales.
La memoria es selectiva, Serrat dice en una canción... " tus recuerdos son cada día mas dulces, el olvido sólo se llevó la mitad" y nuestra tendencia es a recordar el pasado como un todo maravilloso, aun siendo conscientes de que eso no es totalmente verdad.
Todos hemos sufrido en el pasado y ese sufrimiento lo provocó algún cambio.
Si nuestro presente amenaza con un cambio o sencillamente tenemos miedo de aferrarnos a algo y que después pueda cambiar, nos asusta el futuro.
El miedo al futuro provoca un rechazo al presente, porque entendemos que es consecuencia de él.
Entonces ya no queremos este nuestro presente, ya no valoramos en conjunto lo que significa y sólo lo comparamos con aquel recuerdo que nuestra mente distorsionó, borrando lo malo y presentándolo como un conjunto maravilloso.
Cuando el muro que ha creado nuestro miedo cede el espacio suficiente para que entre la cordura, para poder mirar hacia dentro con esa honestidad de la que hablaba Luis Miguel, descubrimos que incluso ese miedo no es real, porque ni es real el futuro ni el presunto cambio que presagiamos.
El cambio, el futuro, es una expectativa, es una idea y no una realidad, el miedo crea un problema desde la nada, pero es anterior el miedo al problema y no consecuencia de él.
LLegados a ese punto, dado ese paso, la cordura nos dice para qué preocuparnos por algo que seguramente no sucederá, porqué perder el tiempo en elucubraciones, pudiendo disfrutar hoy y ahora.
Cada momento que no disfruto ahora no va a volver, así que lo mejor será levantarse esa octava vez y seguir adelante.
Muchos besos a todos.

No hay comentarios: