Es sábado, casi las diez de la noche, y estoy en casa, cansada, muy cansada. La sensación es de una tremenda resaca, pero no me malinterpretéis, no es resaca de alcohol, es la consecuencia de una semana de mucho trabajo, poco descanso y una muy mala noticia, que ya conocéis, y que me afectó más de lo que hubiera creído.
En la última entrada de Luis Miguel, pedía disculpas por hablar de cosas impermanentes, decía que hablaba el cuerpo dolorido, el corazón le dolía. Y me hizo pensar en muchas cosas.
Hace ya algún tiempo descubrí que las cosas que más dinero cuestan son las que menos valen, y las verdaderamente valiosas no se pueden comprar. Tienen valor, pero no un precio. El amor, la amistad, un paisaje, las estrellas, un abrazo, una mirada...la paz, y muchas más.
Pero nunca había caído en la cuenta de que había cosas permanentes o impermanentes, en el sentido en el que hablaba Luis Miguel. O lo había hecho de forma menos consciente.
Y pensando, pensando... qué era aquéllo impermanente de lo que nos hablaba, disculpándose y diciendo que era reiterativo? Se refería al dolor que sentimos cuando alguien se va? Y por qué es impermanente dirán algunos? Porque lo cierto es que ese dolor que se siente, vuelve, aunque lo haga tamizado, cada vez que el recuerdo lo trae de nuevo a nuestro lado, y pese a que cada vez lo haga más despacio y nos acostumbremos a esa sensación, a esa emoción, a ese sentimiento.
Ya está, lo acabo de decir, casi sin darme cuenta ha salido solo. SENSACION, EMOCION, SENTIMIENTO. Y son impermanentes, porque son cambiantes.
Recuerdo ahora cuantas veces he hecho desaparecer una nube negra sabiendo sólo que a la mañana siguiente saldría el sol. Sabía en mi interior que unas horas de descanso traerían un nuevo amanecer.
Pero y entonces, que es realmente permanente?
Uf, la cosa se complica, o se simplifica, porque detectando qué cosas no van a permanecer, será más fácil eliminar el sufrimiento que muchas veces causan, o huir de la vanal sensación de felicidad que muchas otras aportan.
Muchísimos besos a todos.
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