viernes, 11 de abril de 2008

Cuando menos te lo esperas

Cuando menos te lo esperas…
Un día ocurre algo en tu vida que hace que se incline tu balanza. Algo que, de golpe, hace que merezca la pena todo, olvidas los malos momentos, pierden importancia las dudas, crece tu fuerza y tu fe en una vida mejor.
No hablo de recibir un premio de la lotería, ni me refiero a tener suerte en nada. Porque la suerte más depende de cómo afrontemos las cosas, de cómo agradezcamos lo que vivimos, que de lo que en realidad, en cada instante, esté ocurriendo.
No olvidé ni por un instante mis valores ni mis principios, y por tanto, sé que nada de lo que me pueda ocurrir es casual.
Mi ayer no pierde importancia, nada en mí cambió, salvo el haber alcanzado un estado de mayor bienestar. Porque ya no me preocupo por mañana, porque ya no me importa hacia dónde iré mientras vaya hacia delante, porque ya sólo es esencial lo que vivo ahora, en este preciso instante.
Ya sólo quiero fluir en esa cadencia cómoda y placentera, que no sé lo que durará, pero tampoco me importa.
Cuando menos te lo esperas… ocurre algo en tu vida que te coloca de lleno en la felicidad, pero no es algo exterior aunque influya, no te lo da nadie aunque sea significativo estar a su lado.
Aunque no lo esperas siempre lo has deseado, siempre lo has soñado, siempre lo buscaste y siempre supiste que ocurriría… por eso no es casual.
Muchísimos besos a todos.

1 comentario:

Maru dijo...

Te entiendo.... a veces la vida nos sorprende.
Me pasa que paso de un estado a otro sin mediar alguna cosa concreta. Será mi oscilación,no lo sé, pero siempre he pensado que la felicidad son momentos, no es contínua.
Y si nos quedamos esperando a que venga alguien a hacernos felices, pues moriremos esperando... porque la felicidad está dentro de nosotros... aunque no la veamos muchas veces.
Un beso