jueves, 4 de septiembre de 2014

EL JARDÍN DE LA EXISTENCIA

Un saludo a todos de todo corazón.

Tienes que escoger, tal y como diría el Morfeo de "Matrix", entre la pastilla roja o la pastilla azul.
Haz un ejercicio de autenticidad contigo mismo. Has llegado exactamente hasta donde te encuentras debido a tus propias decisiones. Basta ya de echar la culpa a los factores externos, como serían: otras personas, situaciones o experiencias. Al final tú elegiste qué camino emprender, eso sí, no te lo discuto, en base a lo que habías aprendido. 

Pero estás cansado. Lo entiendo.

Quiero que sepas que aunque es muy lógico lo que te voy a decir, muy pocas personas   lo llegan a hacer realmente: Si pretendes cambiar tus resultados, tendrás que cambiar tu manera de hacer las cosas. 
Es lo que por ejemplo en bioneuroemoción Corbera llama "dar la vuelta al calcetín".
Al fin y al cabo estás donde estás por haber escogido senderos de la forma que has creído más correcta. "Tu manera", ¿verdad?

Pero no ha funcionado. Y estás agotado de andar en círculos.

Hay una parte de tu cabeza, una muy lógica que tiene como único trabajo justificar todo lo que haces. Si tu cerebro hace que tu cuerpo tome un vaso de agua en la mano, de forma inmediata (pero tal y como se ha demostrado científicamente microsegundos después), esa parte de tu mente se justificará de la manera que sea. "Tenía sed", "tenía calor", "quería sentir el frescor en la mano"... se justificará COMO SEA.

¿Curioso, no es así?
Pues esa parte mental, ese juez interior llamado EGO, tendrá la habilidad de también justificar a tu favor todo lo que hayas hecho hasta ahora. Y ya te voy avisando, también criticará y te dará excelentes razones para que continúes viviendo tal y como lo has hecho hasta hoy. Para provocarte una mínima sensación de seguridad, eso sí, obteniendo de nuevo los mismos mediocres resultados...
Así que...¿qué te parece que deberías hacer?

¿Pastilla roja o azul?

Dicho de otra manera, si por casualidad tuvieses la sensación de estar enclaustrado en una prisión... 

Opción uno: ¿Quieres hacer la celda un poco más grande? ¿Hacer que tu sufrimiento sea un poco más soportable? ¿Aprender a tolerar?
Opción dos: ¿Hacemos temblar los cimientos de la prisión? ¿Dejamos caer los muros y nos damos una vuelta por el jardín de la existencia?

De nuevo citando al Morfeo de "Matrix" no puedo decirte qué debes hacer, ni cruzar el umbral por ti. Sólo indico la puerta. 
Quisiera hacerte pensar, dudar, remover el cieno de la mente obscurecida por la monotonía y por los sinsabores. 

Te espero en el jardín, hace un día precioso. 

Gracias por estar ahí fuera. O según se mire, ahí dentro de tu celda confortable. 


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