martes, 17 de julio de 2012

... y comieron perdices

Hola a todos:
La otra noche, paseando a mi perro "GOLFO", me encontré con un borracho. Un tipo ciertamente desagradable, que se entretenía insultando a cuantos nos cruzábamos en su camino. El tono era agresivo e insultante, su mirada estaba cargada de rabia y desprecio, no sé cual era su pelea con el mundo ni me importa, no es asunto mío ni lo va a ser por ese camino.
Hubo quien le respondió a los insultos, yo seguí mi camino y mi perro le ladró.
Seguro tiene trás de sí una terrible historia de injusticias o de fracasos, de desamor o de tragedia, pero si su lucha es su autodestrucción, que no lo haga poco a poco, porque los daños colaterales que va a conllevar, seguro superarán su propia historia personal.
Mucha gente se rebela ante las injusticias con ira, tal vez porque en los cuentos que de niño le leían antes de dormir, se terminaba siempre siendo felices y comiendo perdices, y el muy infeliz lo creyó.
Otra mucha se rebela porque el mal, lo incorrecto, lo injusto siempre llegan del exterior. La culpa nunca es nuestra, sino de los demás, de tu pareja, de tus hijos, tu jefe o el gobierno.
No conozco una sola persona que reconozca haber perdido un empleo por ser informal, nadie que diga abiertamente que pasa apuros económicos por haber dilapidado un montón de dinero en cosas prescindibles. Nadie que asuma que su amor se diluyó en la monotonía y dejó la puerta abierta a que entrara un tercero.
Pero menos aún conozco gente que trás reconocer su culpa o su responsabilidad en la vida que lleva, pida disculpas y tome medidas para cambiarla en lo que no le gusta. Para qué? Con lo fácil que resulta lanzar balones fuera y proclamar a los cuatro vientos su desgracia.
La vida no es fácil, no sé quien nos metió semejante tontería en la cabeza, pero tiene cosas maravillosas y merece la pena vivirla lo más plenamente posible. Pero eso no es posible si no hay un mínimo de responsabilidad, de introspección y de valentía.
Los psicólogos dicen que existe un perfil proclive a las dependencias y los abusos en determinadas personas, que generan en el organismo endorfinas en una cantidad inferior a la deseada. Necesitan "evadirse" del sufrimiento constante.
Tal vez sea cierto, no lo sé. Pero si sé que abrazado a una botella insultando, no va a conseguir una vida mejor.
Muchos besos a todos.

1 comentario:

Antonio dijo...

Todos llevamos esa parte que vemos en los demás y que no nos gusta. Alguien está haciendo o diciendo algo que no nos gusta. Nos identificamos con ella porque realmente eso también está en nosotros. No lo sabemos ni queremos saberlo pero está en nosotros, por eso que nos identificamos. Cuando tú miras a una persona con los ojos de adentro ves que es un reflejo de ti. Eres tú. En ese momento todo se desvanece, todo está bien. No puede haber nada contra esa persona. Y si ahondas un poco más y eres capaz de verla como un niño e incluso como un bebe solo te quedaran ganas de abrazarla. Cada uno es como es y ya sabemos cuánto cuesta cambiar, y eso para los pocos afortunados de poder emprender un camino hacia el cambio. Para los que ni siquiera saben que se puede emprender este camino, solo nos queda podernos dar.

Antonio