miércoles, 18 de julio de 2012

Empatía

Hola a todos:
Como Luis Miguel lleva días dedicado a otros menesteres, he decidido tomar el relevo y continuar con lo que inició hace algún tiempo, escribiendo algo cada día. Al menos lo intentaré.
Rumian por mi cabeza muchas ideas, surgidas en un tiempo dedicado a la simple observación (no de las nubes), pero una en particular, hace tiempo va tomando formas y haciendo surgir cuestiones que ahora os cuento.
Si tuviera que destacar una de las virtudes de los seres vivientes, o mejor dicho de los seres sintientes, para aportar al universo paz y armonía, yo me decantaría por la empatía, definida como la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.
La empatía supone que al ponerte en el lugar de otro, intentar entender lo que siente, lo que percibe, incluso lo que piensa, nunca harías daño consciente a los demás. Intentas entender sus problemas, sus temores, sus angustias, sus deseos, sus intenciones.
Pero no deja de ser una utopía pretender una empatía total con los demás. Esto es así porque es absolutamente incompatible con nuestro ego. Por qué, pues porque cómo puedes saber qué es lo que realmente quieren los demás? lo que sienten? qué piensan?
Si ni siquiera sabemos muchas veces lo que nosotros sentimos o pensamos, cómo averiguar de los demás?
Una vez leí un texto de un amigo que explicaba la diferencia que existía entre lo que somos, lo que creemos que somos, lo que pretendemos que los demás vean en nosotros y lo que realmente ven.
El lenguaje corporal ayuda a evitar tanta distorsión producida sin duda por ese ego con miedo a sucumbir si no defiende esa malentendida identidad única e inigualable, pero ni es infalible ni nosotros máquinas no sujetas a interpretaciones subjetivas.
La empatía no es una cualidad innata sino adquirida, y por tanto, susceptible de aprendizaje y perfeccionamiento. Tampoco exclusiva del género humano. Existen estudios que demuestran que muchos animales que conviven con humanos desarrollan esta capacidad.
Pero pese a que la empatía no pueda ser total y absoluta, creo que pararnos a pensar en los demás siempre genera un beneficio a todos.
Muchos besos y hasta pronto.

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