martes, 29 de diciembre de 2009

El radiador de Alegría.

Un saludo a todos de todo corazón.

Ya escribí una vez una meditación análoga a ésta para hacer en casa. Se llamaba "la alegría del instante presente".
Pero hoy debo recordar que esta técnica no fue creada para ser desarrollada en la soledad de una habitación.
O en una sala de meditación.

Su propósito es invadir cada instante de nuestra vida, momento a momento, para convertirnos en "Radiadores de Alegría". Y es que la virtud no va a residir en hacernos sentir bien a nosotros los practicantes, sino a todas las personas que se encuentran a nuestro alrededor.

Vamos a resumirla nuevamente:

"Recuerdo de forma consciente un momento de mi pasado lleno de felicidad. Deseo para mí ese estado de felicidad y lo traigo de vuelta a este momento. Le coloco sobre el pecho y hago que irradie de dentro a fuera.
Mantengo este estado el mayor tiempo posible.
Si vuelvo a distraerme no pasa nada.
Sonrío. Y vuelvo a relajarme mientras inspiro, y mientras espiro de forma natural.
De nuevo repito el ciclo provocando la alegría irradiante dentro de mi corazón
"

Cuando vaya caminando por el centro comercial o el mercado, soy una radiador de alegría, que reparte a unos y a otros este sentimiento cálido y renovador. De forma ecuánime, como el perfume que nos regala la rosa, independientemente del color de nuestra piel, o de nuestros prejuicios políticos o religiosos.

El truco de esta meditación NO es el ir pensando.
"Soy un radiador de alegría", "soy un radiador de alegría", "soy un radiador de alegría"...

NO.

Convertir la práctica en un mantra sólo va a servir para distraernos, y por supuesto no va a irradiar nada de nada.

El truco va a estar en SENTIR verdaderamente esa alegría.
Sólo sintiéndola podremos irradiarla de verdad.

Y sonríe, por favor. Con la boca y con los ojos.

Cuando vaya caminando por la calle, sentiré la alegría y ésta le será transmitida a todos los demás, personas, animales, cosas.
Le daré una caricia al mundo, porque está muy necesitado de ellas.
Sientan, sonrían, regalen.

Este año se acaba. Y aunque sea una mera formalidad, para muchos es época de nuevos propósitos.

Pues mira, uno podría ser éste.
Sería hermoso que alguno contara más adelante sus resultados.
Con toda seguridad serán sorprendentes, ya verán...

Gracias a todos por estar ahí fuera.

No hay comentarios: