Un saludo a todos de todo
corazón.
Estoy muy agradecido, muchísimo,
por la buena aceptación que el video titulado “concentración” ha tenido entre
ustedes.
Ya sea a través de Youtube, Facebook
o por email, varias personas han formulado algunas preguntas que intentaré
responder en el post de hoy.
Lo primero es avisar a todos
aquellos que intentaron la meditación de un minuto que aparece al principio del
video que es muy difícil, casi imposible el conseguirlo. No se trataba de una
prueba, ni de un objetivo para su realización. Era simplemente un intento de
que comprobasen cómo funciona su mente
de forma usual.
Si se estresaron o sufrieron al
intentar parar el caudal de sus pensamientos… ¡muy bien!
Si consiguieron estar en paz y
plena atención de su momento presente… ¡muy bien!
Deben de saber que la
concentración es una de las funciones de su mente. Así como su propio cuerpo,
la mente posee funciones muy distintas. Cuando sufren algún daño físico, como
un pequeño golpe en la pierna, su cuerpo posee los recursos como para crear
analgésicos y antibióticos de altísima capacidad y potencia.
Mucho más
eficientes que los que hemos creado a través de las empresas farmacéuticas. Por
eso no sufre dolores ni se infecta a diario, ya que los ataques a su sistema se
producen cada segundo de su vida.
Su cuerpo también posee la
capacidad de crear más músculos para que su cuerpo afronte un reto físico, o de
formar una nueva vida con la procreación.
A su mente le pasa algo parecido.
Puede almacenar conocimientos, recordar una imagen con calidad de alta
definición o aprender a concentrarse con fuerza.
Una persona me ha preguntado si
la concentración implica alguna especie de esfuerzo mental. Y me hace una
comparación con algunos ejercicios de chi kung.
Pues efectivamente así es. La
concentración se puede entrenar, y en el video le pongo el ejemplo de comparar
la meditación con la asistencia a un gimnasio. De hecho la propia palabra
meditación en sus orígenes provenía de la palabra gong, que significaba
habituarse.
Habituarse a ejercitarse en
determinados estados de concentración.
Otras preguntas me hacen pensar
que existe la creencia errónea de que la concentración correcta, una vez
conseguida, se convierta en una especie de cosa permanente.
No es correcto.
La concentración o samadhi,
aunque poderosa, aunque implique la fusión entre el observador y lo observado
(tal y como explico en el video), no es más que un estado mental. Eso significa
que debido a sus causas y condiciones, podremos provocarlo y mantenerlo, pero no eternamente. Como cualquier
estado, como la alegría, la tristeza, o la depresión, dura un determinado
tiempo.
Esta creencia errónea ha hecho
entender a muchos sinceros maestros y estudiantes de budismo a pensar que una
vez alcanzado determinado nivel de concentración se había obtenido la
iluminación.
¡Craso error!
Entre otras cosas, es un falta en
cuanto sólo podemos mantener ese estado durante la meditación profunda. Una vez
terminada la sesión el momento se esfuma.
Así que controlar la mente de uno
a través de la concentración entrenada no
significa estar iluminado.
La concentración o samadhi es una
inestimable ayuda a la hora de evitar el sufrimiento espiritual (o
mental).
Y de eso es de lo que se trata,
¿verdad?
De liberarse del sufrimiento.
Gracias a todos por estar ahí
fuera practicando el samadhi.
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