martes, 30 de octubre de 2007

Las tres reglas.

Hace un tiempo, un viejo maestro de esos que ya apenas existen, me dijo unas palabras que quisiera compartir con vosotros.
Decían más o menos así:
"Antes de emprender el camino espiritual debes comprender tres reglas básicas.
La primera es: no creas lo que te digo. Aunque me consideres un maestro, nunca olvides que mis palabras son el resultado de mi experiencia única y personal, de mis relaciones, recuerdos y juicios. No obstante, detrás de todo este conglomerado, puede que se oculte algo de la Verdad.
La segunda regla dice que cuando hables contigo mismo, cuando escuches a tu mente, recuerda que te miente siempre. La mente es una herramienta, es como un caballo desbocado que debes aprender a controlar o te llevará donde ella quiera, sin que puedas hacer nada para evitarlo.
La tercera regla es que cuando oigas hablar a los demás no les tomes demasiado en serio. En realidad las personas no hablan contigo. Escupen palabras, pero se trata del juego de sus propias mentes desbocadas hablando consigo mismas. Presta atención cuando te hablen, se cortés y gentil, pero recuerda que la intención última no es contigo o contra ti, sino que gritan para escucharse a ellas mismas."
No puedo evitar que se me escape alguna lágrima al recordar estas palabras tan sabias.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

lunes, 29 de octubre de 2007

Perdonar a la vida

Hola a todos:
Esta entrada está inspirada en la anterior de Luis Miguel, y habla sobre el perdón que mas tiempo y esfuerzo me costó, pero el que más felicidad me dió a cambio.
En algún momento de la infancia me convencí, equivocadamente, que la vida era justa, que existía siempre un buen final, y que sólo si actuaba mal, recibiría alguna bofetada de la vida, estaría triste, me dolería.
Poco a poco comprobé que las cosas no siempre fncionan así. Oía hablar de guerras, de terremotos, sabía de niños gravemente enfermos... y un día conocí a la muerte.
Pero, pese a que ya había sentido en mis entrañas alguna de esas bofetadas de la vida, a las que no encontraba sentido ni justificación, de pequeños somos dados a perdonar, a olvidar el dolor con la misma velocidad con que se presenta.
Ya de adulta, de muy adulta, la vida me dió un revés sin sentido, y claro, ya había perdido esa frescura de la infancia para perdonar y olvidar. Analicé, busqué respuestasy no las encontré... y me enfadé.
Me enfadé con la vida, por ser injusta, me enfadé conmigo y con el mundo, decidí sencillamente que yo no había merecido eso, y en ese enfado me quedé.
....y encima me quedé sola porque el dolor no se comparte. Mi amigo puede sentir dolor al ver el mío, pero yo sigo teniendo el mío y mi amigo tendrá el suyo, y mi hermano el suyo, y así se va extendiendo pero el mío no se reducirá con el sufrimiento de aquéllos que me quieren y a los que yo en esos momentos casi ni puedo ver.
Hasta que un día, bendito día, me doy cuenta de que he paseado mi dolor conmigo todos los días, cada minuto y cada segundo.
No le he dado respiro, lo he alimentado y lo he engordado...
Y mientras me he perdido tanto....
Lo perdido ya no lo puedo recuperar, pero decido dejar mi dolor a un lado, aprender a convivir con él y no a vivir dentro de él, para él y por él. Le dí a mi dolor unas merecidas vacaciones... y desde entonces, sólo me visita a veces, respetuoso y discreto, para después marchar por donde vino y hasta la próxima.
Ese día perdoné a la vida porque entendí que tal vez, de alguna forma, en alguna medida, sí fue justa conmigo... porque me ha dado la posibilidad de tener la suficiente cordura como para entender... que he recibido de esta vida mucho mas de lo que me ha quitado, seguramente mucho mas de lo que yo nunca le he dado a ella.
Muchísimos besos a todos.

Dar el perdón


Hace tiempo escuché de boca de alguien a quien respeto profundamente un cuento que me viene como anillo al dedo para iniciar el tema que hoy propongo. Decía más o menos, algo como esto: Una mujer destrozada por la muerte de su hijo pequeño, llevo el cadáver de éste ante el Maestro buscando una solución. "Coge el cuerpo de tu pequeño y llévale de casa en casa hasta que encuentres una familia donde la muerte no haya hecho acto de presencia. Entonces resucitaré a tu hijo", fue la contundente respuesta que obtuvo, así que acto seguido emprendió su búsqueda.

Ni que decir tiene que unos días después descubrió dos cosas importantes. La primera era que allá donde fuese la muerte había hecho mella en uno u otro miembro de cada familia. La segunda, que no podía cargar más con su pequeño fallecido, porque empezaba a descomponerse, y era la peor de las torturas. Así que se despidió de él, pudo enterrarle, y este sufrimiento fue totalmente liberador para ella. Luego, imbuida de una visión nueva, fue en busca del Maestro para seguirle durante el resto de su vida.

Hoy no quiero hablar de la muerte. Sin embargo, como en el cuento, ¿cuántos cadáveres llevamos colgados del cuello, y apilados sobre nuestras espaldas? ¿No nos asfixiamos por el hedor?
Cuando una persona hace algo que nos ofende, o nos falla de alguna manera, ¿no hacemos algo parecido? Creamos una lesión, como una herida que no cura, sino que se descompone, que duele, que empeora, y que, al final, se gangrena. Vamos de casa en casa exponiendo nuestras heridas, cargados con nuestros despojos malolientes, no buscando una solución, sino más bien una confirmación. Unas palmadas en la espalda que nos permitan movernos a la casa siguiente.
¿Y de qué vale todo esto? Tantas lamentaciones, tanto sufrimiento, tanto desperdicio de energía, de salud, de bienestar...
No, me niego rotundamente a entrar en este juego de auto-compadecimiento. Así que estos días he hecho algo totalmente nuevo, y debo reconocer, algo sorprendente incluso para mi.
He perdonado a todos aquellos que me habían ofendido, he roto las cadenas, y al fin y al cabo, me he liberado de todos ellos para siempre.
¿Es eso poner la otra mejilla? ¿No te expondrás a nuevos desplantes y desilusiones con los mismos a las que has perdonado?
Me han preguntado varias personas amigas durante el fin de semana.
Y rotundamente he de decir que no. Perdonar implica como he dicho una gran liberación personal, en cuanto a el daño que poseía, porque el rencor hacía de filtro a la hora de poder interactuar, presionándome.
Pondré un ejemplo, cuando vamos caminando y nos encontramos una serpiente de cascabel en medio del camino, amenazante, ¿qué hacemos de forma natural? Creo que instintivamente nos alejamos del peligro, sin más. No hacemos grandes deliberaciones, identificamos el riesgo y actuamos. Ilógico sería ir a abrazar a la "hermana" serpiente lleno de intenciones ilusorias, y por supuesto de una buena cantidad de mordeduras. Pero tampoco sería factible llenarnos de un odio atroz contra las serpientes, aniquilando con furia cuantas apareciesen ante nosotros, así como cualquier cosa que nos la recordase.
El miedo, el rencor, el odio, y la furia, son enfermedades de nuestra mente, que anidan en nuestro interior despertadas por alguna situación o por alguien, pero que luego continúan su existencia creciendo, invadiendo, y controlándonos, muchas veces ya independientemente de quien las produjo. Lo repetiré una vez más: independientemente de quién o qué las produjo.
No de eso nada.
Perdono de corazón a todos aquellos que me perjudicaron, y a todos aquellos a los que he guardado un profundo rencor.
Si alguna vez escucho el silbido del cascabel ya sabré apartarme lo justo para evitar el mordisco, y si me muerden otra vez y quiero buscar un culpable, que sea mi persistente falta de oído.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

jueves, 25 de octubre de 2007

Todos tenemos uno

Hola a todos:
Yo sé que todos tenemos un corazón, seamos buenos, seamos malos, porque no creo que nadie sea específicamente bueno o malo, sino que, según las circunstancias, actuamos bien o mal. Ese bien y ese mal encima son relativos, lo que para mí está bien, para tí está mal o viceversa.
Sé que todos pensamos que hay alguna gente fuera de estos patrones, asesinos, genocidas, terroristas, y seguro que es así, seguro que hay gente cuyo corazón murió un día y no se dieron cuenta, pero yo hablo para la generalidad de los mortales.
A diario nos tropezamos con gente que parece actuar mal por el simple placer de hacerlo, gente que hace daño gratuitamente. Pero esa es sólo nuestra sensación, porque no conocemos ni sus razones ni sus miedos, ni tampoco sus motivaciones.
Yo siempre he creído que todos tenemos un corazón, que late desde antes incluso de nacer, y que late sin necesidad de que le demos órdenes conscientes. El corazón funciona de forma autónoma solo, por sí mismo.
Podemos ignorarlo, podemos negarlo, incluso intentar congelarlo, endurecerlo... pero late, de forma constante, cada minuto del día y de la noche... y tarde o temprano, en la soledad de la noche, aprovecha un despiste de nuestro cerebro que se ha propuesto no escuchar, y nos habla, y nos grita...
Ese es el momento en el que pagamos nuestras facturas, en el que respondemos de ese daño gratuito que hemos hecho, o recibimos esa sensación de placer y gratitud de haber actuado bien. En esos momentos de diálogo directo con nuestro corazón no sirven las excusas, ni las justificaciones, ni podemos ser ayudados por nadie.
Ese corazón nos habla sin disfraz, nos mira directamente a los ojos, y su condena es la más dura que se pueda imaginar, porque es la nuestra, la que nosotros mismos nos hacemos.
Sé que todos los que leais esto, habréis tenido que responder algún día ante vuestro corazón, porque sé que todos, absolutamente todos, tenemos uno, y sé que todos, en algun momento, hemos cometido errores o hemos causado dolor.
Y también creo que mientras más a menudo dialoguemos con nuestro corazón, seremos mejores personas y seremos más felices, porque del corazón no nace el odio ni el rencor, no nacen la envidia ni los celos... y menos aún la venganza.
Muchísimos besos a todos.

jueves, 18 de octubre de 2007

AYUDANOS A EXPRESAR LA OLA DE AMOR

help us spread the LOVE wave

----------------- Boletín Mensaje -----------------
De: ~ The Wave
Fecha: 18 oct 2007, 18:23


Our intention on



All who yearn for peace, love & healing on our planet

United together in Song, Prayer and

Meditation on Nov. 11th @ 11:11 am

in your own time zone

Share this with everyone you know!

Join us in creating the butterflies wave.



BIEN, PREPARAROS PARA FORMAR PARTE DE LA OLA MAS GRANDE DEL MUNDO.
UNIROS A VUESTROS AMIGOS Y RECORDAR ESTA FECHA 11 DE NOVIEMBRE Y RECORDAR ESTA HORA 11:11 AM.
TODO EL MUNDO HARA MEDITACION U ORACION Y CANTARAN, LO IMPORTANTE SON LOS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS POSITIVOS DIRIGIDOS A LA TIERRA ESTE PLANETA QUE NOS AMAMANTA.
DIVIDIDO EL MUNDO POR FRANJAS HORARIAS EL EFECTO SERA TAL QUE VIBRARÁ LA TIERRA EN ONDULACIONES, NUESTRA ENERGÍA ESTARARA UNIDA A LA DE TODAS LAS PERSONAS DEL PLANETA Y SERÁ TRASPORTADA AL REDEDOR DE LA TIERRA POR LA CADENA DE HORARIOS, CUANDO EN UN LUGAR TERMINE LA MEDITACION EN OTRO EMPIEZA Y ASI HASTA DAR LA VUELTA EN 24 HORAS.

QUEREIS PARTICIPAR EN ESTE PROYECTO?
CREAR UNA OLA DE MARIPOSAS, UNA OLA DE LUCES DE ESPIRITU, CABEZAS PENSANTES Y CORAZONES PUROS.
PIENSA EN ALGUN LUGAR QUE TE HAGA SENTIR PAZ Y EXPRÉSALA, PIENSA EN LA HARMONÍA COMO CUANDO OYES EL CANTO DE LOS PÁJAROS Y OYES EL SONIDO DE UN RÍO, PIENSA EN LA SUAVIDAD DE COMO EL VIENTO MUEVE LOS ARBOLES Y SIÉNTETE EN LAS NUBES, SIENTETE FLOTAR:
"TU FORMAS PARTE DEL UNIVERO LO MISMO QUE LOS ARBOLE Y LAS ESTRELLAS POR ESO TIENES DERECHO A SER LIBRE Y A VIVIR" (Desiderata)

ATENTOS ENTONCES, OS LO IRE RECORDANDO.
UN SALUDO PARA TODOS
rosa de los vientos

Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana...

Hace una eternidad o quizá unos pocos años, depende del punto de vista que quiera tomar, me pasó algo que me marcó profundamente.
Era un joven bastante altivo, e impartía clases, en un centro ya extinto, que se publicitaba como "escuela tradicional de artes marciales".
Una tarde al salir de mis clases me encontré con una estampa que parecía salida del National Geographic. Frente a mí, al otro lado del estrecho pasillo, se encontraban tres monjes budistas japoneses, dos jóvenes franqueando al de más edad, con sus vestimentas azafran y negro, y sus amplios rosarios de madera casi rozando el suelo.
Me quedé pasmado. Luego supe que se trataba de una pequeña embajada recién llegada, que iba a participar en una semana cultural que comenzaba en la ciudad al dia siguiente. Uno de mis compañeros viajaba con frecuencia a Japón, y se hospedaba en su templo, así que los monjes habían ido a visitarle.
En ese momento tuve miedo de ir a conocerles, no sé bien por qué. Practicaba budismo desde los nueve años, pero ni siquiera me atreví a abrir la boca. Sólo les observé muy ilusionado. Cuando llegó el momento, el tal compañero me los presentó. Con una gran sonrisa estreché las manos a los dos jóvenes. Cuando me dirigí al monje de más edad, éste me lanzó una parrafada en japonés, lengua desconocida para mí en aquel tiempo, de la que por supuesto no entendí ni jota. Luego me puso las manos sobre la cabeza y empezó a rezar "Om Mani Padme Hum", repetidamente con un tono muy musical. Como digo me quedé pasmado, patidifuso, y totalmente bloqueado.
Una vez acabo de recitar el mantra (¡durante 108 veces!) me agarró de los hombros, me soltó otra parrafada, incomprensible para mí, pero llena de afecto y compasión. Y se marchó riéndose con una carcajada sonora y energética, dejándome apavorado.
Luego en los vestuarios los demás compañeros me preguntaban pero ni yo mismo sabía lo que habia pasado ni por qué. Sólo cuando pregunté a su amigo, y mío claro está, pude entender algo de aquella situación.
"Te han hecho una iniciación", me dijo. "¿Cómo?", respondí perplejo.
"Cuando un monje budista empieza una vía espiritual, es iniciado por un maestro, bendecido por decirlo de una manera más occidental, en el nuevo camino que se presenta ante él".
"Guau", pensé, "pero... ¿una vía espiritual?".
Han pasado casi quince años, y ahora lo veo todo claro y diáfano como el cielo azul al otro lado de la ventana. Incluso , sin consderarme maestro de nada, que no lo soy, he tenido el honor de "bendecir" o "iniciar" a otros en sus caminos.
No sé por qué, de repente, aquel recuerdo ha aparecido nuevamente en mi memoria, y he querido compartirlo con vosotros.
Al fin y al cabo fue hace una eternidad, o hace apenas un momento.
Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana...

miércoles, 17 de octubre de 2007

Lo que no mata, engorda

Hola a todos:
La mayoría de los refranes y dichos populares contienen en sus palabras grandes verdades. "Lo que no mata, engorda"... que gran verdad... todo lo que no me destruye, me construye, de todo aprendo. Todo, al fin y al cabo, me ayuda a crecer.
Hay muchas ocasiones que nos vemos envueltos en situaciones muy desagradables, de esas que consideramos que no merecemos, y seguramente es así. Podemos enfrentarlas de muchas formas: podemos enfadarnos con la vida, podemos acumular mucha rabia, podemos dejarnos paralizar por el miedo...
Podemos afrontarlas de forma directa y saber sacar de ellas algún partido. Puede ser relativamente fácil, si tenemos presente que nosotros somos más y distintos de lo que podamos sentir en un momento puntual.
Pondré un ejemplo gráfico. Supongamos que la situación desagradable es que alguien nos echa encima un jarro de agua fría. La reacción puede ser asustarnos porque no lo esperábamos, enfadarnos, intentar devolver la jugada, pero... al fin y al cabo, lo único que nos va a cambiar ese agua fría es quedar durante un rato mojados y tal vez, con un poco de frío... pero poco después, volveremos a entrar en calor y estaremos secos.
Nos puede aportar algo el agua fría? Pues si, como todo. Seguramente estaremos un poco más alertas, para abrir antes el paraguas, o ganaremos en reflejos para esquivar el próximo jarro.
Lo demás es perder el tiempo y gastar energía. Enfadarse, o preocuparse por si algún día vuelven a tirar sobre mi cabeza otro jarro de agua fría. No conozco los motivos que movieron a alguien a echarme ese jarro de agua fría, y tampoco me importan. El los conocerá, tendrá sus razones, equivocadas o no y algún día deberá responder ante sí mismo de los jarros que haya derramado.
Yo sólo tendré que responder de mis actos, de mis pensamientos, de mi forma de sentir, y lo haé con gusto mientras mantenga la claridad suficiente como para saber que el agua sólo moja, y sólo lo hace un rato...

Por el momento, tengo claro que ese dicho contiene una gran verdad, y a mí me ha salido un gran michelín.

Muchísimos besos a todos.

martes, 16 de octubre de 2007

El otro lado

Hola a todos:
A menudo nos suceden cosas en nuestro día a día que nos hacen replantearnos cuestiones que creíamos tener firmemente asentadas.
Son esas situaciones que nos hacen ver el otro lado, ese que nunca hemos querido ver, aunque hubiera sido muy sencillo.
El médico que se convierte un día en paciente, el abogado en parte de un juicio, el periodista en entrevistado, los hijos que un día se hacen padres...
El otro lado nos hace comprender mejor las cosas, amplia nuestra perspectiva. Sé que no todos los pacientes viven lo mismo, ni todos los médicos, los abogados, los juzgados, los hijos o los padres. Cada uno vive lo que vive, es muy personal, pero siempre hay unas notas comunes.
El paciente teme por su futuro, el enjuiciado por su libertad o su patrimonio, el hijo cree que sus padres no le comprenden.
Pero el padre seguramente recuerda haber tenido esa misma sensación cuando era un niño o un adolescente, el médico que un día fue paciente y sintió ese mismo temor, seguramente desarrollará más paciencia y comprensión en el futuro. Y el abogado será capaz de defender a sus clientes con mas y mayor humanidad si un día pudo estar al otro lado.
Claro que hay veces que la gente utiliza su conocimiento del otro lado para lanzar sus ataques mas despiadados, pero... nadie dijo nunca que este mundo fuera justo.
Solo se que hoy he podido visitar el otro lado, y que allí aprendí muchas cosas. Sé que este aprendizaje de hoy me servirá para sentirme mejor en muchas ocasiones, porque me sentiré más cerca de mucha gente, en mi vida, en mi trabajo, en mi mundo...
Una cosa: para estar en el otro lado, hay que quedarse fuera... parece un contrasentido pero no lo es. Hay que verse allí pero con perspectiva, observando, porque si entras por completo, tu mente te situará sólo a un lado y volverás a perder tu perspectiva. Y el observador siempre es un poco, sólo un poco más objetivo.
Muchísimos besos a todos.

jueves, 11 de octubre de 2007

EL OM


EL OM LA VIBRACIÓN DEL UNIVERSO, TODOS AQUELLOS QUE PRACTICAN MEDITACIÓN O LA HAN PRACTICADO SABEN QUE ESTA VIBRACIÓN NOS COMUNICA CON EL SER. ES UN SONIDO QUE CUANDO SE REALIZA EN GRUPO ADQUIERE UN LLAMADO PROFUNDO AL CENTRO DEL UNIVERSO. SE PIERDE LA FORMA, SOLO EXISTE EL SONIDO, SOLO EXISTE LA VIBRACIÓN DEL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN.

Mente de niños

Hola amigos:
Hace poco ocurrió algo con mi sobrino que os quiero contar. Tiene 6 años y su madre fue a recogerlo al colegio con una foto trucada en el ordenador, y que lo había convertido en un gnomo.
El niño al ver la foto empezó a poner cara de entusiasmado... la foto era una evidencia indiscutible. Era él mismo y era un gnomo. A sus amigos les pareció increíble que su amigo hubiera sido un gnomo, todos los conocía, estaban al lado de un antiguo gnomo, eran sus amigos...
Mi hermana le decía que si no recordaba el tiempo en que fue un gnomo y el niño respondía que no, pero su emoción ante la foto no disminuía. Según fue reaccionando, empezó a preguntar qué había hecho para convertirlo en un niño normal como era ahora.
Mi hermana le dijo que a base de mucha paciencia y masajes en la orejas se las dejó redonditas, la nariz, los ojos, las cejas... y el niño flipaba, los amigos alucinaban.
Finalmente, les explicaron que todo era una broma, un truco del ordenador y lo entendieron aunque, claro está, quedaron algo decepcionados.
La mente de los niños funciona así... primero se entusiasman y disfrutan, luego preguntan, piensan, recuerdan... no sé en qué momento de nuestro crecimiento, de nuestro desarrollo invertimos el orden del proceso.
Los adultos miran de lejos, comparan, catalogan, clasifican y una vez superados los controles y filtros, a veces disfrutamos y rara vez nos entusiasmamos.
Bueno, algunos adultos... porque también los hay capaces de disfrutar sin tanto miramiento... pero eso está al alcance sólo de aquéllos que saben encontrar en la vida todo lo que un niño es capaz de sentir a cada instante... el entusiasmo, la ilusión, la fantasía, la imaginación, la alegría y la curiosidad, dejando para despues entender el funcionamiento de las cosas, las razones o los porqués.
Un beso para todos los que alguna vez miraron debajo de las setas buscando un gnomo... y aún se acuerdan.

domingo, 7 de octubre de 2007

La capa de fino polvo o la separación de los opuestos

El bien y el mal, cuerpo y corazón, (o cuerpo y alma), ángel y demonio, son todos ejemplos de lo que quiero hoy llamar la separación de los opuestos.
Pero, ¿es esto realmente así?. ¿La realidad de las cosas se compone de binomios, de polos, o quizá no es más que un punto de vista?
Para vivir en nuestra sociedad actual usamos una herramienta fundamental y poderosa, la mente humana pensante. Es muy útil, pero también muy posesiva y acaparadora. El caso es que esta mente sólo puede funcionar de una manera, y es juzgando, clasificando.
Y es en esta clasificación donde reside la división, la separación a la que me refiero.
Decimos me gusta esto y no lo otro, constantemente, ¿verdad? Aunque sean cosas banales. Esto es bueno, (me gusta) y aquello malo (no me gusta). Hacemos elecciones de todo, otorgando un valor positivo y negativo aquí y allá sin control. Pero, ¿tenemos razón en nuestras elecciones?. ¿No nos damos cuenta de los problemas que ocasionamos en todo momento que nos movemos de un polo a otro en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos? ¿Somos conscientes del gasto de energía que ocasiona el vivir de este modo?
Creemos que hay bien y mal, cuando la mayoría de las veces ambos coexisten en todos nosotros como una entidad global y no como entidades mayoritarias. Juzgamos a alguien hoy por un destello, y le etiquetamos para siempre, o por lo menos hasta cuando ocurra algo que nos haga cambiar de opinión, quién sabe, quizá años después, mucho sufrimiento después.
Si hasta a nosotros mismos nos etiquetamos como entes separados, mi cuerpo, mi alma, mi mente, mi corazón. ¿Alguna vez nos paramos a observarnos seriamente? ¿A sentirnos como globalidad? ¿A experimentarnos como somos?
Diría que no.
Pero también diría que hoy hay más personas que empiezan a tener destellos de conciencia de estos pormenores con mayor frecuencia. Aquellos a quienes escrituras de más de mil años de antiguedad describen como los que tienen una fina capa de polvo sobre sus ojos. Muchos que consienten su sufrimiento, como el resto, pero son más conscientes de ello. Quizá en esta fase son un poco masoquistas, y sus egos aún dan algunos coletazos, "mi ego", "mi vida", "mis recuerdos", "mis sueños".
Ya falta poco para que una suave brisa de amanecer sople sobre sus ojos y se lleve esa fina capa de polvo. Y puedan ver.
Y sean libres.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

viernes, 5 de octubre de 2007

Mas allá del bien y del mal

Hola amigos:
Yo no estoy mas allá del bien y del mal... aún estoy muy lejos, aún me equivoco una y otra vez, aún reacciono mal y cometo los mismos errores...
Luis Miguel hizo un comentario a mi anterior entrada... qué defendemos cuando nos sentimos atacados? No sé los demás... pero yo defiendo mi ego, precisamente lo que ni debería defender ni lo que necesita que se defienda.
Porque yo entiendo que mi ego es lo que yo identifico como mi identidad, mi persona, y eso es un grave error. Yo no soy ni mi mente, ni mi cuerpo, ni mi corazón, por eso, un ataque a ese ego no me puede afectar, es como si lanzaran la bomba al sitio equivocado... pero parece que, aunque lo sé, no termino de entenderlo.
Yo soy mucho más que mente y corazón, por separado y en conjunto... yo soy un infinito de posibilidades que a diario crece, con independencia de que yo sea o no consciente de ese crecimiento, y que los demás lo valoren o lo comprendan, lo acepten o lo respeten.
Por alguna extraña razón y por mucho que estemos convencidos de que nuestra acción es la correcta o nuestros pensamientos los adecuados, parecemos necesitar la aprobación de quienes nos rodean, y hasta cierto punto, es natural pretender que todas las personas a las que amamos nos entiendan y apoyen, nuestros amigos, nuestra familia.
Pero no es necesario para ser felices ser entendidos ni aceptados y menos aún si el rechazo proviene de un extraño. Para que defendernos ante una agresión de alguien que ni remotamente nos conoce? que nos rechaza por sistema, sin tener ni un atisbo de conocimiento sobre lo que rechazó?
Nos disminuye el insulto de un extraño? por qué? yo soy yo con o sin la aprobación o el rechazo de otros. Yo soy igual y permanezco aunque no me entiendan, aunque no me apoyen, incluso aunque me desprecien. No necesito la comprensión de un extraño para crecer, no necesito que nadie me explique como sentir, como pensar, y menos aún que me lo diga aquél que no es capaz ni de imaginar lo que se mueve en mi interior.
Y pese a saberlo, una vez tras otra me siento herida, me siento disminuída, y me defiendo... cuando en realidad, la bomba no dió en el blanco, porque iba muy mal dirigida.
Muchísimos besos a todos.

La rabia del tigre

Hola amigos:
Hoy he hecho algo de forma impulsiva, y la verdad es que seguramente será mal recibido, pero... tampoco os voy a engañar, no me arrepiento de nada de lo que he dicho.
En el blog de guerreros el tigre hablaba sobre su rabia y yo le he dicho que él era peor que quienes hace veinte años, siendo niños, tanto dolor le causaron.
Reitero todo lo que en su momento, en aquel blog, hace unos meses, dije acerca de la rabia y suscribo muchas de las cosas que otros cuantos dijeron, y lo relaciono con algo que se habló aquí, en este espacio hace pocos días, sobre el sufrimiento consentido y la diferencia entre el dolor y el sufrimiento.
Si hace veinte años alguien te dañó y aún sientes rabia, el responsable de tu actual situación, de tu rabia y tu sufrimiento, eres unicamente tú, y no aquéllos niños que entonces, con catorce años, te hicieron blanco de sus burlas. Es tu propia actitud, la que constantemente hace que evoques aquéllos malos momentos, en lugar de centrar tu atención en el día de hoy y en todo lo que a tu alrededor se produce.
Luis Miguel dijo entonces a alguien... "si alguien te regala un saco de mierda... lo llevarías contigo eternamente?"... pues eso opino yo ahora de la situación que el tigre describía.
Lo triste y seguramente, por el momento, lo inevitable... es que leyendo mis palabras entienda lo que le digo, porque esa rabia que tanto le hace sufrir, le venda los ojos y será incapaz de entender la vida que se pierde y la que seguramente, hace perder a quienes estén a su lado.
Bueno, lo cierto es que, aunque mis palabras puedan haber sido algo duras, mi intención no es otra que hacerle ver, a él y a otros en su situación, que se están perdiendo mucho bueno... y que lo bueno que se pierdan hoy, ya no lo podrán disfrutar nunca.
Muchísimos besos a todos.

El valor de una firma

Quizá para la mayoría una firma informática no valga nada, pero hay que hacer algo. Aunque sea dar nuestro apoyo "virtualmente". Una oración con devoción, un pensamiento sincero de ayuda pueden cambiar el mundo.
Los ataques contra los monjes budistas y manifestantes en Birmania(Myanmar) se multiplican, pero tambien se propaga un movimiento de solidaridad internacional.Vayira ha recopilado informacion, fotos y sugerencias de lo que podemos hacer en esta pagina:
Hagamos algo para que el sacrifico de los monjes no sea en vano.
Si quieres dar tu firma virtual de solidaridad también puedes seguir este enlace:
Gracias a todos por estar ahí fuera.

jueves, 4 de octubre de 2007

BURMA EN CRISIS




BURMA la antigua Birmania está en crisis, los monjes budistas salen a protestar pacíficamente y son reprimidos por el gobierno opresor, tienen una dictadura a pesar de haber ganado ellos las elecciones.
PARAR LA VIOLENCIA, hoy he dado mi firma para ser un granito de arena, pedir que los gobiernos intercedan por esta gente de paz y que no sean apaleados.
Un saludo para todos.

La soledad acompañada

Hoy contaré una reflexión un poco triste, pero, a mi entender, por desgracia muy real.

El otro día, conversaba con otras dos personas, sobre parejas, el eterno tema. Discutíamos sobre la común creencia de que, mientras no tienes una pareja, pareces no haber completado tu historia, no haber alcanzado tu plenitud.
Pero comentábamos justamente la paradoja de que, pese al absoluto convencimiento social de la vida en pareja, tal como se concibe, conocíamos muy pocas parejas que realmente se llevaran bien y estuvieran compenetradas, cohesionadas. Conocíamos pocas a las que de verdad y en mayúsculas, se pudiera llamar PAREJAS, la mayoría eran sólo dos que vivían en una misma casa.
Surgió la duda de si nos habrían vendido esa historia del amor eterno, para toda la vida. La historia del príncipe azul que un día aparece en tu vida, te enamora perdidamente y te hace feliz para siempre de los siempres.
Pero yo creo que no. Sí creo que nos vendieron la película del príncipe azul y todos nos la creímos, pero creo que es más grave que todo eso, porque hace mucho tiempo ya que todos distinguimos la realidad de la ficción... la diferencia entre los príncipes y los sapos.
Creo que la mayoría de la gente solo teme a la soledad.
Naces en el seno de una familia y dejas tu casa familiar para unirte a una persona y formar otra familia.
Si durante tu época de estudiante alquilas un piso, lo compartes con otros, y un día te das cuenta de que jamás has estado solo, y da miedo.
Veo a diario parejas que sencillamente se soportan y toleran, pero en las que ya no existe nada más que las una. Tienen una vida en común que apenas comparten, un pasado conjunto que recuerdan por separado, y ninguna ilusión por el futuro.
A esto es a lo que, en aquella conversación, llamábamos soledad acompañada, porque al fin y al cabo, viviendo en pareja, se sienten solos, muy solos. Cada uno tiene sus aficiones, sus ilusiones y aquéllos sueños a los que renunciaron, porque carecían del valor suficiente para reconocer que simplemente se equivocaron.
Porque es necesario mucho valor para cambiar el rumbo, para iniciar un nuevo camino que te lleve hacia esos sueños y mas aún, si ese camino debes hacerlo solo.

Os contaré la parte más bonita de esta historia. Una de las personas de esa conversación es mi hermana Arancha, y ella es de esas pocas PAREJAS que he tenido el privilegio de conocer...

Muchísimos besos a todos.

lunes, 1 de octubre de 2007

Poder, Querer y Deber

Hola a todos:
Podéis llamarme ilusa, tal vez lo sea... Pero siempre estuve convencida de que nuestras posibilidades son ilimitadas. Me explico.
Creo que cualquier cosa que deseemos hacer la podemos conseguir si ponemos el suficiente empeño, si no nos dejamos vencer por las dificultades.
Partiendo, claro está de una cierta dosis de realismo, sentando que mantenemos los pies en la tierra, siempre he creído que querer es poder, y para que así sea, sólo hay que luchar y luchar... hasta conseguir.
No digo que sea fácil, no... sólo digo que es posible. Sé perfectamente lo que cuesta conseguir algunas cosas, y también sé que muchas veces, resulta caro ese esfuerzo y resulta más inteligente abandonar esa lucha. No es una batalla perdida, sólo es que cuando la iniciamos, muchas veces ignoramos su precio y después decidimos, con conocimiento de causa, que no nos compensa, ya no nos interesa.
A menudo descubro que hay muchas cosas que no hacemos, no porque no podamos, sino porque creemos que no debemos.
Si nuestro concepto del deber es nuestro, si proviene de nuestra experimentación, de nuestra propia cosecha, estupendo.
Pero muchas veces los conceptos del bien y del mal, arraigados en lo mas profundo de nuestro ser, provienen de meras convenciones sociales, variables en el tiempo, y en las distintas sociedades. Ese "no debo hacer" "no debo pensar" o "no debo sentir", que nació de algo que nos inculcaron siendo niños y que llegamos a aceptar como propio, sin discusión, sin razonarlo ni experimentarlo... ese no debo es un límite a nuestras posibilidades que no debería existir.
Nuestros límites deben ser nuestros, provenir de nuestra propia experimentación, de nuestras conclusiones, sean o no acertadas... si vienen de fuera, estaremos aceptando que hechos externos y ajenos a nosotros nos corten nuestras alas, esas que a veces tanto esfuerzo nos costó que nacieran y se desplegaran.
Muchísimos besos a todos.