martes, 23 de diciembre de 2008

Opiniones, opiniones, opiniones.

Un saludo a todos de todo corazón.
Hace poco he leído las opiniones de un Maestro Zen, el maestro Kosen Thibaut. Incluso el video de esta entrevista se ha difundio por youtube creando alarma, consternación y un largo etcétera de controversias. Tanto positivas como negativas.
En la parte más interesante, el maestro Kosen dice:

Te voy a decir algo: el zen no me importa. Es una iglesia de mierda. Vas a los Estados Unidos y hay miles de maestros. Todos quieren ser maestros zen. Es una moda que no me interesa. El verdadero zen, la enseñanza de los budas, el tesoro de la humanidad, es el zazen. Y cada uno tiene que vivirlo a su modo
No voy a entrar ahora en la cantidad de comentarios que esta frase ha suscitado, incluso aquellas que han sido interpretadas por personas no afines al budismo. Eso os lo puedes imaginar sin mucho esfuerzo.
Pero sí que he recordado una historia muy antigua de los comienzos del Zen, y que decía más o menos así:
El maestro se encontraba limpiando las letrinas. Para remover las heces utilizaba una herramienta muy báscica compuesta por un palo y un trapo húmedo atado en la punta.
Unos alumnos se le acercaron para preguntarle: "Maestro, por favor, dinos cuál es la esencia del zen".
El maestro levantó el palo ante sus narices y les contestó: "La esencia del Zen es un palo lleno de mierda".
Y creo que son unas palabras muy sabias para las personas que pueden comprender la profundidad que encierran.
Cuando se comprende la naturaleza de todas las cosas, cuando los opuestos han desaparecido porque las opiniones no son más que una reacción del sistema nervioso, podrás sostener en tu mano el más perfecto de los diamantes. O un palo con mierda. ¿Dónde está la diferencia?
De hecho te invito a hacerte la misma pregunta, y a contestar si así lo deseas:
¿Dónde está la diferencia?
Quizá, de esta manera, puedas escuchar las palabras de un maestro zen sin escandalizarte, de sentarte a la mesa con personas de una casta diferente a la tuya, e incluso (aprovechando las fechas en las que estamos) de amar al prójimo como a ti mismo.
Gracias a todos por estar ahí fuera.

5 comentarios:

(z) Victoria dijo...

Hola!
Ví el video de este maestro zen y particularmente me gustó bastante, y no me escandalizó sus manifestaciones, por qué habría de hacerlo?, más bien ví que estaba en la línea de maestros zen al uso que consiste en remover la conciencia o bien con un palo o con palabras que hacen de palo; en otra parte del video habla de Taisen Desimaru que fue su maestro, para mí unos de los más grandes que ha dado nuestra época.
Y a tu pregunta ¿Dónde está la diferencia? -> evidentemente no hay diferencias, sólo nuestra mente hace diferencias, pero, claro, ya sabemos, maya es engañosa.
Un saludo!

Silvi (reikijai) dijo...

Las diferencias las hacemos nosotros,fue practico al expresar la idea.Gracias.Luis Miguel.Y que tengas una hermosa Navidad,junto a flia.Besitos.Silvi.

Pedro Estudillo dijo...

La sabiduría Zen no tiene límites. Yo me inicié en ella leyendo al maestro Desimaru, así que pocas cosas me sorprenden.
Además, ¿cómo podría juzgar un alumno las opiniones del maestro?
Vuelves a ofrecernos una lección muy sabia. Gracias.

Un abrazo, paz y felicidad en tu hogar.

Anónimo dijo...

El carácter de los maestros es algo que siempre me ha fascinado. Tiene relevancia si su método es útil para abrir la conciencia y poder ir más allá de los opuestos.

Te recomiendo de corazóm este artículo a ver qué te parece:
http://directoaldharma.blogspot.com/2007/12/el-rugido-del-dharma.html

Namasté!
Felices fiestas.

Anónimo dijo...

¿Qué reacciona ante sus palabras? ¿Quién reacciona? ¿Hay algo que defender?

Un besillo.