Hoy os traigo la transcripción de la conferencia del Lama Khenpo Ngedon: "Cómo dirigir uno mismo su salud y su felicidad en tiempos difíciles".
Antes de comenzar me gustaría de dar las gracias a todos por estar aquí, en esta conferencia. Estoy muy feliz por haber venido por primera vez a Montilla, vuestra ciudad, que es muy hermosa. También quería dar las gracias al Ayuntamiento, a los organizadores, especialmente a Didier, así como al resto de personas que le ayudaron para hacer este evento posible.
Lo primero de todo, diría
que tenemos esta preciosa vida humana. Este cuerpo humano precioso que es único
y difícil de obtener. Esta existencia
humana única con la
que podemos realizar cosas buenas. Actos que le benefician a uno mismo, a toda
su familia, a sus amigos, a la sociedad, la nación
e incluso a nivel internacional.
Desde el momento que comenzamos a
respirar, por favor, nunca se desanimen, piensen que siempre hay esperanza,
siempre hay una oportunidad de hacer, de compartir, de darles a otros cosas
buenas, ¡siempre!
Esto es lo ocurre con esta vida
humana preciosa. Es algo muy importante que debemos recordar: el cuán
afortunados somos, cuán afortunado
soy de poseer esta preciosa vida humana. Esta preciosa inteligencia humana, su
sabiduría, su compasión,
amor incondicional. A esto le llamo los maestros del mundo. El universo está
lleno de cosas maravillosas, pero nada comparado a esto con estas cosas: la
inteligencia humana, sabiduría,
amor incondicional, compasión
que son únicas. Si son
usadas correctamente traerán
beneficios no sólo al
individuo si no a todos los seres. Es lo que en budismo llamamos “buen
karma”. Es muy importante.
Por supuesto en este siglo nuestro
mantra es “no tengo
tiempo”. En verdad sí
que lo tenemos si nos organizamos. Pero tenemos estos hábitos
y estos sistemas de creeencias. “No
tengo tiempo, no tengo tiempo”
Pero si intentásemos medirlo
tenemos todo el tiempo. Esto es un mantra negativo. Es cierto que no solo en
este siglo, sino especialmente en estos años
existe un período de crisis
a nivel global, social e individual. Existen múltiples
guerras, conflictos aquí
y allí, así
que el individuo experimenta un estado de subidas y bajadas constantes.
Lo
importante en todo esto es no perder la esperanza. Estas situaciones difíciles
no son permanentes. Van a pasar mas tarde o mas temprano. Después
de la noche el sol siempre vuelve a salir, existe el amanecer. Una vez
entendemos esto, podemos empezar a mejorar nuestra vida, emprender un buen
camino. Necesitamos entendimiento, paciencia, y aceptación.
Lo que suele ocurrir es que cuando tenemos conflictos en nuestra vida personal nos decimos "cuantos problemas tengo, no los puedo resolver, que inútil
soy". Se crea una gran cantidad de estrés
que nos roba toda la energía.
Toda nuestra energía positiva
queda anulada por estos pensamientos negativos.
Lo
primero es aceptar esta situación
a nivel global.
Otra
cosa es saber que todos nosotros físicamente
somos iguales. No importa que sea masculino o femenino, seguidor de un camino
espiritual o que no siga nada de eso. No importa. Física,
emocional, mental, somos lo mismo. Tenemos los mismos objetivos y los mismos
deseos. Todos queremos disfrutar de una vida feliz, llena de paz interior.
Nadie quiere sufrir dolor y tristeza, limitaciones y dificultades.
Hasta
los animales, los insectos, no quieren sufrimiento.
Para
conseguir nuestros objetivos, nos deberíamos
preguntar: ¿Cuál
es el método o la técnica
para conseguir lo que quiero? Que suele reducirse a una vida feliz y una paz
interior. En la terminología
budista a este objetivo se le llama nirvana (ir mas allá
del sufrimiento), el estado último
de la budeidad. Es una meta que cualquiera puede conseguir, desde el punto de
vista budista, porque no distingue entre hombres y mujeres, jóvenes
o viejos. Porque todos tenemos el mismo potencial a la hora de conseguir esta
felicidad y paz interior.
Así
que lo único que
deberíamos saber es el método,
la técnica, para conseguirlo.
Son
muy buenas noticias. Todos tenemos el potencial. Otra buena notica es que todos
los problemas son impermanentes. Desaparecerán
mas tarde o temprano. Algunos rápidamente.
Otros necesitan algo más de tiempo,
semanas, meses o años. Al final
desaparecerán como las
nubes al pasar por el cielo.
Todos
tenemos la oportunidad, debido a ese potencial, de crear una buena vida
personal, familiar, social, nacional e internacional. Todo va a depender de cómo
uno va a usar este método.
Para
avanzar en este método
espiritual, en esta vía espiritual,
tenemos que purificar la mente. Creo que
todos ustedes limpian su casa cada día.
O por lo menos tratan de hacerlo. Lavamos nuestro cuerpo a diario, la cara, los
dientes. De no hacerlo durante una semana, nuestro cuerpo, nuestra casa... ¿Qué
ocurriría?. Nadie
vendría a visitarte.
Imagina
si no limpiamos nuestra mente. Nuestra cabeza se llena de basura y tenemos que
limpiarla. Es muy importante.
Si
no limpias tu cuerpo, tus dientes por ejemplo, te sobreviene la enfermedad. Es
lo mismo con la mente. La cuestión
entonces sería: ¿Cómo
se limpia la mente? Es como tomar una medicina. Es cierto que intentamos buscar
la solución a nuestros
problemas en las cosas externas a nosotros. Buscamos la felicidad en los
elementos externos. Y no digo que los medicamentos no sean importantes. Lo que
quiero decir es que es de vital importancia, también,
la medicina que llevamos en el interior. Que ya están
dentro disponibles para usarlas.
No
se trata de una teoría, sino de
algo muy práctico, que
podemos experimentar. ¿Cómo
limpiamos la mente? Necesitamos una fregona. Tan pronto como te despiertes por
la mañana, en el primer momento trata
de crear un pensamiento positivo. Ésa
es la medicina. Es la fregona. En cuanto nos despertamos tenemos el hábito
de pensar: "tengo que ir a trabajar, qué
pesado..."
Estos
son pensamientos negativos que drenan nuestra energía.
Crean estrés y aumentan
nuestras dificultades a la hora de lidiar con nuestro día
a día. hoy en día
sabemos que nuestras emociones afectan al cuerpo físico.
Por eso aunque tengamos algún
problema, es muy importante disponer de
un momento, unos minutos, y crear pensamientos positivos. "Estoy vivo, qué
afortunado soy. Todo va a ir bien". Son pensamientos positivos muy
beneficiosos. Esto es lo que va a ayudar a limpiar nuestra mente.
Esto
es un simple ejemplo de meditación
general. Pensamientos del tipo: "tengo todo el día
por delante. ¡Qué
afortunado soy! Hoy tengo la oportunidad de poder meditar". En budismo
creamos pensamientos de compasión
(llamados bodhichita) para el beneficio de los demás. "Hoy tengo la oportunidad de hacer el
bien a alguien".
Siempre
uno puede crear, en su primer instante tras despertar, este tipo de
pensamientos positivos. Así
este tipo de energía positiva
impregnará nuestro día.
Aunque luego aparezcan algunos problemas, dentro de nosotros todavía
permanecerá la tranquilidad. Esto es muy importante.
Nuestra
mente es como una olla con agua hirviendo. Es peligrosa y puede explotar. Necesitamos agua fresca,
pensamientos positivos como la compasión.
Entonces se creará la
tranquilidad.
Otra
cosa a tener en cuenta es el hecho de no estar siempre buscando las soluciones
a los problemas en las cosas externas. Pendientes de que venga alguien a
solucionarlas. A veces puede ayudar, pero no siempre como norma. Si muchas
veces nosotros mismos creamos los problemas, somos nosotros quienes tenemos que
solucionarlos. Es como dije antes, que la medicina la llevamos en el interior.
No
olvidar darle algo de tiempo a la meditación.
Meditar no es algo para budistas o para religiosos. Es para todos los que
busquen paz y felicidad. A veces con unos minutos es suficiente. Es cierto que
meditar durante períodos largos
es muy beneficioso, pero para principiantes de nuestra época,
los del mantra "no tengo tiempo", unos minutos al día
son muy útiles.
Meditar
en la respiración es una joya
preciosa, por los beneficios que nos da. Sólo
sentarse de manera relajada y seguir la respiración.
Sólo poner atención
en la respiración nos lleva a
descubrir quienes somos realmente. Nos lleva al momento presente de manera
poderosa y efectiva. Esto es otra forma de medicina. No hablo de budismo
necesariamente. Hablo de lo que necesita la sociedad humana.
Cuando
nos perdemos en los pensamientos, ¿dónde
estamos?. ¿Dónde
estás tú?
No aquí. Estaremos
en el pasado o en el futuro, nunca en el momento presente. Los niños
menores de siete años suelen
tener mayor facilidad para estar en el momento presente. A partir de aquí
empiezan a crear muchos pensamientos, y en la adolescencia se focalizan más
en el futuro. En la vejez pensamos más
en el pasado, en los recuerdos.
Si
nos perdemos, si no estamos aquí,
perdemos quienes somos, la identidad de quienes somos realmente, el potencial
de esta preciosa vida humana. Así
es muy difícil alcanzar
un eficiente estado de paz interior. De hecho para conseguirlo, se comienza por
anclarse en el momento presente de consciencia y atención
en la respiración.
Comienza
por estar atento a tu respiración.
En budismo a esta forma de meditar se le llama anapanasatti. Dedica de cinco a
diez minutos a esta práctica y muy
pronto podrás advertir
los cambios.
Los
principiantes, se preguntan muy a menudo: "sólo
sentarse, sin pensar en nada, solo atentos a la respiración...
Es muy simple. No me lo creo". Pero se ha probado científicamente
con varios estudios. Los resultados están
ahí.
Poniendo
otro ejemplo, si esfuerzas a tu cuerpo físico
a un trabajo duro durante mucho tiempo, se cansa. El cuerpo necesita relajarse y
descansar. Con una hora de descanso el cuerpo se refresca y pudiera volver al
trabajo. Con simplemente dormir, imagina ¿por
qué no ocurriría
lo mismo con la meditación?
Nuestra
salud es muy importante. Especialmente la salud mental. En mis conferencias y
cursos le doy una importancia fundamental a cuidar la salud de la mente tanto
como la física. Y qué
mejor para hacerlo que las herramientas que he mencionado, como los
pensamientos positivos, y la práctica
de la meditación, así
como el cultivo de la compasión,
el amor incondicional y el respeto a los demás.
Si incorporamos estos elementos nuestra vida se volverá
maravillosa.
Muchos
de nosotros tenemos la responsabilidad con respecto a los niños,
¿verdad? Especialmente los padres
y los profesores. Y esta responsabilidad no se trata de saber como decirles las
cosas. De decirles lo que deben o no deben hacer. No olvidemos que los niños
son nuestro futuro. Muy a menudo les decimos unas cosas pero hacemos las
contrarias. Para ellos es muy difícil
de entender eso. Olvidamos el poder de nuestro ejemplo. Por eso tenemos la
responsabilidad ser unos buenos ejemplos para nuestros niños,
para nuestro futuro.
Todos
los elementos mencionados nos permitirán
ir en esta dirección correcta en
beneficio de todos.
(Después de esta pequeña charla, Khenpo
dirigió cinco minutos de
meditación de atención en la respiración, o anapasatti)
A
veces me preguntan cuál es el mejor
momento del día para
meditar. Muchos maestros afirman que es mejor por la mañana
temprano. Hay más calma a esa
hora. Pero en verdad se podrá
meditar en cualquier momento que dispongas de diez a quince minutos que puedas
dedicar a la práctica.
Hay
mucho que compartir, pero una charla más
larga no sería tan
beneficioso. Creo que lo más
importantes es la responsabilidad que tenemos de cuidar nuestra salud y la de
nuestros niños. Crear
pensamientos positivos, estar en el momento presente mediante la meditación
en la respiración, es de lo más
importante.
Esto
es todo. Gracias por haber asistido a este evento, aprecio mucho su atención
y la energía que han
empleado durante la charla. Una vez más
quisiera dar las gracias a todos los que han hecho posible este encuentro.
Gracias a todos.
2 comentarios:
Muchísimas gracias Luis Miguel, por esta transcripción, por tu traducción el sábado pasado... por tu generosidad y por tu actividad.
Didier
(_ _)
_/\_
Saludos:
Estoy interesado en bajar el curso Budismo En Acción. Traté de hacerlo enla página que usted recomendó, sin embargo, cuando oprimo el enlace me pide un usuario y una contraseña.
Agradeceré me ayude al respecto.
Cordialmente,
Edwin Gerena
edwin_gerena@hotmail.com
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