lunes, 31 de diciembre de 2007

Feliz año 2008

Un nuevo año ha comenzado. Se crean ilusiones, miedos, planes de futuro, y promesas para los días venideros.
Espero que este año alcancen la felicidad y puedan librarse del sufrimiento que les atenaza.
Todos los seres sintientes estan siempre en mis oraciones y bendiciones.
Gracias por estar ahí fuera.

jueves, 27 de diciembre de 2007

El nuevo año

Hola a todos:
Muchos de mis amigos me han contado que, cuando empieza un nuevo año, hacen una lista de cosas que se proponer realizar el año que va a comenzar.
Yo no suelo hacer nada parecido, tal vez porque me paso la vida prometiéndome cambiar determinadas cosas de la mía, que no me gustan, y una vez tras otra, cometo los mismos errores.
Cuando acaba el año, lo que suelo hacer es un balance, ya os lo comenté hace unos días, y el de este año es muy, muy bueno.
Tal vez por eso, sí me gustaría pensar que el que dentro de unos días entrará lo tiene difícil siquiera para intentar igualarlo. Muchas cosas sucedieron en el último... puso muy alto el listón.
Pero también pienso en algo que me lleva a creer que tal vez no haya sido tan diferente. Es posible que yo ahora sea capaz de percibir más cosas que antes? Será que en este momento de mi vida me permito el lujo de valorar cuanto ocurre cerca de mí? Puede que de una vez por todas haya perdido los miedos? Puede ser que ahora me permita mas que nunca antes ser feliz?
La respuesta es que sí. Sé que en el último año sucedieron cosas extraordinarias, pero esos momentos extraordinarios, no fueron momentos mas felices que otros muy cotidianos.
Creo que ahora, mas que nunca, he sido consciente de la diferencia que existe entre lo que ocurre a mi alrededor y lo que yo percibo, lo que siento y lo que vivo. Ahora sé que me relaciono con mi entorno, pero no soy el entorno ni formo parte de él. Ahora sé que mis circunstancias no forman mas parte de mi vida, que la que yo quiera que formen. Ahora sé que mi felicidad depende más que de otra cosa de mi actitud y ha sido muy liberador.
Y claro, partiendo de estas premisas, mi nuevo año seguro será bueno, muy bueno...
Deseo que el vuestro lo sea también, y el siguiente y el otro.
Deseo que todo el mundo empiece a tener claro que puede y debe elegir ser feliz, que está a nuestro alcance y nos lo merecemos.
Feliz Año Nuevo a todos y muchíiiiisimos besos, amigos.

martes, 25 de diciembre de 2007

Feliz Navidad


Creo que la felicidad es una decisión muy personal, ajena a los factores externos. Es por ello que decidir celebrar o no unas fiestas como éstas no deja de ser un pre-juicio. En mi caso os diré que elijo celebrarlas. Busque cada uno su propio por qué, ya que, en un sentido o en otro, la decisión, como digo, es muy libre.

Elijo disfrutar con la familia y dejarme llevar un poco por el entorno. Ojalá esta energía de muchos se pudiese mantener todo el año.

Feliz Navidad a todos, hoy y todos los días de sus vidas.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Hacerlo fácil.

A veces oímos que el caer en el alcohol, la droga, la prostitución, y tantos y tantos problemas bien diferentes, ocurre porque las personas se dan a la vida fácil. Como si no fuese complicado, y de las diferentes opciones que se dan, aquella fuese la menos costosa y difícil.
Pero, ¿no será justo al contrario?
Estas últimas semanas he estado retirado de mi vida habitual. He podido observar con detenimiento a las personas de mi entorno, y como siempre allá donde hay más de un ser humano, he podido participar de algunas rencillas familiares, eso sí, conteniendo la sonrisa, por aquello de no ofender.
Parece que después de todo, hay ciertas cosas que desmitificar, y una de ellas es la que dice que las personas cuando abordamos los problemas escogemos siempre el camino más fácil.
De eso nada.
Lo fácil, es la línea que une dos puntos. Ir de A a B, y nada más. Pero eso no es lo que hacemos. Quizá nos asuste ir tan directo, tan rápido, tan simple. Quizá el orgullo, el yo, el egoísmo, tenga la voz cantante, pero hay que ver lo que nos gusta dar rodeos, buscar complicaciones, quizá aderezar un poco nuestra vida con desgracias y desastres que se pudieran haber evitado con muy poco esfuerzo.
Cuando estábamos en la escuela, lo simple, lo más fácil, era hacer las tareas, prestar un poco de atención, estudiar un poco cada día... Pero lo que nos gustaba era escaquearnos, desafiar, suspender, enfrentarnos a maestros, a nuestros padres. Quizá probar la droga, venderla, ser pillados por la ley. Sufrir el castigo físico y legal. Sólo por poner un ejemplo de lo que pasa ahí fuera.
¿Y éste es el camino fácil?
Así hacemos con todo, desde lo más tonto a lo más serio.
¡Qué cruz!
Hace poco, cuando entre sonrisas le comentaba a mi hermano una situación diciéndole "pero si lo único que menganita tiene que hacer es esto..." Me respondió: "Sí, pero eso sería lo fácil"
Un momento absolutamente revelador que me demostró que el otorgar la razón, dar una sonrisa, el complacer, el unir, el ayudar, suelen ser mucho más fáciles de realizar que dar paso a toda la desgracia que sucede habitualmente.
Gracias a todos por estar ahí fuera, los dificultosos y los que lo hacen fácil.
Sobretodo a los que lo hacen fácil.

martes, 18 de diciembre de 2007

Una nueva cita.

Para evaluar el grado de libertad que deberíamos tener al morir, podemos observar el grado de libertad que tenemos en este momento. En términos de tu vida diaria, ¿cuánta libertad tienes? De noche, cuando sueñas, ¿cuánta libertad o control tienes en tu estado de sueño?
Padmasambhava
¿Qué os sugieren estas frases?
Si me lo permitís, ampliaría la pregunta un poco más. ¿Qué consideráis por "libertad"?
Gracias a todos por estar ahí fuera.
Estáis siempre en mis bendiciones y oraciones.

jueves, 13 de diciembre de 2007

El final del otro lado

Hola a todos:
Hace ya algún tiempo que en mí se produjeron determinados cambios. No ocurrió un día en concreto, no fue por nada en particular. Supongo que todo fue un largo proceso en el que, en algunos momentos, ese cambio constante que es nuestro andar por la vida, produjo mejores resultados, o mas rápidos de lo que hasta ese momento yo estaba acostumbrada.
Ese cambio al que me refiero hoy es positivo, o al menos, me aporta paz y por tanto, felicidad y alegría.
El cambio tiene que ver con mi forma de afrontar las cosas, cómo ahora me afecta todo mucho menos que hace algún tiempo. Ahora las vivo con intensidad, no creais que me volví una pasota, sólo es que ahora tengo claro que lo que ocurre a mi alrededor ocurre fuera, no ocurre en mí. Ahora no confundo, ahora no me encuentro a merced del mundo, mas bien el mundo está ahí para mí, y para los demás, y sólo participo en lo que quiero, sin dejar que sea el mundo el que me haga participar en lo que me rodea en cada momento.
Hace tiempo, os conté que había tenido la oportunidad de estar al otro lado en mi profesión y eso me había permitido acercarme a lo que mis clientes pueden sentir. Os dije que, pese a estar al otro lado, me había mantenido fuera, observando y había resultado enriquecedor. Fué un simple juego, y desde fuera comprendí muchas más cosas que cuando entro en uno u otro papel, porque no participaba, sólo observaba el juego.
Hoy esa historia ha tenido un final. Ese final hace que quien lo dispuso, ajeno a las partes, me coloque en el otro lado definitivamente. Pero no importa.
No importa porque yo no me siento en ningún lado. Yo no cambio mi criterio por lo que opine alguien ajeno a mí, que ni me conoce ni lo intenta. Yo sé cual es mi verdad, con independencia de que me sea reconocida o no. Yo sé cómo actúo, yo sé como me siento en cada momento y en nada cambia que me den o no la razón.
Si esto mismo me hubiera ocurrido hace algún tiempo, mis sentimientos hubieran sido la tristeza y la decepción, por no ver en los demás reconocida mi verdad. Hubiera pensado que el mundo es injusto y que yo no merecía eso.
Hoy pienso que, tengo mi conciencia tranquila sabiendo que hice lo correcto. El resto no me importa. Hoy creo mas firmemente que nunca que soy dueña de mi vida, de mis emociones y sentimientos... ya no estoy a merced de las opiniones de nadie. Ahora, con mayor conciencia que nunca antes, sobre la dificultad de conocerme a mí misma y la imposibilidad de que nunca nadie pueda saber lo que siento, lo que me mueve o me conmueve, comprendo que las opiniones de quienes me rodean son sólo eso, sus opiniones.

martes, 11 de diciembre de 2007

El balance

Hola a todos:
Sé que es un poco pronto, pero casi todos los años, cuando se acerca el final, hago un balance de lo que me ha ocurrido durante ese año, lo que he vivido, la gente que he conocido, los nuevos lugares, las nuevas experiencias...
Confieso que este año ha sido increíble, trepidante, me han ocurrido mil cosas y a una velocidad de vértigo. He conocido gente maravillosa, gente por la que hoy siento una profunda amistad, como si les conociera de toda una vida. He visitado lugares hermosos, que se encuentran relativamente cerca de mi habitual lugar de residencia, y que me transportaron a otro mundo...
Este año encontré una rosa de jericó en medio de una concurrida calle... también tuve el privilegio de asistir a la fiesta de Puente la Reina...
Este año me atreví mas que nunca y me lancé sin miedo a conocer nuevas gentes y nuevos lugares. Este año me atreví a conocer y disfrutar nuevas experiencias... y vaya si les saqué partido.
Durante los últimos meses me enamoré de nuevo y en más de una ocasión. Conocí a alguien que, por algún tiempo, se convirtió en mi mundo. Fue un mundo de una intensidad hasta entonces desconocida, y fui capaz de participar sin miedos ni reservas. Ese alguien, a quien hoy considero un gran AMIGO, fue capaz de hacerme salir del todo de un castillo en el que viví durante años y del que ya empezaba a salir.
Este alguien, me enseñó muchas cosas, y tal vez la principal, fué que me enseñó que yo soy yo con independencia de mis circunstancias, y que de ellas podría extraer sólo aquéllo que yo quisiera en cada momento. Este alguien, me enseñó a tener más confianza y a no desandar nunca mis pasos, a mirar hacia adelante y a vivir el presente... también me enseñó que mis cambios harían variar mi entorno, y cuanta razón tenía.
Después volví a enamorarme de otra persona, de otra forma, distinta, tranquila y que actualmente me hace muy feliz.
Creo que ahora soy mucho más responsable de mi vida, más dueña que nunca de mis emociones y mis sentimientos. Ya no huyo del dolor ni le tengo tanto miedo al riesgo. Ya no tengo tantas dudas, ya no me siento culpable.
Este último año me enseñó muchas cosas... tantas como yo quise aprender, y solo espero que de ahora en adelante, siga teniendo claro que yo recibo de la vida todo aquéllo que se me brinda y quiero aceptar, que la única responsable de cómo enfrente las cosas soy yo y que lo único importante es vivir.
Y ahora muchísimos besos a todos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Responsabilidad

"Del mismo modo que si alguien te quiere entregar algo y no lo recoges,él se queda con ello,si alguien te insulta y tú no recoges el insulto,él se queda con el mismo"

Después de leer estas palabras del Buda Gautama creo que es muy importante recalcar el papel de nuestra responsabilidad en la relación con los demás. Cuando una persona te insulta (o te halaga) hay un pequeño paso que hoy por hoy nos pasa completamente desapercibido. Y es que nosotros, y nadie más que nosotros, tenemos la decisión de decidir, en último momento, qué hacer con aquello que se nos ofrece.
Como digo apenas nos damos cuenta de ello, muchos ni sabíamos que existía este paso, y a la ligera aceptamos inmediatamente todo lo que el mundo nos ofrece, o nos tira a la cara, según se mire.
Cuando alguien te insulte o te ofenda párate un momento. Intenta detectar esa brecha en la que puedes decidir qué hacer, y experimenta a no quedarte con el problema. Suelo pensar: "si me ofendes, el problema es tuyo. Es tu punto de vista, y nada más, y carece de otra importancia".
Al igual que si alguien te ofreciese un saco lleno de heces, ¿te lo quedarías?. ¿Lo llevarías sobre tu espalda todo el día, abriéndole y aspirando su contenido varias veces durante la jornada? ¿Colocarías el saco abierto al lado de la cabecera de tu cama en las horas de sueño?
Al final, resulta que mi estado emocional, mi alegría, mi depresión o mi ansiedad, dependen absolutamente de mí, y no de los factores externos. Estos factores siguen existiendo, pero es mi responsabilidad, y solo mía, el decidir cómo voy a actuar al respecto.
Dicen que don Juan se mantenía joven y lozano a sus noventa años de edad. "Eso es porque no me permito discutir nunca con nadie", dijo al tendero cuando le preguntó por su secreto.
"¡Por eso no será!", gritó el tendero algo sorprendido.
"Pues no será por eso", respondió calmamente don Juan con una sonrisa.